"Cumplí el sueño de poder vivir de mi pasión pero nadie es profeta en su tierra"

Juan Manuel Mas Ortiz | Abogado y entrenador de hockey

"En valores yo compararía el hockey con el rugby, porque se hace tercer tiempo y hay un gran respeto por el significado del juego"

Juan Manuel Mas, criado en San Fernando, empezó a entrenar hockey con 18 años y se dedica a ello profesionalmente desde 2007.
Juan Manuel Mas, criado en San Fernando, empezó a entrenar hockey con 18 años y se dedica a ello profesionalmente desde 2007. / D. C.
Francisco Sánchez Zambrano

04 de septiembre 2025 - 06:27

Aunque nació en Huelva en 1970, Juanma Mas pasó toda su juventud en San Fernando (Cádiz), licenciándose en Derecho por la UCA y descubriendo allí el mundo del hockey. Su preparación le llevó a ser seleccionador femenino de hockey en Singapur, a formarse durante seis años en Cataluña y finalmente a Chile, donde suma ya siete años en el Club de Golf Sport Francés de Santiago. Hoy es el director deportivo de la sección de hockey.

–Un abogado gaditano entrenando hockey en Chile. Raro, ¿no?

–Bueno, pero soy abogado no ejerciente. Lo cierto es que toda mi vida llevé en paralelo mis estudios y mi desarrollo profesional en el hockey como entrenador. Comencé a entrenar con apenas 18 años y para explicar cómo acabé en Chile necesitaría cuatro entrevistas. Sólo le diré que después de mi etapa en Cataluña, en 2018, me ofrecieron el puesto de hockey head coach en mi actual club, el Club de Golf Sport Francés en Santiago de Chile, y ya vamos para el séptimo año.

Head coach, eso suena a algo más que entrenar.

–Sí, pero es que mi rol cambió en septiembre de 2020, tras la pandemia. Los dos primeros años estaba de head coach y lo combinaba con ser entrenador del primer equipo masculino en el torneo nacional. Pero después de la pandemia el club me ofreció combinarlo con la Gerencia de la sección completa de hockey, lo cual implicaba mucho, como controlar el presupuesto, los entrenadores y sus sueldos, las relaciones con la administración del club, los registros y el micro y macro plan deportivo... en definitiva, que pasé a dirigir la parte deportiva como head coach pero ya sin entrenar ningún equipo aunque supervisando a los entrenadores y también la parte logística. A fecha de hoy son casi 400 hockystas entre todas las categorías del club.

–De San Fernando a Chile pasando por Singapur y Cataluña. ¿Dónde ha aprendido más y dónde se vive mejor?

–Cuando más aprendí fue en los seis años en Cataluña, especialmente los tres últimos en Tarrasa. Allí está el club decano del hockey español y la cuna nacional de este deporte, y fue un privilegio disfrutar ese periodo de tiempo. También aprendí mucho a nivel internacional en los años de seleccionador en Singapur, con su adaptación a Asia y con una filosofía vital y deportiva muy enriquecedora. Y para vivir, y aun partiendo de que todos los sitios tienen sus pros y sus contras, no creo que haya nada que mejore la calidad de vida de Cádiz, y no lo digo por ser gaditano.

–¿Qué lleva a un chaval de San Fernando a mediados de los ochenta a decantarse por el hockey?

–El ‘culpable’ de aquello tenía nombre y apellidos: Antonio Salas (d.e.p.), un hockysta de San Fernando de toda la vida que vino al colegio de La Salle a hacer captaciones por las clases para jugar a hockey y ahí comenzó todo. La novedad me enganchó.

–¿Cuál es el principal valor que puede aportarle el hockey a un joven que se inicia en este deporte?

–Es un deporte muy técnico, con muchas habilidades, no difícil de aprender pero que sí precisa de mucha constancia y de querer aprenderlo al cien por cien. Y en valores yo lo compararía con el rugby, porque se hace tercer tiempo, existe gran respeto por lo que significa el juego y tiene ese algo especial que no tienen todos los deportes.

–En España sólo se habla de hockey cuando hay unos Juegos Olímpicos. ¿En Chile es igual?

–Lo de España es cierto. Y en Chile es que no se han clasificado aún para unos Juegos Olímpicos. Pero cuando han ido a un Mundial, y especialmente cuando juegan los Juegos Panamericanos, se vuelcan y lo viven con una pasión extraordinaria.

–¿Los aficionados al hockey que hay en Chile viven este deporte con la misma pasión con la que siguen otras modalidades deportivas?

–Sinceramente, en Chile el único deporte que genera pasión de masas es el futbol. El hockey aquí es un deporte que, aunque está dando pasos agigantados para regionalizarlo y socializarlo a todos los niveles, a día de hoy es bastante clasista en términos de practicantes. Eso hace que solo sean apasionados con la Selección. En Sudamérica el único país que realmente tiene pasión, tradición y una cultura hockysta tremenda es Argentina.

–¿Cómo valora el estado de salud del hockey español y andaluz?

–El hockey español se ha profesionalizado mucho y bien, la Federación Española se ha adaptado muy bien a los cambios tecnológicos y a las innovaciones IA, y aparte creo que tienen un equipo de trabajo selecto y competente. Del andaluz ya me gustaría decir lo mismo, pero es más complicado. Andalucía es muy grande y las provincias funcionan como reinos de taifas, algunas con más volumen como Málaga o Cádiz, pero con unos problemas de distancias que impiden que haya competiciones duraderas, porque no es viable ni física ni económicamente. Eso no sucede por ejemplo en Cataluña donde, aparte de que el volumen es mucho más grande, todos los clubes principales están concentrados en el área metropolitana de Barcelona, y eso es una ventaja. En Chile sucede algo similar porque todo el hockey principal está concentrado en la región metropolitana de Santiago, que tiene unos siete millones de habitantes.

–Usted ha demostrado que se puede vivir de una pasión pero, ¿eso sería posible en Andalucía?

–Sí, he podido vivir del hockey pero para poder llegar ahí, para poder dedicarme en exclusiva al hockey, algo que empezó en Singapur en 2007, tuve que dejar todo en España y renunciar a muchas cosas. Y todo eso exigió mucho trabajo y esfuerzo hasta poder ir consiguiendo titulaciones a nivel europeo para lograr finalmente el nivel 4 de la Federación Internacional (FIH). En cuanto a si eso es posible en Andalucía la respuesta es no, porque allí todo es semiamateur. En Andalucía prácticamente nadie se dedica a este deporte profesionalmente.

–¿Viene mucho a su tierra? ¿Qué es lo que más echa de menos de Andalucía que no tiene en Chile?

–Sí, claro, voy todos los años por Navidad y estoy en Cádiz unas cinco semanas para ver a la familia y a los amigos. Y, como se podrá imaginar, echo también mucho de menos la comida y los sitios de tapas y de pescado frito, las ventas y en general el ambiente gaditano que tenemos y que tanto enamora a tanta gente de afuera, con sus playas, la Sierra, los pueblos, las ferias, el Carnaval, el flamenco, etc. Cada vez que voy a mi tierra es un periodo de vacaciones en el que el tiempo se me agota casi sin darme cuenta.

–¿Le queda algún sueño deportivo por cumplir?

–En lo personal he logrado el sueño de que mi realidad vital y profesional esté centrada en mi pasión, que es el hockey. Nada empaña eso, aunque me queda la espina de que nadie es profeta en su tierra. Y esto lo digo por dos experiencias negativas. En 2012 impugné las elecciones a la Federación Andaluza de Hockey porque pretendía ser candidato a presidente apoyado en mi experiencia y mi conocimiento pleno de todo el hockey andaluz. Se inició ahí un proceso muy largo de cuatro años en el que fue necesario una junta gestora y que la Junta de Andalucía al final inhabilitara a quien llevaba 20 años en la Presidencia. Sin embargo, en 2016 mucha gente que me había animado a mantener esa pelea luego me dio la espalda y no pudo ser pese a todo mi esfuerzo. Y en San Fernando también he visto que, pese a haberle dado muchísimo al hockey de mi tierra, el club en los últimos años no ha querido contar conmigo. Sé que es por mi faceta de ex abogado, la misma que me dio la posibilidad de desenmascarar la corrrupción del que fuera presidente de la Federación Andaluza, y eso hace que algunos dirigentes piensen que quiero hacer lo mismo si regresara a mi tierra, pero nada más lejos de la realidad. En fin, que es algo triste que después de tanta dedicación no pueda ayudar al club de mi tierra, pero así está el hockey isleño a día de hoy. Resumiendo, que he cumplido mi sueño de poder vivir de mi pasión, que es el hockey, y de sentirme realizado, pero está claro que nadie es profeta en su tierra.

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