Chico Pérez: "La música, aunque se diga que es un lenguaje teórico, en realidad es una manera de expresarse"

La Catedral de Jaén se prepara para repetir uno de los grandes hitos musicales del pasado año. Después de aquel concierto de Navidad del año pasado, que logró reunir a más de mil personas y se convirtió en el más multitudinario jamás celebrado en el templo, Chico Pérez regresa con su propuesta 'Un Piano por Navidad'.

Será de nuevo una cita solidaria, organizada por la Fundación Caja Rural de Jaén, cuya recaudación se destinará íntegramente a Cáritas Diocesana. Tanto la Fundación como la Diócesis han subrayado la importancia de mantener este encuentro navideño, que une música, tradición y ayuda social en un escenario tan especial como la Catedral.

¿Qué supone para usted volver a tocar en la Catedral una vez más?

La verdad es que siempre me pasa igual, creo que con la Catedral se está creando una relación muy bonita. Desde el primer concierto con orquesta allí fuera, la inauguración del Festival de Otoño el año pasado, y el de Navidad y este por segundo año, pues bueno, la verdad es que muy contento, porque al final no todos los días se toca en un espacio así y mira que pasamos por escenarios bonitos, pero es verdad que tocar en la Catedral siempre es muy especial. Así que, muy contento, muy contento por hacerlo otra vez. Aunque más que contento, emocionado por hacerlo otra vez este segundo año, y luego además también por ver la respuesta del público.

¿Y cómo encaja en todo esto el carácter solidario de la cita? ¿Cómo se convierte el concierto en algo más que un evento musical?

Es una cosa que en todos los conciertos que hago en Navidad intento que esté presente porque, bueno, también aparte de la música, creo que siempre tiene una responsabilidad social. No solo el hacer música y tocar y tal, sino que también hay que aportar, si es posible desde nuestro punto, y en mi caso pues intento que esté presente. Entonces, igual que el año pasado que fue para La Dana, pues bueno, este año igual lo recaudará Cáritas y seguro que ayudará a los más necesitados en esta Navidad.

¿Qué va a encontrarse el público en la propuesta de este año? ¿Qué novedades destacarías para quienes asistan?

Hay alguna novedad, pero no la puedo contar, porque si no arruinamos la sorpresilla. Es verdad que al fin y al cabo seguirán estando las melodías que conocemos todos como Campanilleros, Noche de Paz, Blanca Navidad y Tamborileros. Aunque sí es verdad que he aderezado, digamos, con mi estilo personal que siempre me caracteriza, más flamenco. Y claro, seguiré acompañando la misma formación: dos voces, un violonchelo y el piano, pero sí habrá alguna sorpresa. También tendremos más músicos este año también sobre escenario que estoy seguro que van a aportar un toque súper bonito y diferenciar lo que pasó el año pasado. Entonces, manteniendo un poco la base de lo que se hacía, porque los villancicos no se crean nuevos todos los años, pero, sí habrá sorpresas.

2025 está siendo casi un año centrado en la creación, como la composición de la banda sonora para la campaña institucional del Día de Andalucía y en otros proyectos que tienes entre manos. ¿Cómo estás viviendo este tramo final?

Ha sido un año precioso, que arrancó con la campaña del 28F y que después se ha ido llenando de conciertos, festivales, bienales y mucho flamenco. Increíble en lo profesional, de esos que te demuestran que el trabajo está tomando un camino bonito y cerrarlo con los conciertos de Navidad me parece la mejor forma posible.

Son actuaciones que te sacan un poco de la dinámica habitual, porque el ambiente y la energía del escenario y del público son diferentes. Tanto quienes estamos arriba como quienes escuchan vivimos estos conciertos de otra manera. Primero por las fechas, claro, y después por los lugares en los que los hacemos: la Catedral de Jaén, la Iglesia de la Merced de Córdoba, la Colegiata de San Isidro en Madrid o la iglesia de Priego. Entonces son sitios que, bueno, que ya de por sí el lugar y el entorno te ayuda a sentirlos de otra manera, pero que además sirven para cerrar un año que ha sido súper bonito y que, si además nos emociona de una manera diferente, pues mejor que mejor.

Y después de hacer balance, toca mirar hacia adelante. ¿Qué viene ahora? ¿En qué está trabajando Chico Pérez de cara a este nuevo año que ya asoma, casi sin darnos cuenta? Porque 2025 se cierra, 2026 está a la vuelta de la esquina

El concierto de Madrid es el 2 de enero, pero para mí será como el último del año. Aunque ya caiga en 2026, lo siento como un cierre. Y lo primero que pienso es en descansar, porque ha sido un año de locos. Al principio pararé un poco, pero en febrero comienzo la grabación del nuevo disco en Madrid, donde estaré un par de semanas. A partir de ahí volverán los conciertos, así que será un año muy bonito también. Pararé solo un poquito al principio y, después, en febrero, llegará la presentación del nuevo disco, la gira. En fin, seguimos con la rueda en marcha.

Aprovechando que hablamos de la gira de conciertos, ¿qué ciudades o escenarios te resultan más especiales a la hora de tocar?

Bueno, por supuesto Jaén, que es mi tierra. También Madrid, que es la ciudad en la que más he tocado y donde viví; siempre me han tratado con un cariño enorme. Y Sevilla, que es donde vivo actualmente. Madrid, Sevilla y Jaén son las ciudades que más marcan mi calendario de gira, como el centro a partir del cual se organiza todo. Luego ya están Málaga, Córdoba, Barcelona, Ciudad Real y muchos otros lugares, pero sin duda Madrid, Sevilla y Jaén siempre han sido ese punto de apoyo desde el que se construye y se rodea la gira.

Y para terminar y entrando en un terreno un poco más personal, después de tanto trabajo y de tantos años sobre el escenario, ¿qué es lo que sigues sintiendo cada vez que te sientas frente al piano?

Es una sensación que siempre intento explicar: la música, aunque se diga que es un lenguaje teórico, en realidad es una manera de expresarse. Siento que en ese momento me voy a comunicar de otra forma, que las palabras no bastan, y que debo llegar al público y emocionarlo. Ese es siempre mi objetivo, pero a través del piano y de mi propio medio.

Además, hay un reto constante de hacerlo concierto tras concierto, y es algo que funciona en ambos sentidos: no solo intento emocionar al público, sino que también recibo su energía. Cada concierto es único precisamente por eso, porque la energía que se da y se recibe varía, y eso hace que cada actuación sea especial.