Lola Cano: "Si me llego a fiar del SAS, pierdo el pecho o voy con las piernas por delante"

La vecina de Jódar denuncia que el fallo en el cribado del cáncer de mama la dejó sin seguimiento pese a tener un nódulo sospechoso

Jaén levanta su voz por los errores en los cribados de cáncer de mama: "Es difícil expresar lo que se siente cuando eres paciente"

Imagen de la concentración por los fallos en el cribado del cáncer de mama en Jaén junto a Lola Cano.
Imagen de la concentración por los fallos en el cribado del cáncer de mama en Jaén junto a Lola Cano.

“Si me hubiesen hecho las revisiones que me correspondían, quizá el tumor se habría detectado antes.” Así resume Lola Cano, vecina de Jódar, su historia: una de las afectadas por el fallo en el programa de cribado del cáncer de mama en Andalucía, que ha dejado fuera de revisión a miles de mujeres.

Todo comenzó como algo rutinario al contar con antecedentes familiares que ya habían presentado bultos en el pecho. "A mi prima le salió maligno, era cáncer, a mi hermana se lo estirparon y era benigno", detalla a Jaén Hoy. Es por ese motivo que decidió acudir a su médico de cabecera para realizarle la consulta y, sin dudarlo, este le adelantó la mamografía.

Le hicieron las pruebas en el hospital de Úbeda, donde se sometió a una mamografía y ecografía. “Estuvieron mucho rato viéndome el pecho”, recuerda. Como cualquier paciente que está esperando una respuesta a un síntoma preocupante, Cano decidió resolver sus dudas en el momento, aunque después descubrió que no era lo correcto: “Les pregunté qué pasaba y me dijeron que tenía nódulos, pero que estaba todo bien, que no me preocupase”.

Su médica de cabecera -y no el especialista- fue quien le indicó repetir la revisión a los seis meses, sin embargo, rehusaron a hacerle una mamografía, sino que, en su lugar, le hicieron una ecografía. Allí, le volvieron a decir que todo estaba bien: "Me dijeron que ya me llegaría el informe médico”.

Aún así, en octubre de 2022, Cano quedó a la espera de una notificación que jamás llegó. En mayo de 2024, ya viviendo en Segovia, se dio cuenta de que algo no iba bien. “Estaba a punto de meterme en la ducha cuando una amiga me llamó. Fue entonces cuando noté un bulto, fui al médico y era cáncer", lamenta. Por aquel entonces, la jodeña, estaba prácticamente recién llegada a Segovia y aún no contaba con la tarjeta de la Junta de Castilla y León. En ese momento descubrió que dicha documentación no se envió desde Jaén.

Más tarde supo que el informe original ya alertaba de un nódulo tipo BI-RADS 3, una categoría que exige seguimiento durante dos años. “Conmigo no pasó. Si lo hubieran hecho, lo habrían visto crecer porque la segunda imagen ya se notaba. Si me hubiesen citado tres veces, lo habrían detectado”, sentencia.

“Una carta habría bastado”

Tras recibir el primer diagnóstico, Cano fue afortunada pues, pese al repaso, los médicos le comunicaron que había llegado con tiempo: "Me dijeron que había tenido suerte y que iban a quitar solo el tumor, pero que era maligno”.

“Si me llego a fiar del SAS, pierdo el pecho o voy con las piernas por delante”, señala la jodeña con rotundidad. Además, afirma estar especialmente indignada con las declaraciones que se han hecho desde la Junta. “Ahora salen diciendo que la ansiedad la provoca el programa y no. La ansiedad la provoca no saber si estás enferma, no recibir la carta, no tener seguimiento, tener 40 años y no poder moverte de la cama”, denuncia.

Con toda la polémica y el asunto en el punto de mira, Cano critica sin rodeos la gestión del caso: “Han muerto personas y otras van a morir o a perder calidad de vida por esto, han estado jugando con personas”. Entre la rabia y la serenidad que da el haber sobrevivido, Lola insiste en que solo bastaba una notificación para evitar tanto sufrimiento.

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