La familia del Real Jaén CF llora la pérdida de Juan Murgado: "Era un hombre siempre al servicio del club y los jugadores"
DEPORTE
Ejerció como quiromasajista del club jiennense durante varias temporadas y formaba parte de la Asociación de Veteranos del equipo
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En la tarde de este lunes la triste noticia del fallecimiento de Juan Murgado Huertas pillaba de sorpresa a los seguidores del Real Jaén CF. Según expresaba el propio equipo a través de las redes sociales, su muerte suponía la pérdida de "uno de los seguidores más fieles de un equipo del que formó parte durante varias temporadas ejerciendo las funciones de quiromasajista, utillero o responsable del mantenimiento del césped del antiguo Estadio de La Victoria".
Su posición de confianza con nombres míticos como Ruiz Sosa y su constante participación en las actividades y los partidos organizados por la Asociación de Veteranos del club jiennense han provocado en las últimas horas toda una oleada de mensajes de condolencias a su memoria. "Otro pedazo de leyenda que se va al cielo de los peloteros donde sus amigos ya lo están buscando", expresaba el exsecretario del Consejo de Administración, Juanjo Armijo.
Murgado fallecía este mismo lunes a la edad de 79 años, dejando un legado importante tras de sí. Entre sus hazañas históricas, consiguió el título de entrenador y preparó al equipo del Bolívar CF, uno de los conjuntos modestos de la capital en los años 60-70. Primeramente, fue encargado de obras en una empresa de construcción en Pamplona, aunque acabó obteniendo su título de quiromasajista en Barcelona y ayudando al titular de esta tarea, Manolo Álvarez.
Además de estas funciones, fue también el encargado del material, utillero y cuidador del terreno de juego del viejo estadio de La Victoria. De hecho, llegó al Real Jaén cuando era entrenador Eusebio Ríos, si bien fue ya con Ruiz Sosa con quien mantuvo una colaboración más estrecha. Durante algunas temporadas desarrolló su labor de quiromasajista en el Jaén FS hasta alcanzar su jubilación como trabajador del Ayuntamiento de Jaén.
En los últimos años, formaba parte de la Asociación de Veteranos del Real Jaén, acudiendo a los partidos que disputaban los jugadores de la misma. "Singular, diferente, muy suyo, banco inagotable de historias, anécdotas y sucedidos, reales o imaginados, que son parte de la tradición oral que une a las gentes del fútbol en Jaén", así lo recordaba el periodista deportivo Antonio Oliver.
Por su parte, el entrenador Gregorio Manzano destaca su labor profesional como masajista y su experiencia, aunque hace hincapié en su lado más personal: "Cuando dejaba sus funciones, era muy servicial y ayudaba incluso a buscarles piso a los jugadores para que estuviesen lo más cómodos posible". En definitiva, resuelve, "era un hombre siempre al servicio del club y los jugadores".
Por otro lado, algunos antiguos jugadores como Fernando Monterde aseguran haber compartido cerca de seis temporadas con él: "Era un fenómeno, para él todo era fácil cuando estaba jodido". Y aunque han pasado muchos años desde entonces, todos coinciden en que "le ponía ganas y voluntad a su trabajo siempre". Ahora es su paso por el club el que deja tras de sí la huella indeleble de la memoria.
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