Pepe Imaz, 'coach' de Djokovic: "Hay que poner a la persona por delante del personaje"

Acaba de publicar con Vergara 'El arte de entrenar tu mente'

Pepe Imaz.
Pepe Imaz. / M. G.
Francisco Andrés Gallardo

04 de agosto 2025 - 03:59

Pepe Imaz (Arnedo, La Rioja, 1974), ex tenista profesional y coach, ha dejado una huella significativa en el tenis, no tanto por el juego con su tempranera retirada, sino por toda su reflexión posterior sobre la competitividad y el deporte, trabajando de entrenador mental con figuras como Novak Djokovic. En resumen su enfoque se centra en priorizar el bienestar emocional y el crecimiento de la persona por encima de un obsesivo análisis de lo deportivo y el resultado. Imaz se enfrentó desafíos personales profundos y su manual recién publicado, El arte de entrenar tu mente (Vergara), resume su vida y su concepción de la personalidad. Fundó en Marbella la escuela de tenis Amor & Paz en Marbella, donde lo importante no es solo la técnica sino la construcción de una mentalidad satisfactoria, en un desarrollo integral.

-Usted lleva 25 años en Marbella. Su vida es mucho más que tenis.

-Marbella es maravillosa, la provincia de Málaga en general. Tiene ese aire cosmopolita de siempre. Pero a mí me gusta especialmente todo lo que es Marbella como pueblo, sus orígenes.

-Se lo preguntan todos, como entrenador mental de Djokovic ¿cómo es Novak?

-Desde mi cercanía Djokovic es un ser humano maravilloso y que lo descubriría todo el mundo si se pudiera conocer más allá del jugador, de lo que aparecen en los medios, en las competiciones. Tiene gran corazón. Es sensible, empático, generoso más allá de lo normal. Es una persona abierta a todos y que le gusta mucho aprender.

-Usted insiste en que el deportista tiene que distinguir su lado competitivo, su ego como deportista, y su lado privado, tal como es como persona.

-El deporte es algo agradable pero a nivel personal, con competitividad, se puede tornar en agresivo. Hay que trabajar el lado mental para poder acompañarte a ti mismo con comprensión, con aceptación. Al no ser conscientes nos criticamos, no consentimos los errores, las derrotas, y todo eso es doloroso...

-Para eso ha escrito El arte de entrenar tu mente.

-Quería que quedara reflejado lo que he ido viviendo. No es una fórmula ni una filosofía. Son pensamientos en los que podemos asumir que somos imperfectos. Reflexiones que ayuden a acompañarse a uno mismo con cariño. Entiende que hay que poner en primer lugar a la persona y no al personaje.

-¿El tenis es un deporte 'demasiado' individual?

-Eso te permite observarte más. Conocer tus carencias y también tus virtudes, divinas y maravillosas. Te permite indagar en ti mismo. Pero no puedes tratarte mal si juegas mal, si no salen las cosas como querías. La vida no puede ser alegría y risas si gano; y castigo, dolor si pierdo. Hay que comenzar a alimentar al ser humano. Convivir con cariño y con respeto, a uno mismo y a los demás. Es el respeto a todas las maneras de comprender la vida. Castigamos a los demás. Ahora los castigos son diferentes: no me gustas, no te doy likes. Eres famoso, te doy un like. Dejas de serlo o pierdes un partido, ya no te apoyo. No somos más válidos por ganar o perder, por tener éxito o no.

-Lo de siempre, tanto tienes, tanto vales.

-Me pasó jugando al tenis. Me sentía desgraciado. No era capaz de conseguir lo que me había autoimpuesto. Con 19 años colapsé porque lo que buscaba era autodestruirme. Me pasé hace unos días con dos niñas adolescentes, que estaban ofuscadas en la pista porque les fallaba la derecha. Se estaban tratando mal por un fallo que querían corregir. Cada uno es más que lo que esté haciendo en ese momento, mal o bien. Yo digo que siempre hay que irse a a dormir respetándote.

-¿Es la aceptación?

-La aceptación es algo precioso. Imagínate que vas en un coche sin amortiguadores. Si vas por la autopista, conduces bien, pero te destrozas la espalda si conduces por un camino. Tienes que aceptar que en un caso y otro vas con tus limitaciones, no te puedes acordar de ellas cuando estás mal.

-¿Hay que sentirse persona y no personaje, lucir una importancia, una fama, que en el fondo sirve para poco?

-Si tu aceptas jugar con fuego te vas a quemar. Si aceptas que tu juego es tener importancia entre unos miles de followers, te has convertido en un personaje. En ese momento te alimentas de followers, de fama, no de cariño.

-¿Y dónde encontramos el cariño?

-El pozo de agua está ahí. Mete el cubo y saca el agua. Ese amor en principio lo tienes que encontrar en el pozo tuyo. Tratándote con cariño, diariamente. Si lo buscas fuera, lo encuentras en la familia, en los amigos. En caso de que sea limpio y puro: te alimentará. Si no, es un mal pozo. Hay pozos que son acompañantes maravillosos. Pero todo debe empezar por ti. Hay que aprender a acompañar y a ser acompañado. Las gotitas diarias hacen un cubo: Me amo y agradezco como soy. Me acepto y acepto a los demás. No enjuicio, porque el juicio te mancha de crítica. Estuve tres semanas sin juzgarme, a la tercera semana me empecé a sentir bien. Es un goteo de respeto.

-¿Podemos cambiar a los demás con esa aceptación?

-Tú no puedes hacer el trabajo de los demás, pero sí ser un ejemplo para ellos. Estamos en pleno bosque, acalorados. Yo busco un arroyuelo a refrescarme. Yo te puedo acompañar a ese sitio fresco pero el camino lo has de hacer tú también. Hay que acompañar sin forzar, sin intentar impregnar a los demás. Basta con nuestro ejemplo.

-¿Todo sería más fácil con mucho dinero? Es más plácido.

-El dinero es algo necesario para vivir pero no puedes vivir por y para el dinero. Es el dinero entonces el que te dirige a ti, en lugar de dirigirlo a él. Tienes que hacer tu trabajo para tener un dinero, para tu bienestar, pero tu vida no puede girar en torno a crear dinero.

-Y hay sueños que no vamos a cumplir.

-Es de nuevo la aceptación. Sufro artrosis y no puedo ser el gran pianista que siempre he soñado... Pero puedo hacer muchísimas otras cosas con las que me siento a gusto y feliz.

-¿Se pierde emoción si en lugar de ver 'tenistas', 'jugadores', vemos 'personas'?

-Se disfruta del deporte. Yo puedo ir con un tenista por ser amigo, porque es de mi país. Soy de un equipo de fútbol, de mi selección. Disfruto con el espectáculo pero el resultado no me puede afectar después. No es sano llevarse varios días triste porque tu equipo ha perdido, te estás perdiendo entonces lo mejor que tiene el deporte, disfrutarlo.

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