La carta con la que el rey Enrique IV quitó los impuestos a Jaén para frenar la despoblación

Patrimonio

Se trata de una misiva enviada desde Ávila el 2 de enero de 1456 que se custodia en el Archivo Histórico Municipal

Jaén era un lugar de frontera en "constante peligro" por lo que era vital para el reino mantener a la población

La cámara acorazada que custodia la historia de Jaén

Carta de Enrique IV expuesta en el Edificio Moneo.

La despoblación es uno de los grandes retos a los que se enfrenta actualmente la provincia de Jaén pero no es la primera vez en su historia que tiene este desafío por delante. De hecho, hace casi seis siglos, el rey Enrique IV tuvo que firmar una carta, enviada desde Ávila a 2 de enero de 1456, para confirmar que a los jiennenses se les iba a eximir de pagar impuestos por sus huertas, alquerías y arrabales, para tratar así de evitar que la población huyese de una provincia que aquel entonces vivía inmersa en la guerra entre musulmanes y cristianos.

Este es el documento que ha elegido el Archivo Histórico Municipal para mostrar en este mes de julio. "Es una de las joyas documentales que conservamos en el Archivo", afirman. En concreto, se trata de la carta de confirmación de un privilegio concedido “asi a christianos como judios e moros que biven e moran e bivieren e moraren de aqui adelante para siempre jamas en la dicha çibdad de Jahen e en los dichos sus arravales e huertas e alquerias”, para quedar libres del pago de ciertos impuestos.

Los privilegios rodados y las cartas de confirmación de privilegios son los documentos más solemnes expedidos por la cancillería real, tanto por su calidad caligráfica, como por la artística. Destacan por el uso del pergamino como soporte de escritura, además de la profusión de decoración a base de letras capitales, diferentes tintas de color, orlas miniadas con motivos florales o vegetales y detalles animalísticos o fantásticos, además de la típica y muy cuidada letra gótica de privilegios o gótica textual.

El contexto histórico en el que nos situamos es al inicio del reinado de Enrique IV quien, previa intercesión del que fuera condestable de Castilla, Miguel Lucas de Iranzo, decide otorgar una merced en 1456 que exima a los vecinos de Jaén del pago de una serie de impuestos llamados pedidos, moneda, moneda forera, empréstitos y servicios. Estos impuestos, de origen medieval, estaban destinados en su mayoría a solucionar por parte de los súbditos los problemas económicos y urgencias de la hacienda del reino.

El fin con el que se otorga dicha exención impositiva es el de mantener a los habitantes de la ciudad de parte del monarca y asentar a la población en un lugar de frontera en constante peligro de saqueo por parte de las tropas nazaríes de Granada, además de agradecer los servicios prestados por el condestable Miguel Lucas de Iranzo, como textualmente se indica: “Por ende yo, acatando e considerando todo esto e a los muchos e buenos e leales e agradables e continuos seruiçios que Miguel Lucas, mi criado e falconero mayor e mi alcayde de la çibdat de Alcala la Real, me ha fecho e faze de cada dia, quiero que sepan por esta mi carta de preuilegio (…)”.

De hecho, no es de extrañar que este personaje clave durante el reinado de Enrique IV en el reino de Jaén, solicitara al monarca esta concesión como forma de reforzar su persona en estos territorios, solicitando posteriormente la confirmación de dicha merced, que esta vez quedará enmarcada en una tipología documental mucho más solemne, cuyo testimonio original es el que hoy os mostramos.

El privilegio concedido tuvo posteriores confirmaciones como la realizada por los Reyes Católicos en Jerez a 30 de octubre de 1477; la Real Provisión dada por Carlos I y Doña Juana en Tordesillas a 25 de abril de 1521 o la carta de Felipe II dada en Madrid a 4 de noviembre de 1562.

Ilustraciones de importancia

La decoración de la orla miniada de este documento es a base de motivos vegetales, insertando en el margen inferior izquierdo un elemento heráldico basado en un ángel con alas gules y azures que sostiene un escudo cuartelado, donde el primero y el cuarto van en plata con león rampante y el segundo y tercero en gules con banda dorada engolada con dragantes. Se trata del escudo de armas del condestable Miguel Lucas de Iranzo, persona que, como hemos comentado, suplicó y pidió al rey la concesión de este privilegio para los habitantes de Jaén “queriendo acrescentar la nobleza, onor e poblaçion de la dicha çibdat, e meiorar los estados e faziendas de los uezinos della”; y que Enrique IV tuvo a bien otorgar, en agradecimiento a sus múltiples servicios prestados.

Destacables son, igualmente, los diferentes elementos de validación del documento. Además del sello de plomo “pendiente en filos de seda a colores”, desgraciadamente hoy desaparecido, encontramos las siguientes:

Suscripción regia: “Yo, el sobredicho rey don Enrrique, reynante en vno con la reyna donna Juana, mi muy cara e muy amada muger, e con los infantes don Alfonso e donna Ysabel, mis muy caros e muy amados hermanos, en Castilla, en Leon, en Toledo, en Gallizia, en Seuilla, en Cordoua, en Murçia, en Iahen, en Baeça, en Badajoz, en Algarue, en Algezira, en Vizcaya, en Molina, otorgo este preuillejo e confirmolo”.

Columnas de confirmantes: apareciendo en primer lugar la propia confirmación de “Don miguel lucas condestable de Castilla (…) a cuya suplicaçion se otorgo esta franqueza”.

Signo rodado: que contiene el símbolo heráldico de Castilla y León, la mención “signo del rey don enrique” en el anillo interior y las confirmaciones del mayordomo real y su alférez en el anillo exterior.

Este 'documento del mes' estará expuesto en la Sala de Investigadores del Archivo (Edifico Moneo) hasta el día 31 de julio, de lunes a viernes en horario de 9:30 a 14:00.

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