La jubilación se prepara hoy
Pablo Lora y Miguel Fernández. Family Bankers de Banco Mediolanum
El ahorro para la jubilación es una de esas cuestiones que muchas personas tienden a posponer porque lo ven como algo lejano. Nuestra experiencia como asesores financieros nos lo confirma: muchos clientes empiezan a tomárselo en serio alrededor de los 45 años. Y aunque más vale tarde que nunca, lo ideal sería adelantarse y empezar incluso antes de los 30. De este modo, el capital podrá crecer con tiempo y llegar a acumular fondos que nos permitan un retiro sin agobios económicos y sin que requiera grandes sacrificios por el camino.
Con el fin de explicar el porqué de comenzar pronto, vamos a marcar 5 aspectos fundamentales a la hora de planificar correctamente la jubilación.
Para comenzar, debemos prestar atención a esta etapa vital cada vez más larga. Afrontamos ya cerca de tres décadas de vida tras la jubilación debido al aumento de la esperanza de vida. Un envejecimiento demográfico al que se le suma la baja tasa de natalidad, y que producirá el descenso de la futura población activa, que es la que con sus cotizaciones financia las pensiones. A este desafío estructural se añade otro factor que tensiona aún más la sostenibilidad del sistema público y es la llegada al retiro laboral de la generación del baby boom, que, según las previsiones de la Seguridad Social, elevará de 10 a 15 millones el número de pensionistas en unos años. El modelo, por tanto, se enfrenta a una presión creciente.
El siguiente aspecto fundamental es la procrastinación. Hay que dejar de postergar decisiones que nos restan oportunidades y condicionan nuestro bienestar futuro. Y hacerlo cuanto antes, pues el tiempo juega a nuestro favor cuando utilizamos el poder del interés compuesto. Además, a largo plazo, podemos plantearnos invertir en activos que tienen un potencial de rentabilidad más elevado y que, gracias a ese mayor horizonte temporal, aminoran los riesgos de la volatilidad de los mercados.
El tercer punto es entender que planificar y solucionar económicamente un momento tan importante como es el retiro no es un futurible, sino una necesidad. Disfrutar de la jubilación en plenitud implica haberla preparado con antelación. No tendría sentido trabajar durante décadas para vivir peor durante esta etapa, justo cuando tenemos más tiempo para nosotros y la familia.
El cuarto aspecto clave es dar el salto de la teoría a la acción, identificando soluciones que complementen la pensión pública. Para ello, debemos contratar hoy herramientas de inversión adaptadas a nuestro perfil, objetivos y horizonte temporal que hagan crecer nuestros ahorros gracias al interés compuesto, el largo plazo y la constancia.
Por último, actúa ya y déjate acompañar. Un asesor financiero puede ayudarte a diseñar una estrategia personalizada, combinando diferentes soluciones.
Porque planificar la jubilación hoy es adelantarse a la tranquilidad del mañana.
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