Campillo de Arenas impulsa la restauración de su castillo como símbolo de identidad y desarrollo turístico

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La intervención incluirá la consolidación estructural de muros y torres, la mejora de accesos, la recuperación del entorno y la integración del castillo en rutas turísticas y culturales de la comarca

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Visita del castillo en Campillo de Arenas.
Visita del castillo en Campillo de Arenas. / David Ruiz

En el marco de la tradicional romería del Cerro del Castillo, una celebración profundamente arraigada en la vida de Campillo de Arenas vivió un momento especialmente emotivo y significativo, la presentación oficial del proyecto de restauración del Castillo de Arenas. Se trata de uno de los emblemas históricos y culturales más importantes de la localidad. En un acto multitudinario cargado de simbolismo, el Ayuntamiento dio a conocer los detalles de una intervención que marcará un antes y un después en la conservación del patrimonio local.

El alcalde, Juan Francisco Figueroa Ruiz, fue el encargado de anunciar este esperado proyecto ante numerosos vecinos y visitantes congregados en el entorno del castillo. Durante su intervención, tal y como señala el cronista David Ruiz, agradeció la implicación de todas las entidades y profesionales involucrados y destacó que la restauración va mucho más allá de la mera conservación de un edificio. “Estamos recuperando parte de nuestra historia, de lo que somos como pueblo. Este castillo ha sido testigo de generaciones, y ahora queremos que siga siendo un espacio vivo y accesible para todos”, afirmó.

El proyecto técnico ha sido desarrollado por dos reconocidos expertos en patrimonio, el catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Jaén, Juan Carlos Castillo Armenteros, y el arquitecto Sebastián García Godino, especialista en la intervención sobre monumentos históricos. Ambos participaron en el acto para explicar a los asistentes los objetivos de la restauración, las fases previstas y los criterios técnicos que guiarán las obras. La intervención incluirá la consolidación estructural de muros y torres, la mejora de accesos, la recuperación del entorno y la integración del castillo en rutas turísticas y culturales de la comarca.

Uno de los elementos clave de este ambicioso proyecto es su financiación, que asciende a 1,5 millones de euros. Esta importante inversión será posible gracias al respaldo del programa del 2% Cultural del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, que destina fondos públicos a la recuperación del patrimonio histórico en todo el país. Sin este apoyo, iniciativas de esta envergadura resultarían muy complejas para municipios con recursos limitados como Campillo de Arenas.

Los vecinos respondieron de forma masiva a la convocatoria, y expresaron su emoción por ver cómo uno de los grandes símbolos de su historia será recuperado y revalorizado, explica el cronista. A través de una visita guiada por el recinto, los asistentes pudieron conocer de primera mano los aspectos arqueológicos, arquitectónicos y culturales del castillo, guiados por los responsables del proyecto.

El enfoque de la intervención será profundamente respetuoso con la autenticidad del monumento. La prioridad es preservar su carácter medieval, sin renunciar a hacerlo accesible y funcional para su uso público. La idea es que el castillo no solo sea un vestigio del pasado, sino también un espacio para el presente y el futuro: punto de encuentro, lugar de actividades culturales y recurso educativo.

Además del valor patrimonial, la restauración tiene un claro componente estratégico para el desarrollo local. El alcalde subrayó el potencial turístico de la fortaleza, ubicada en un enclave privilegiado del valle del río Campillo, y el impacto positivo que su recuperación tendrá en la economía local, atrayendo visitantes y dinamizando el comercio y la hostelería.

Así, la restauración del Castillo de Arenas se presenta no solo como una obra de conservación, sino como una inversión en futuro. Un proyecto que une historia, identidad, participación ciudadana y oportunidades de desarrollo para las próximas generaciones. Un símbolo que vuelve a cobrar vida y que seguirá siendo el corazón de Campillo de Arenas.

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