Con tintes blancos y morados

Un empate en casa del líder que con el tiempo puede valorarse de manera positiva

El Real Jaén rompió su mala dinámica en Águilas FC y encara el 2026 con mucho trabajo por delante en el verde y fuera de él

Javi Moyano, goleador lagarto en El Rubial casi dos décadas después

Celebración grupal del tanto de Javi Moyano con el banquillo blanco.
Miranda López Rus

El Real Jaén, tras haber recibido una dura derrota en casa ante el UCAM Murcia (0-3), se enfrentaba al líder del grupo cuarto de Segunda Federación y uno de los mejores equipos de la categoría por plantel y rendimiento actual. Con las dudas y los nervios habituales por estar inmersos en una mala dinámica y viniendo de un mal partido, la incertidumbre se acrecentaba previamente al encuentro en tierras murcianas.

El equipo, como dijo Manolo Herrero en la rueda de prensa post-partido, está nervioso y se nota. Era un día difícil para ocultar ese nerviosismo, pero ante el líder de la categoría quizás había menos presioón, aunque la situación fuese delicada. De hecho, el Real Jaén se soltó en la primera parte y quiso parecerse más al primer Real Jaén que vimos en la primera vuelta que a este último. Pese a que cuando el balón llegaba a los hombres de ataque sí se notaban las dudas y el estar atenazados, en el centro del campo vimos otra imagen, con un Antonio Caballero que ahora sí, se sintió más cómodo que habitualmente y eso el equipo lo notó. 

El centrocampista marteño necesita más participación con balón, cosa que en Águilas sí se dio. Jugó a su lado José Álvarez y dio la sensación de que Caballero necesita cerca un perfil de contención como es el de José para hacerse notar más. Con Álvarez cortando e interceptando varios intentos de progresión del Águilas FC, Caballero pudo tener más opción para controlar el centro del campo jiennense. 

Antonio Caballero da un pase en el choque ante el Águilas FC.
Antonio Caballero da un pase en el choque ante el Águilas FC. / Miranda Lopez

En sacar lo mejor de cada uno modificando ajustes dentro del funcionamiento colectivo está la clave para mejorar. En El Rubial, con la presencia de José Alvárez y modificando alturas, se le sacó más provecho a un futbolista destinado a liderar al equipo en la medular. También el equipo no sufrió defensivamente en el primer tiempo y Pedro Fernández fue un valladar junto a un Pavón que cumplió bien. Quizá terminar de encontrar el acompañante definitivo para Mauro Cabello puede marcar la evolución del equipo en un aspecto defensivo que le está lastrando bastante al Real Jaén. Es más, los blancos de nuevo encajaron gol y ya van 15 jornadas consecutivas sin portería a cero, y nuevamente el tanto encajado fue por arriba. Con varios encajados de esa manera, otra tarea está en aumentar la concentración e intensidad y mejorar la lectura en esos envíos desde zona lateral. Al igual que hay que sacarle más provecho a la gente de ataque, pero de eso parece que se encargará una dirección deportiva que tiene tarea pendiente en ese aspecto. 

Un empate... ¿bueno o no? 

 Al empate le toca convivir con una mala fama de cobardía o pacto deshonroso que relativiza su mejor virtud: que se pueda premiar indistintamente el hecho de no haber merecido ganar y, al mismo tiempo, no haber merecido perder. Y así pasó el domingo con Águilas FC y Real Jaén. 

Siempre hay diversidad de opiniones tras un empate. Mientras unos lo ven bueno, otros no tanto, y constantemente se forma un debate respecto al conformismo y la poca ambición. El aficionado siempre va a querer que su equipo gane y no está preparado para lo contrario, pero es un resultado que a veces con el tiempo puede recordarse como bueno.  

Puntuar en casa del líder no puede ser un mal resultado, a no ser que el equipo esté en una situación crítica. Y el Real Jaén se encuentra en una mala y puede que preocupante situación, pero no crítica. Además, este punto ha podido ser un golpe anímico positivo para el vestuario antes de irse de unas vacaciones que ya necesitaban para hacer reset mental y volver con la mente fresca.  

Teniendo en cuenta que ahora, excepto algún partido, nos toca una serie de partidos de "nuestra liga" y que muy pronto abre un mercado invernal que nos brinda la posibilidad de reforzar la plantilla, si se hacen las cosas bien en el verde y en los despachos, el Real Jaén podrá asomar la cabeza en la tabla clasificatoria y lo que hoy se ve medio vacío, mañana se verá medio lleno. 

Con este empate en casa del líder, el Real Jaén despide un 2025 especial e inolvidable para la casa blanca. El último gol de un año que le dio a la afición blanca el ansiado ascenso tras 8 años anclados en Tercera División y Tercera Federación lo firma Javi Moyano, un abanderado de Jaén y del Real Jaén.

Ahora, toca dejar atrás 2025 para ilusionarnos con nuevas cotas. Tiempo de rumorología, de reflexión y de movimientos. Pasen una Feliz Navidad y disfruten con vuestros seres queridos, sean felices, que tengan una buena entrada de año y nos leemos en 2026. ¡Hala Jaén! 

También te puede interesar

Lo último

stats