Sebas Martos: de sus primeras carreras en Huelma a los 3.000 obstáculos de Río 2016 y Tokio 2020
Relatos olímpicos jiennenses
El atleta huelmense repasa en Jaén Hoy sus dos experiencias olímpicas en las que estuvo cerca de la final
A sus 35 años se ve con fuerzas para seguir al máximo nivel
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El atletismo jiennense ha contribuido históricamente de manera notable a la nómina de deportistas de la provincia presentes en unos Juegos Olímpicos. El último de ellos en la categoría masculina fue Sebas Martos, atleta natural de Huelma que representó a España en los 3.000 obstáculos de Río 2016 y de Tokio 2020. En esta sección de Jaén Hoy rememoramos esas experiencias olímpicas y una trayectoria que le sitúan como uno de los mejores jiennenses en el tartán.
De Huelma a la élite internacional
Sebas Martos comenzó correr en su pueblo, en las montañas huelmenses. "Empecé por diversión con 13 años. Quizás no teníamos ese afán de superación que puede haber en una ciudad en la que coincides entrenando con gente de más nivel. Sin embargo, yo tenía una motivación intrínseca muy grande, quería correr carrera, ganar y disfrutar. En esos momentos no creía que iba a lograr todo lo que he logrado. Hasta que no me fui haciendo mayor y me colgué mi primera medalla en un Nacional con 17 años, no fui consciente de lo que podía conseguir".
Poco después, con 18 años se profesionalizó y se fue a vivir a Madrid. "Fui consiguiendo mis primeras medallas de nivel, en categoría sub 20 y sub 23. En 2008, en mi primer campeonato del mundo júnior en 3.000 obstáculos quedé decimotercero. Entrenaba ya con atletas olímpicos. Ahí vi que podía tener futuro en esto y que si seguía mejorando podía pelear por estar en unos Juegos. De hecho, ya para 2012 tuve la mínima y lo rocé".
El atleta huelmense guarda un recuerdo amargo de Londres 2012. Le reasignaron la plaza de Ángel Mullera y le dijeron que competiría en lugar del atleta catalán. Sin embargo, el TAD le readmitió y el huelmense ya desplazado a la capital londinense vio los Juegos como un espectador más. "No sé muy bien lo que pasó en los despachos. Que me dijeran que podía competir y al final no pudiera hacerlo fue un palo gordo del que me costó recuperarme. Por suerte era joven, tenía 23 años y toda mi carrera deportiva por delante. Supe rehacerme y acudí a las dos siguientes citas olímpicas", nos cuenta Sebas Martos sobre un capítulo más superado en su vida deportiva.
Río de Janeiro y Tokio 2020: cerca de la final
De cara al siguiente ciclo olímpico, con vistas a Río 2016, Sebas Martos fue en clara línea ascendente. "En 2014 fui subcampeón de España y cuarto de Europa y empecé a creérmelo. Sabía que podía estar muy arriba. En 2015 tuve un estado de forma brutal y en 2016 volví a ser cuarto de Europa unos meses antes de Río. Además, quedé campeón de España y llegué a la cita olímpica con una confianza increíble".
En Río de Janeiro pudo percibir en primera persona que unos Juegos Olímpicos tienen otro sabor. "He estado en Mundiales, en Europeos y en Campeonatos de España con estadios llenos, pero como unos Juegos Olímpicos no hay nada comparable. La sensación es increíble, todo lo que engloba, la emoción de las personas que te rodean desde semanas previas...es una pasada". En lo deportivo, Sebas Martos finalizó en 17ª posición y se quedó muy cerca de entrar entre los quince finalistas, a sólo un segundo. "Me dejó la sensación de que estaba ahí y que podía seguir triunfando en este deporte en los años posteriores porque con 27 años me encontraba en plenitud", señala.
"He estado en Mundiales, en Europeos y en Campeonatos de España con estadios llenos, pero como unos Juegos Olímpicos no hay nada comparable".
El siguiente ciclo olímpico estuvo sin duda marcado por la pandemia de la Covid-19. "Mi 2020 fue de muy malas marcas. Entrené muy bien pero los tiempos no terminaron de salir. Sin embargo, en 2021 conseguí lograr la mínima en Huelva un mes antes y quedé campeón en el Campeonato de España por lo que llegué a Tokio 2020 con la confianza de poder hacer un buen papel", indica de la previa olímpica.
Ya en la capital japonesa, Sebas Martos, al igual que en la cita brasileña, fue el mejor español en liza en los 3.000 obstáculos pero tampoco pudo certificar su pase a la final. "En Tokio no gestioné bien el tema de la temperatura. En el estadio hizo mucha calor y humedad y no me hidraté correctamente. Me confié y no utilicé el chaquetón de frío. Salí destemplado por la diferencia de temperatura entre el calentamiento y las salas de la cámara de llamadas y lo acabé acusando. Logré el puesto 22, me quedé a siete puestos de la final y a unos cinco segundos. De nuevo, me quedé con la sensación de que estaba cerca del nivel de los finalistas y de que mi actuación en los Juegos podría haber sido mejor. Aún así, estoy muy contento por representar a España de esa forma y satisfecho porque lo di todo", expresa.
Las lesiones: inoportunas compañeras de viaje antes de París 2024
En este último y más reciente ciclo olímpico hacia París 2024, Sebas Martos buscó de nuevo estar presente con los mejores de su disciplina. "Era un ciclo más corto, de tres años. Planteé 2022 a tope y conseguí alcanzar la final del Campeonato del Mundo y fui sexto de Europa. 2023 lo planifiqué con más tranquilidad, trabajé mucho pero no fue un año bueno. Enfoqué ya la preparación para el invierno de este año en el que logré marcas interesantes", analiza. Sin embargo, las lesiones aparecieron para truncar el sueño de sus terceros Juegos. "En primavera sufrí una lesión en el nervio ciático que me tuvo una semana parado. Me recuperé pero poco después tuve una infección en una muela que me impidió encontrar continuidad. Me vi a finales de mayo con la necesidad de buscar dos carreras buenas en un mes y con poco tiempo para ello. En junio hice una buena marca y sumé puntos pero seguía a unos cuatro segundos de la mínima. Ya en el Campeonato de España, que suelen ser carreras muy tácticas y sin liebre, subí al podio pero la mínima era muy complicado conseguirla", explica. En ese sentido, el huelmense reconoce que le queda "un sabor amargo porque las lesiones en momentos inoportunos me han lastrado, pero satisfecho porque lo he dado todo y lo he intentado hasta el último día".
Con ganas de seguir compitiendo en el tartán
De cara al futuro a corto plazo, Sebas Martos es sincero. "Los atletas no podemos estar pendientes de un proceso tan largo como un ciclo olímpico de cuatro años, porque entre medias hay muchos factores. Solemos ir año a año para asegurar nuestras becas y los contratos con nuestros clubes, patrocinadores y marcas deportivas". A sus 35 años no quiere mirar más allá de la próxima temporada. "De momento me lo quiero plantear año a año. No veo mi retirada cerca. Me encuentro bien, tengo ganas, voy a entrenar con fuerza y las lesiones que he tenido son las normales por la intensidad de los entrenamientos, así que como mínimo me veo dos años más al máximo nivel. Queda mucho Sebas Martos que dar a los aficionados al atletismo".
No veo mi retirada cerca, me encuentro bien, tengo ganas, voy a entrenar con fuerza"
A diferencia de las últimas tres ediciones, Sebas Martos está viviendo los Juegos de París desde casa. Como aficionado al deporte, y aprovechando las vacaciones que le ha dado su entrenador, está disfrutando y animando al equipo español.
En el momento de la entrevista, su compañero Daniel Arce no había competido aún y por tanto, no había logrado su brillante pase a la final del 3.000 obstáculos. En su previsión, Sebas Martos ya nos vaticinó que "Dani, que es amigo mío, tiene muchas opciones de estar ahí delante. Va a estar seguro. Tiene opciones por marca y por sus precedentes. No hay nada que me alegrara más que un éxito suyo". Lo dice un atleta olímpico por partida doble y abanderado del atletismo jiennense en los últimos tres lustros.
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