Agricultores piden la puesta en marcha del riego con el agua de la presa de Siles y la ampliación del Guadalmena
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Para el olivar se acuerda un riego extraordinario de 25 hectómetros cúbicos para superficies de regadío en precario con 1.500 metros cúbicos por hectárea
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Organización de agricultores consideran "positiva" la relajación en las restricciones al riego de cara a la próxima campaña en la Cuenca del Guadalquivir, toda vez que ello se ha autorizado este martes en la comisión de desembalse de la CHG, si bien urgen infraestructuras hidráulicas que mejoren la capacidad de almacenamiento de la comunidad.
En concreto, el pleno de la comisión ha aprobado un desembalse de 1.200 hm3 para el riego en el Sistema de Regulación General (SRG) durante la campaña 2025, que se extenderá desde el 1 de mayo al 30 de septiembre. En función de las precipitaciones de los meses de septiembre y octubre, se podrá autorizar además un desembalse complementario de hasta 50 hm3 para completar el desarrollo de los cultivos de otoño durante el mes de octubre.
El secretario general de UPA Andalucía, Jesús Cózar Pérez, que ha asistido a la Comisión de Desembalse valora esa normalización de la campaña de riego, aunque califica de preocupante la situación tan desigual que existe en la Cuenca y advierte de la necesidad de ejecutar las inversiones previstas en el Plan Hidrológico del Guadalquivir para estar preparados de cara a próximos periodos de sequía.
De ahí que UPA Andalucía recuerde la importancia de ejecutar las obras comprometidas en el sistema de regulación general, como son la construcción de la Presa de San Calixto y el embalse de la Cerrada de la Puerta; el recrecimiento del embalse del Agrio; la culminación del bombeo y llenado de la Breña II desde el Guadalquivir, aprovechando las aguas invernales; las autorizaciones de construcciones de balsas laterales de regulación; las obras de la Balsa del Cadimo; el plan de modernización del sector del arroz; la puesta en marcha del riego con el agua de la Presa de Siles y la ampliación del Guadalmena, entre otras actuaciones.
En la Comisión de Desembalse también se ha acordado una dotación del 91,6% de las concesiones para los cultivos con mayores asignaciones de agua, que tendrán así un máximo de 5.500 m3 por hectárea para una dotación de 6.000 m3/ha. Esto último significa un aumento de 24,6 puntos porcentuales en las dotaciones respecto a las dotaciones máximas del año pasado, que fueron del 67%, lo que la convierte en la campaña de riego "con mejores dotaciones desde 2017". El resto de dotaciones del Sistema de Regulación General dispondrá de su dotación concesional o plena.
Los datos hechos públicos por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir muestran que en el mes de marzo se han triplicado la media de precipitaciones del último año y que en abril no se han registrado temperaturas elevadas, por lo que no ha sido necesario desembalsar agua. Por lo que se produjeron aportaciones a los embalses de 3.800 hectómetros cúbicos, un 43% más de la media de los últimos 25 años. Así, desde el próximo 1 de mayo hasta el 30 de septiembre se desembalsarán 1.200 hectómetros cúbicos con una dotación máxima de 5.500 metros cúbicos por hectárea, manteniendo una reserva de 50 hectómetros cúbicos para el mes de octubre por si fueran necesarios.
“Debemos aprender del pasado y, ahora que disponemos de más recurso, no derrocharlo, no malgastarlo y, especialmente, ahorrar para estar preparados ante futuros periodos de sequía”, apunta Cortázar.
“Tenemos que trabajar para prepararnos ante próximas sequías. No podemos olvidar que el cambio climático ha venido para quedarse y esto hace que tengamos periodos de bajas o nulas precipitaciones y temperaturas anómalas, por lo que es necesario que las administraciones no se duerman y ejecuten los proyectos. Que no tengamos que volver a lamentarnos en la próxima sequía”, afirma Jesús Cózar Pérez.
Por cultivos destacan el arroz, que vuelve a la práctica normalidad, manteniendo el mismo sistema de suministro de los últimos años con un total de 363 hectómetros cúbicos y esa dotación máxima de 5.500 metros cúbicos por hectárea. En cuanto al olivar, se acuerda un riego extraordinario de 25 hectómetros cúbicos para superficies de regadío en precario con 1.500 metros cúbicos por hectárea como dotación máxima. Igualmente, la Comisión ha aprobado 6 hectómetros cúbicos, con una dotación de 1.000 metros cúbicos por hectárea, para los riegos de apoyo del olivar entre el 15 de abril y el 15 de septiembre.
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