Aunque siguen siendo insuficientes, no han sido escasas las lluvias que han caído sobre la provincia de Jaén en este mes de febrero que ya expira y esto se ha notado en los embalses jiennenses, cuyo nivel ha aumentado en casi un cinco por ciento en los últimos 30 días. Concretamente desde el pasado 29 de enero las reservas hídricas de la provincia han crecido en un 4,63 por ciento, pasando de los 505,887 hectómetros cúbicos (hm³) a los 614,817 que se almacenaban en la mañana de este jueves.

El embalse que ha visto incrementado en mayor porcentaje su nivel ha sido el del Tranco, el más grande de la provincia, y es que han sido espectaculares las imágenes que han dejado las últimas precipitaciones en el Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas. Entre todas ellas han hecho que ahora el Tranco guarde 160,133 hm³ o, lo que es lo mismo, un 31,66 por ciento del agua que puede almacenar. Hacía muchos meses que este pantano no superaba el 30 por ciento y lo ha hecho gracias a una crecida del 6,47.

El Rumblar también ha rozado este registro durante el mes de febrero, pasando del 19,01 por ciento almacenado a finales de enero al 25,21 (un 6,2 % de aumento) de su capacidad en estos momentos, con 140,08 hm³ en su interior. Según los datos ofrecidos por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, el nivel ha aumentado en todos los grandes embalses de la provincia de Jaén (aquellos con más de 100 hm³). El Jándula ha subido un 4,48 por ciento, el Guadalén un 5,34 y el de La Fernandina un 2,35.

Los pantanos que menos han visto crecer su nivel han sido el Guadalmena (1,52) y el Giribaile (1,87). Datos estos últimos que evidencian que debe seguir lloviendo, y mucho, para salir de la grave situación de sequía en la que se encuentra Jaén. De hecho la situación es peor que hace un año porque mientras que ahora mismo los pantanos jiennenses están a un 26,04 de su capacidad, el 1 de marzo de 2023 se encontraban al 28,09.