Los 'cazadores de temperaturas' en el clima más extremo de Jaén: "Llegamos a los -28,8 grados, récord del sur de España”
Desde el Proyecto Frostse explican que es la provincia con mayor variabilidad climática de Andalucía y del sur de la Península
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Entre las dolinas heladas de la Sierra de Segura y los termómetros que tiemblan bajo cero, un grupo de geógrafos, climatólogos y aficionados al tiempo, llevan casi una década midiendo el pulso del clima de Jaén, incluyendo el más extremo de esta zona de la provincia. Su nombre es Proyecto Frostse, y aunque empezó como una tesis sobre los polos fríos del Segura, hoy abarca más de mil estaciones meteorológicas entre Jaén, Albacete, la Región de Murcia y el sur de Alicante. “Siempre habíamos tenido esa pasión por la meteorología”, explica Víctor Ruiz, geógrafo y profesor en la Universidad de Sevilla, a Jaén Hoy.
“El proyecto nació en 2016 a partir de la tesis de un compañero que investigó sobre los polos fríos en la cuenca hidrográfica del Segura, que una parte de la misma abarca la provincia de Jaén. Éramos 20 integrantes los que lo iniciamos, primero se fundó el proyecto Frostse que era el estudio de los polos de frío en todo el sureste, no solamente en la cuenca del Segura. Ya en 2021 se realizó la red Suremet con las más de mil estaciones que está registrando actualmente”.
Desde entonces, esa red sigue en tiempo real los constantes cambios térmicos del sureste peninsular. El grupo trabaja de forma completamente voluntaria. Se apañan con grupos WhatsApp, mapas térmicos y un equipo tecnológico que recorre la geografía del sureste de España. “El seguimiento es diario, en los episodios de precipitación o con las advecciones de frío, pues hacemos un seguimiento más intenso y también en verano con los episodios cálidos, hay algunas zonas de Jaén que alcanzaron zonas por encima de los 40 grados. Estamos en contacto diario a través de grupos. En su día, fueron los primeros foros de internet”, explica Ruiz.
A Frostse lo sostienen la precisión y el entusiasmo porque todo el trabajo nace de forma altruista y por pasión. No obstante también han podido hacer convenios de colaboración con organismos públicos, como por ejemplo la Mancomunidad del Canal de Sevilla. "Con Aemet o en los últimos meses estamos ya haciendo una colaboración con la Confederación Hidrográfica del Segura, y también queremos ampliarla en un futuro a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir o a la del Guadiana. Con la Aemet se quiere conseguir integrar algunas estaciones en su red, pero es un proceso más lento, aunque se interesan por nuestros datos”, cuenta el fundador.
Las expediciones, cuadernos de campo y botas embarradas, forman parte de este trabajo. Es el punto de encuentro de muchos de ellos cuando pueden sacar tiempo libre para llevarlas a cabo. “También tenemos termómetros instalados por diferentes puntos de la geografía del sureste y se realizan expediciones para recoger estos datos. Por ejemplo, en Pozo Romero tenemos un termómetro en estación online, porque al final un termómetro manual es más difícil que falle que la propia estación con temas de cobertura, que algunas veces es complicado”, cuenta Ruiz.
Los instrumentos son variados, desde las estaciones automáticas que envían datos en tiempo real, hasta los data loggers, dispositivos electrónicos portátiles que registran automáticamente la temperatura de manera autónoma durante un período determinado. Estos se encuentran en zonas más inhóspitas y más difíciles de acceso, como los campos de Hernán Pelea y la zona del Calar de la Cabrilla, en término municipal de Cazorla.
-28,8 grados, el punto más frío del sur de España
De todas las cifras que Frostse ha registrado, hay una que vibra en el recuerdo del grupo: -28,8 grados, en enero de 2021, en la Sierra de la Cabrilla, Cazorla. “Esa es la mínima más baja que se ha registrado en el sur de España por cualquier organismo”. “Fue un episodio único, porque probablemente en décadas pasadas sí que se dieron condiciones más proclives, pero en los últimos años con el calentamiento global cada vez son menos frecuentes estos episodios de frío”, cuenta con entusiasmo Ruiz.
Aquellos días el paisaje era un tablero de nieve. “Hubo una nevada muy importante los días previos, se habían acumulado diferentes capas y ya, sobre todo con Filomena, se registraron espesores que dieron lugar a ese acumulado”. El viaje para recoger los datos fue, en sí mismo, una pequeña aventura. “Con esos -28 grados que se registraron, la expedición la hicimos en marzo de 2021 porque antes fue imposible con la nieve, y fue un día que lo disfrutamos al máximo por esa ilusión de poder comprobar la temperatura que se había registrado. Todavía era época pospandemia, era un poco complejo poder ir a recoger los datos. Tuvimos que ir con un salvoconducto para poder pasar de la provincia, pero mereció totalmente la pena comprobar ese registro. Podíamos intuir que había bajado de los -25 grados, pero fue una sorpresa”, cuenta el geógrafo.
En Pozo Romero y los Campos de Hernán Pelea, la geografía se convierte en un auténtico congelador de la naturaleza, tal y como describe Ruiz. “En esa zona se dan esas mínimas térmicas porque existe un complejo kárstico con diferentes formaciones, y las que son más propensas para acumular el aire frío son las dolinas, que permiten la formación de piscinas de aire frío por su forma geomorfológica. Ahí se va acumulando el aire frío y en situaciones de gran estabilidad atmosférica pueden darse diferencias enormes, en el borde de la dolina puede haber 18 grados y en el interior tener una temperatura cercana a 0 grados. Es como meterse en un auténtico congelador”.
Los Campos de Hernán Pelea, añade Ruiz, son una de las zonas de España y de la Península Ibérica que tiene más número de dolinas. Además, de que la altiplanicie está rodeada de picos por encima 1.700 metros, esa altura ya actúa como una propia piscina de aire frío en su conjunto, pero ya adentrados en las dolinas pueden ir arañando una décima más al frío.
La estación soñada
Ahora, Frostse espera poder instalar una estación online en Hernán Pelea, “pero todavía estamos esperando los permisos del parque. Sería lo mismo que las otras estaciones, emitiría los datos a tiempo real, que sería un paso muy importante para monitorizar esta altiplanicie, que es la mayor del sur de España y una de las mayores de Europa”.
Los trabajos de campo, confiesa: "Los disfrutamos muchísimo". Por incompatibilidad del trabajo, la mayoría de expediciones ahora las hacen en verano, aunque el calor sea el protagonista, en esta zona cambia y es un auténtico oasis térmico. "Es una auténtica pasada toda la altiplanicie y poder ver los animales en plena naturaleza”, detalla el cofundador del Proyecto Frostse.
El grupo mantiene su “campo base” en Pontones, en la Fonda del Perchel, donde la familia de uno de los voluntarios, Raúl les recibe año tras año. “Raúl tiene en su restaurante una estación meteorológica que la verdad que es una joya para poder monitorizar sobre todo las precipitaciones en la cabecera del Segura, pero también la temperatura, porque en el propio casco urbano de Pontones se alcanza casi todos los años -10 grados”, cuenta.
Cuando el verano arde
El frío extremo es solo una cara de la moneda. El calor abrasador y persistente, dibuja la otra cara de la provincia de Jaén. Sobre temperaturas máximas, monitorizaron los datos de los núcleos urbanos que han superado más de 30 días los 40 grados, que son Guarromán, Begíjar, Lopera, Andújar, Puente de Génave, Jaén (Puente Jontoya), Villargordo, Bedmar y Garcíez, Bailén y Arjona. La máxima absoluta desde que empezaron a registrar es en Villanueva del Arzobispo, en el Cortijo Rompecalzas, con 47.3 grados el 17 de julio de 2023. "Es algo que hace la vida muy difícil durante el verano. Nosotros decimos que a partir de Beas de Segura empieza el infierno en Jaén”, expresa Ruiz.
“Siempre decimos que es la provincia con mayor variabilidad climática de Andalucía y probablemente del sur de España”
El contraste es brutal, la misma provincia que puede registrar -25 grados en invierno y 47 en verano. “Siempre decimos que es la provincia con mayor variabilidad climática de Andalucía y probablemente del sur de España”, explica el geógrafo.
Ruiz no duda en afirmar que Jaén ha sido una de las "más afectadas" por el calentamiento global, con ese incremento de las temperaturas. Desde que comenzaron sus registros, en 2006, han visto cómo las mínimas suben, los inviernos se acortan y los frentes atlánticos escasean. “Es una tendencia que va en aumento y está teniendo un incremento muy importante, sobre todo en los valores máximos y en las mínimas, que cada vez son más elevadas. También es una de las provincias más afectadas por el descenso de las precipitaciones, ya que gran parte depende de la llegada de frentes atlánticos y estos cada vez son menos frecuentes”, afirma.
Las heladas de Pozo Romero, que antaño eran un prodigio constante, también se resienten. “La continuidad y persistencia de esos días de frío extremo está descendiendo claramente... aunque es verdad que en estas zonas tienen una mayor estabilidad atmosférica que favorece la helada, cada vez los inviernos son más secos”, expresa.
“Nuestro objetivo es seguir instalando estaciones y sobre todo damos las gracias a los cientos de aficionados que han confiado en nosotros para incorporar su estación de forma altruista a nuestra red”, explica Víctor Ruiz. Cada nuevo punto de monitorización y cada registro de temperatura amplía el conocimiento del clima más extremo y variable del sur de España.
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