La España de Franco, guardería y paritorio
Un tercio de los diputados del Congreso nacen tras la muerte de Franco y nueve de los 22 ministros del Gobierno de Pedro Sánchez. Dos de ellos, Elma Saiz y Félix Bolaños, nacen el año de la muerte del dictador
Un tercio de los representantes de la soberanía popular que ocupan su escaño en el Congreso de los Diputados nacieron después de la muerte de Franco, 135 del total de 350 de la Cámara Baja. De los dos tercios restantes, sólo seis pudieron votar en las elecciones del 15 de junio de 1977, pues la mayoría de edad era entonces los 21 años. Se estrenaron con la democracia recuperada Elvira Rodríguez (1949), del Partido Popular; Cristina Narbona (1951), del PSOE; la también socialista María Sainz (1953) y los nacidos en 1955 Modesto Pose, del PSOE, y Agustín Santos, de Sumar.
El año que más diputados nacieron de esta decimoquinta legislatura fue 1970. Un total de 18. Fueron 17 los que nacieron en 1969, el año que Franco nombra al príncipe Juan Carlos heredero a título de rey. El año que muere Franco nacen once diputados. Tres del PP: Sol Cruz Guzmán (por Sevilla), Carmen Fúnez de Gregorio (Ciudad Real), Ana Belén Vázquez Blanco (Orense); cinco del PSOE: Lázaro Azorín Solar (Alicante), Félix Bolaños, ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes (Madrid), Malena Herrera (Baleares), César Joaquín Ramos (Cáceres) y Alberto Rojo (Guadalajara); uno por Vox: Jorge Campos Asensi (Baleares); por Sumar: Txema Guijarro García (Alicante); y por Junts: Josep Mara Cruset Doménech (Tarragona). Todos, con la excepción del ministro Bolaños, nacieron antes de la muerte de Franco. Del histórico y lacrimógeno: “Españoles, Franco ha muerto”.
Los setenta, la década en la que nace Pedro Sánchez, es con diferencia, la más fértil en la cosecha de diputados. De 1976, el año que el Rey decide el relevo de Arias Navarro por Adolfo Suárez en la presidencia del Gobierno, hay doce ocupando escaño en el Congreso. De 1977, el año de las primeras elecciones democráticas, trece. Y en 1978, el año de la Constitución, nacen catorce de los representantes del pueblo español en la Casa de todos. En la década de los ochenta, 1980, con once futuras actas parlamentarias, es el más pródigo. Curiosamente, el año que más crímenes cometió la banda terrorista Eta.
En el Gobierno mañana es un día grande. El 20-N celebran su cumpleaños Luis Planas, ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, y Sira Rego, titular del departamento de Juventud e Infancia. El día que muere Franco, Planas cumplía 23 años y el jueves cumple 73. La ministra Rego, predicando con el ministerio que preside, ese día cumplía dos años y cumplirá 52 el 20-N. En el Gobierno hay dos ministros que nacieron el año de la muerte de Franco. Ya nos hemos referido a Félix Bolaños. El 2 de diciembre de 1975, doce días después de la muerte que cambió la historia de España, nacía en Pamplona Elma Saiz, ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, a punto de celebrar sus bodas de oro con la vida.
El presidente y doce de sus ministros nacieron antes de la muerte de Franco. Los nueve restantes lo hicieron después. Diana Morant y Carlos Cuerpo, los más jóvenes del Gabinete, nacen en 1980, en el crepúsculo del Gobierno de Adolfo Suárez. El año que nace Pedro Sánchez (1972) lo hacen otros 14 integrantes del Congreso de los Diputados. La cosecha de Alberto Núñez Feijóo (1961) es menos numerosa: siete diputados incluido el líder de la oposición.
La decana del Congreso es Elvira Rodríguez (1949), diputada por Madrid del Partido Popular; los benjamines, Óscar Almirón y Jonay Quintero (año 2000), diputados del PSOE por Barcelona y Tenerife, respectivamente. Uno no elige la fecha ni el lugar de nacimiento. El azar permite curiosas coincidencias. Enrique Fernando Santiago, diputado de Sumar por Córdoba y líder del Partido Comunista de España, nació el 18 de julio de 1964, en la fecha que el régimen de Franco proclamó como los 25 Años de Paz. Santiago Abascal, fundador de Vox, diputado por Madrid, nació en Bilbao el 14 de abril de 1976, 45 años después de la proclamación de la Segunda República.
Diferentes generaciones se dan cita en la Cámara Baja. Desde 1955 hasta el año 2000, todos los años ha nacido alguien que ocupa un escaño en la Carrera de San Jerónimo. Con una excepción. En 1993 no quiso el destino que naciera ningún diputado de la actual legislatura. El año de la Expo, sin embargo, nacieron cinco. Pedro Sánchez adquiere la mayoría de edad en 1990, en los tiempos de bonanza del Gobierno de Felipe González. Feijóo en 1979, el año de las primeras elecciones municipales de la democracia, todavía con Adolfo Suárez en el Gobierno.
Un tercio no habían nacido cuando muere Franco y de los que lo hicieron la mayoría estaban en el segundo apartado de la titular del Ministerio de Juventud e Infancia. A los diez y a los veinte años de la muerte de Franco, gobierna Felipe González. Los treinta años, en 2005, le cogen a José Luis Rodríguez Zapatero en la presidencia del Gobierno. Y los cuarenta a Mariano Rajoy en el paso del ecuador de su doble y coja legislatura interrumpida con la moción de censura.
En el Gobierno habrá dos tartas de cumpleaños para el más veterano de sus ministros y para la más joven al menos en sus competencias departamentales. Franco es un frontispicio cronológico, un antes y un después de Franco, extrapolando cómo se mide el tiempo en la era del cristianismo. La España de los cincuenta, de los sesenta, de los setenta, de los ochenta y de los noventa. La savia parlamentaria de este primer cuarto del siglo XXI que evoca un país donde el sufragio universal era una quimera y la democracia tenía como adjetivo el eufemismo de orgánica. Con uniformes militares y sotanas en un hemiciclo del ordeno y mando.
Vista desde ahora, con la perspectiva de sus Señorías, la España de Franco era una guardería y un paritorio. Se estaba escribiendo el futuro. Lo que nadie imaginaba es que sus protagonistas se iban a dedicar cuando les llegara la histórica oportunidad a reescribir el pasado. Hubo un momento en que el medio siglo se detuvo en un instante. Alguien pronunciaba los apellidos Núñez Encabo, un diputado de Soria versado en Machado. El instante lo noveló Javier Cercas, lo cicatrizó el rey Juan Carlos I y lo va a llevar a una serie Alberto Rodríguez. Ese año 1981 del 23-F sólo nacieron seis diputados de la décimo quinta legislatura. La niña bonita.
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