Ruta religiosa y literaria por Jaén si vienes a la Magna este fin de semana

Si vienes este fin de semana a Jaén para disfrutar de la Magna del 4 de octubre, te recomendamos que no te quedes solo con los actos oficiales, ya que la ciudad tiene mucho más para sorprender al que la visita en estas fechas. Gracias a las rutas literarias de Jaén es posible conocer más sobre su legado histórico y humano visitando tres enclaves religiosos que tienen como protagonistas a figuras tan conocidas como a Miguel Hernández, Federico García Lorca, Juan Eslava Galán o San Juan de la Cruz.

Basílica de San Ildefonso: devoción y literatura

La Virgen que paseó por Jaén

La Basílica de San Ildefonso, declarada Basílica Menor en 2010 por el Papa Benedicto XVI, es uno de los templos clave de la ciudad. Su origen se remonta al siglo XIII y en ella conviven tres portadas de estilos diferentes: gótico en la trasera (la más antigua), renacentista en el lateral y neoclásico en la principal.

Este templo se convirtió en santuario de la Virgen de la Capilla, patrona de Jaén, tras un episodio que marcó para siempre la religiosidad popular de la ciudad. Según recoge el Acta del Descenso de la Virgen (1430), poco antes de la medianoche del 10 de junio, la Virgen descendió acompañada por una procesión fantasmal de figuras vestidas de blanco. Tras recorrer las calles medievales, se detuvo en San Ildefonso y allí desapareció la visión.

El escritor Juan Eslava Galán narra este episodio en su obra ‘Los Templarios y la Mesa de Salomón’, en el capítulo titulado ‘La Virgen que paseó por Jaén’, en el que describe cómo siete testigos contemplaron la comitiva que descendía por la calle Maestra del arrabal de San Ildefonso.

Conexión con Miguel Hernández

La Basílica de San Ildefonso también conecta con la memoria del poeta Miguel Hernández. En su fachada todavía se aprecian los impactos de metralla del bombardeo de Jaén en la Guerra Civil, un elemento que ayuda a contextualizar el porqué de la llegada del poeta oriolano a la capital jiennense en aquellos años.

Monasterio de Santa Teresa de Jesús: el Códice de Jaén

Fundado en 1615 sobre una casa-palacio, el Monasterio de Santa Teresa de Jesús es un ejemplo de estilo carmelitano austero. Su templo comenzó a construirse en 1673, y aunque su sobriedad es evidente, la belleza del conjunto y los tesoros que guarda en su interior lo convierten en una parada imprescindible.

Entre retablos, esculturas y pinturas destaca un tesoro bibliográfico único: el Códice de Jaén, copia directa del ‘Cántico Espiritual’ de San Juan de la Cruz. Este manuscrito llegó al monasterio gracias a Ana de Jesús, que lo entregó a la madre Isabel de la Encarnación. Desde entonces permanece en el convento de Jaén, custodiado desde principios del siglo XX en un estuche de plata guardado en una caja de roble.

El Códice incluye una estrofa exclusiva, la XI, que dice:

Descubre tu presencia, y máteme tu vista y hermosura; mira que la dolencia de amor, que no se cura sino con la presencia y la figura.

Iglesia de la Magdalena: entre mezquita, gótico y leyenda

De mezquita aljama a templo gótico

La Iglesia de la Magdalena, situada en el barrio del mismo nombre, es otro de los espacios llenos de historia y literatura. Sus orígenes se remontan a la mezquita aljama de la ciudad, reconvertida en iglesia tras la conquista cristiana.

En el siglo XVI se erigió el actual templo gótico, convirtiéndose en una de las iglesias más antiguas de Jaén. Su fachada principal e interior mantienen este estilo, mientras que en una de sus torres aún se adivina el antiguo alminar árabe, ahora campanario.

El eco en Lorca y Eslava Galán

La Magdalena fue inmortalizada por Federico García Lorca en sus postales y cartas, donde la torre del antiguo alminar se convierte en símbolo de la “ciudad brava”. De hecho, el poeta visitó Jaén en noviembre de 1925 y envió una tarjeta en la que aparecía la imagen de la iglesia, prueba de su fascinación por este rincón.

Por su parte, Juan Eslava Galán recurre con frecuencia a este espacio en el capítulo 22 de su obra ‘Los Templarios y la Mesa de Salomón’, donde lo menciona en uno de los pasajes:

“(…) y lleváronlo así hasta una casa que está cerca de la dicha iglesia de la Magdalena (…)”.

El barrio, la fuente y la leyenda del lagarto completan un conjunto que forma parte tanto del patrimonio material como del imaginario cultural de Jaén.

Consejos para visitantes de la Magna

Si vienes a Jaén este fin de semana, ten en cuenta algunos detalles que harán perfecta tu visita:

• Planifica tu visita con antelación: el recorrido de la Magna puede condicionar los accesos a algunos templos, así que consulta los horarios de apertura y la ruta procesional.
• Disfruta de la visita guiada: algunas entidades culturales y cofradías organizan recorridos especiales en estos días, con explicaciones históricas y artísticas.
• Lleva calzado cómodo: las calles del casco histórico son empedradas y con desniveles.
• Cata la gastronomía local: tapea en bares tradicionales del barrio de San Ildefonso o en las inmediaciones de la Magdalena, donde la oferta culinaria es variada y las tapas servidas de manera generosa, protagonistas.
• Busca las huellas literarias: lleva contigo alguna referencia de Miguel Hernández, Lorca o San Juan de la Cruz para hacer todavía más especial tu visita con una lectura en contexto.

Una ruta de fe y literatura por Jaén

La Magna no solo es un encuentro devocional de primer orden, sino también una oportunidad para recorrer Jaén con mirada cultural y literaria. Cada uno de los templos aquí citados ofrece un viaje que trasciende lo religioso y se adentra en la historia viva de la ciudad. Un plan perfecto para quienes, además de vivir la Magna, desean descubrir la Jaén más profunda y auténtica.