Contar la historia de Valentino y de Alexis es contar una historia con la mirada de unos niños, de la inocencia, la casualidad y la diversión del fútbol donde, aun queriendo ganar, hay una competitividad sana. Hablar de su historia es también hablar de casualidad, de uniones de esas que están destinadas a que sucedan porque la vida, a veces, es así de caprichosa para bien. 

Hay que remontarse cerca de cinco años atrás en el tiempo para el comienzo de esta historia y sí, nuestros protagonistas eran demasiado pequeños para acordarse de aquello pero sus padres nos lo cuentan en su lugar. Valentino, de ahora siete año, tuvo que mudarse con su familia desde Jaén a Almería, el trabajo y las circunstancias durante estos cinco años le llevaron hasta un equipo de fútbol base de los muchos que hay en todas las provincias. Fue precisamente al inicio de este curso cuando el Almería Fútbol Club decidió crear un equipo de prebenjamines y, como no, ahí estaba Valentino para hacer las pruebas de captación y ser admitido en el equipo.

Al otro lado de la historia está Alexis, un año menor que su amigo y también procedente de la Jaén. Los padres de ambos niños eran conocidos, varios amigos en común les habían hecho coincidir en el tiempo, los niños se conocían aunque no fuesen conscientes de ello. Alexis también tuvo que mudarse junto a su familia a la provincia de Almería pero, en su caso, a Roquetas de Mar, donde jugaba al fútbol y pronto comenzó a destacar entre sus compañeros del equipo de Roquetas. Tampoco sus padres quisieron darle más importancia y ni tan si quiera lo presentaron a las mismas pruebas de captación a las que si había ido Valentino pero un día una llamada terminó con Alexis en el Almería y, curiosamente, en el mismo equipo que Valentino. ¿Por qué curiosamente? El Almería FC decidió dividir en A y B los equipos dentro de cada categoría para que más niños pudiesen formar parte de sus bases según la edad, a Valentino le correspondía el A y a Alexis el B pero finalmente, como dice Rubén el papá de Alexis, "algo vio en él el entrenador" y decidió que jugase en el A. Fue precisamente en una reunión con los padres de los pequeños futbolistas al inicio de temporada cuando Rubén y Pedro, los padres de nuestros protagonistas, se dieron cuenta que se conocían de sus orígenes jiennenses, algo que dio pie a conversaciones, bromas y muchos recuerdos de la ciudad. 

Sus posiciones en el campo además les permiten jugar juntos y complementarse hasta el punto de que a ambos les gusta jugar juntos porque, en palabras de Alexis, "los dos hacemos muchas paredes (...) y Valentino me deja siempre solo con la portería". 

Aficionados al Jaén Paraíso Interior FS

Coincidir en el mismo equipo, con las circunstancias narradas, es una obra del destino pero estos dos pequeños futbolistas tienen algo más en común. Ambos son aficionados al Jaén Paraíso Interior FS, acuden cuando pueden al Olivo Arena, disfrutan de su equipo y de su jugador favorito, Chino, algo que ni ellos mismos sabían que también tenían en común y que al saberlo Alexis dijo emocionado ¡¿en serio?! con la inocencia que caracteriza a los niños y mirando a su padre sorprendido. Una admiración del mismo jugador que para Valentino se justifica porque "chuta muy bien". 

La admiración de Alexis llega hasta tal punto por el Jaén Paraíso Interior que, como dice su padre, "va con la equipación a todos lados".