Cristina Peña, la ceramista que arrasa en redes: "Me he dado cuenta de que Jaén apuesta por la artesanía y los artesanos"

Sus diseños son toda una declaración de intenciones: desde letras sacadas del refranero popular a versos flamencos y frases a modo de mantra. “Todo empezó por un encargo de una chica a la que iban a operar de cáncer de mama”, cuenta Cristina Peña. “Quería tener un plato con una frase para leerla día tras día. Hay palabras que conectan a la gente con la realidad o con lo que necesitan en ese momento”, añade.

Su firma acumula hoy más de 40.000 seguidores en Instagram, una labor que desempeña desde su hogar, a la espera de encontrar un local donde poder hacerlo. Su historia, en realidad, está llena de altibajos que la han llevado a desarrollar su tarea en el centro de Jaén. “Yo soy de Málaga, de Churriana. Allí tenía un local que no podía mantener, pues me ofrecían una subida del alquiler a la hora de renovar el contrato y no merecía la pena”.

La opción de buscar otro rincón donde seguir trabajando pasó por primero por la búsqueda de piso en otras ciudades conocidas como Sevilla o Granada, donde nuestra protagonista asegura haber encontrado patrones de conducta similares a los de Málaga. “Conocí una asociación de artesanos de Úbeda, fui un fin de semana de vacaciones y me enamoró por completo”.

Jaén, una ventana de oportunidades

Fue precisamente en esta ciudad Patrimonio de la Humanidad donde consiguió asentarse durante un tiempo hasta que, nuevamente, por avatares de la vida tuvo que mudarse a un piso en la capital jiennense. “Una de las razones por las que empecé con la marca hace dos años era acercar este oficio a la gente, sobre todo en cuanto al proceso artesanal, y en Úbeda está muy arraigada esta tradición”.

Después de unos meses de adaptación, esta ceramista autodidacta admite sentirse más que satisfecha con los resultados. “Me he dado cuenta de que Jaén apuesta por la artesanía y los artesanos”. Y aunque confiesa echar de menos la calidad de vida del casco urbano ubetense, incluso con el turismo diario, también ha sabido encontrar ventajas en su nueva ubicación: “Los pedidos de los proveedores, por ejemplo, te llegan antes”.

Recuperar la artesanía

Oficios como el suyo son toda una referencia en localidades como Bailén, Andújar o Arjonilla. “Quizá la cerámica de Jaén no se conozca como una granadina, pero a la vez es muy reconocible”, destaca. A sus 30 años admite haber encontrado un punto de conexión con las personas que acuden a su taller y materializarlo en la cerámica. Prueba de ello es el éxito de su ornamentación en toda Andalucía a través de la venta online, incluso con talleres de formación a lo largo y ancho de la provincia.

“Ya no hago encargos personalizados: subo los trabajos a la web y se venden, no repito piezas”, apunta. En este sentido, tiene mucho que ver su experiencia anterior como diseñadora gráfica en una empresa de ingeniería aeroespacial. “A veces te coartan la creatividad y se delimita mucho tu trabajo”. Fueron precisamente los recortes en plantilla derivados de la pandemia el punto y aparte necesario para dar un giro a su vida profesional. “Hay muchas personas que están en mi misma situación y encuentran un refugio en estas piezas”.