Reportaje

La ampliación de Jaén que se diseñó hace casi 150 años: planos originales del paseo de la Estación

Planos originales de una de las principales arterias de Jaén.

Corría el año 1881 cuando el primer tren con viajeros llegó a Jaén capital. Lo hizo el 18 de julio y después de la puesta en marcha del tramo Espeluy - Jaén, que conllevó la construcción de estaciones en estas dos poblaciones pero también en Villargordo y Mengíbar. La ubicación por entonces de la estación de tren de la capital apenas distaba unos metros (más adelante) de la que tiene actualmente, pero la ciudad distaba mucho de ser la que es hoy. Tanto que el casco urbano finalizaba en la plaza del Deán Mazas que ya se llamaba así hace siglo y medio.

Por entonces, entre el casco histórico y lo que ahora es el principio el Bulevar sólo había una zona de huertas llamadas del Poyo y de la Vega, aunque los regentes de la ciudad ya tenía en su cabeza una Jaén distinta, una articulada en una gran avenida que hoy lleva el nombre de la Constitución. Así lo cuenta para Jaén Hoy Alejandro Romero Pérez, uno de dos archivistas que trabaja en el Edificio Moneo, mientras despliega sobre una mesa de la antigua cámara acorazada del Banco de España los planos que propiciarían la expansión de Jaén.

En abril de aquel mismo año el concejal Llauder ya había tratado de impulsar un proyecto que partiese de la Puerta Barrera (final superior de la avenida de Madrid) y acabase en la estación de tren, aunque finalmente fue en un pleno del 4 de junio de 1881 cuando Rosendo de los Ríos, procurador síndico, habló de la necesidad de conectar la ciudad con el ferrocarril “directamente desde la plaza del Deán Mazas, punto de verdadero centro de actividad de la población”, reza en el acta de dicho pleno, conservada en el Archivo Histórico Municipal. Y había hecho ya gestiones De los Ríos, pues alega que “los ingenieros de la empresa del ferrocarril le habían manifestado que dicho proyecto era el que reunía mejores condiciones en belleza, baratura y comodidad para el servicio público”.

Así, se acuerda la construcción de una vía que “atraviese La Fontanilla y el edificio del Matadero, siguiendo el arroyo de ese nombre”. Y se hacían ya especificaciones técnicas, pues se aclaraba que debía haber un camino de hierro y que la anchura debía de ser de 20 metros de distancia, 12 para calzada y ocho para dos paseos de cuatro para personas, uno a cada lado. Se estaba diseñando así una calle que iba a ser la más larga, recta y amplia de la ciudad, características que todavía hoy se le pueden atribuir, con el permiso de la avenida de Andalucía o el paseo de España.

Diversos nombres

El proyecto final lo redactó el ingeniero Ricardo Herrera en 1881 y, sin imaginarlo, estaba dando así dirección a la expansión hacia el norte de la ciudad. Inicialmente, y hasta 1904, esa arteria de Jaén se llamó avenida del Marqués de la Casa Loring, uno de los impulsores de construir esta avenida. Posteriormente pasó a llamarse paseo de Alfonso XIII y ya en 1931, con la llegada de la Segunda República, tomó por nombre avenida de la Libertad. Duró así hasta 1939 cuando el Generalísimo le puso su misma denominación. Finalmente, el 7 de junio de 1979 se le llama paseo de la Estación, una designación que responde al objetivo primario de la que sigue siendo una de las principales arterias de Jaén.

Edificios emblemáticos

Tal y como explica Alejandro Romero, la construcción de esta calle atrajo a familias adineradas que ubicaron su residencia en una de sus orillas y también de industrias (como la fábrica de perfumes, de harinas o de aceite) que se asentaron ya cercanas a la estación. Pero también se instalaron allí edificio emblemáticos como el asilo de las Hermanitas de los Pobres (1899), el Teatro Norte (1914 y posterior Cine Assuan), el Museo Provincial (década de 1920), el parque de la Victoria (ahora Concordia) o el monumento a las batallas de Bailén y Navas de Tolosa.

Aún más hoy el paseo de la Estación tiene en sus aceras gran parte de la actividad política de la provincia, albergando la Subdelegación del Gobierno (anterior Gobierno Civil), varias delegaciones de la Junta de Andalucía, así como también institutos, hoteles, sedes de grandes entidades bancarias e incluso las vías de un tranvía que se espera que deje de ser fantasma el próximo año. Un hito más en el casi siglo y medio de vida que tiene ya esta calle icónica de la ciudad.

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