La espera que llega, la Magna aguarda su momento: "Vengo de Madrid a sacar al Cristo del Consuelo de Cazorla"
Miles de fieles llenan la calle Virgen de la Cabeza mientras los tronos y pasos esperan su salida oficial
Directo: Comienza el Rosario Magno de Jaén con la salida de las primeras imágenes
La fe mueve montañas y miles de personas, traspasa las fronteras y conmueve el corazón de una ciudad, la capital de Santo Reino, que hoy se envuelve en la solemnidad de un pueblo unido, que se rinde ante los ojos de Dios por la devoción de sus imágenes marianas y cristológicas de toda la Diócesis, representando los misterios del Santo Rosario. Venidos desde toda la provincia, pero también fuera de ella, Madrid, Huelva, Almería, miles de fieles han llegado a Jaén para vivir una Magna histórica. "Yo soy de Madrid y vivimos allí, pero mis padres son de Cazorla. Desde que soy pequeño y hemos bajado al pueblo he sentido la fe por el Cristo del Consuelo", cuenta Luis Gutiérrez.
El incienso va llegando a la calle Virgen de la Cabeza, escenario central del Rosario Magno, la ciudad despierta convertida en templo abierto. Poco a poco, el gentío ocupa los laterales del cortejo, en el centro, se van alineando los pasos y tronos que representan veinte devociones, veinte misterios del Santo Rosario (gozosos, luminosos, dolorosos y gloriosos).
La expectación es máxima. Miles de personas se arremolinan en torno a cada llegada. Ancianos cogen de la mano a sus nietos y los más pequeños encaramados a los hombros de sus padres, jóvenes con móviles en alto que quieren inmortalizar el instante junto a las imágenes venidas de toda Jaén. Mientras se suceden los vivas, algunos se acercan para hacerse fotos junto a los tronos ya plantados en el centro de la calle. Otros guardan silencio, sobrecogidos por la solemnidad del momento.
La devoción ha traído hasta aquí a personas desde muy lejos. "Vengo de Almería porque vivo allí, pero soy de Jaén, he venido hasta aquí porque sale la Virgen de la Fuensanta, la patrona de Villanueva del Arzobispo, el pueblo de toda mi familia y estoy aquí con ellos, para vivir un momento histórico y emocionante", explica María José Martínez.
En la multitud también resuena la voz emocionada de Francisca Aranda, llegada desde la Sierra de Cazorla: "Vengo de Quesada y vengo a venerar a la Virgen de Tíscar que es nuestra patrona, para mí significa todo. Desde allí han venido seis autobuses". Desde la otra punta de la provincia, de Bailén ha llegado la Virgen de Zocueca Coronada, Patrona de la ciudad. Francisco Comino, su capataz, recuerda cómo arrancaba la jornada: "He venido con la Patrona de Bailén, es un día que hemos empezado con muchos nervios e ilusión, la verdad que disfrutando mucho. Hemos llegado a las 8 y media de la mañana. Soy devoto desde que nací, soy hermano de la Cofradía desde muy pequeño y de capataz llevo desde el año 2009".
Las horas avanzan, y con cada nuevo paso que entra en la calle Virgen de la Cabeza, la emoción crece. Los patronos de Arjona, San Bonoso y San Maximiano, despiertan la devoción de Chari García. "Soy devota de toda la vida, pienso que es algo único, algo que en mis 27 años no he vivido y creo que pronto no se va a volver a ver. Es muy bonito, diferente a lo que se vive en Arjona, hoy es algo más íntimo y sentimental", cuenta.
La música también es un elemento fundamental en este día que da sentido al acompañamiento de las imágenes. Miguel Trujillo, percusionista de la Santa Cena de Linares, así lo expresa: "Salgo tocando el bombo con la Santa Cena de Linares, nosotros tocamos piezas musicales, que no son marchas de Semana Santa típica, además la percusión tiene su música aparte". La ciudad escucha una sinfonía distinta, en la que cada hermandad aporta su propio sello sonoro.
El instante más esperado, sin embargo, se produce cuando aparece "El Abuelo". Su llegada provoca un silencio denso, roto después por un clamor que recorre de punta a punta la calle: "¡Viva El Abuelo!". La emoción desborda la calle, y en ella se encuentran, Paqui Burgos y Manolo García, llegados desde Torres para acompañar a su hija: "Venimos de Torres porque venía mi hija a custodiar a El Abuelo y por ver a todos los santos, somos muy devotos. Ella es hermana de El Abuelo y además saca todos los años a la Verónica. Es un día muy importante para ella y estoy emocionada". Su padre añade con orgullo: "Desde que tengo uso de razón he venido a ver El Abuelo, es una vocación heredada que viene de nuestros abuelos y bisabuelos, es la primera que ha conseguido ser hermana. Es un orgullo para nosotros y ha conseguido dos cosas que yo no he podido, ser hermana de El Abuelo y ser hermana mayor de la Virgen de la Cabeza de nuestro pueblo, eso es un orgullo muy grande".
La comunión se palpa también en los costaleros. José Navarro, de la Oración en el Huerto de Andújar, no esconde su emoción: "Es un día histórico, mucho tiempo sin ver esto en Jaén y formar parte de ello, es muy bonito poder llevar a costar a la Oración del Huerto de Andújar aquí en la capital con el resto de imágenes. Además, lo llevo sacando cerca de diez años", cuenta.
Cuando el reloj marca las doce, todos los pasos ya reposan en la calle Virgen de la Cabeza. Bajo un sol abrasador, la multitud aguarda la Eucaristía Jubilar presidida por el Obispo de Jaén, Sebastián Chico. En el altar, enaltecida, la Virgen del Rosario de la Hermandad de la Amargura preside la celebración. El obispo eleva sus oraciones, y con él cofrades y devotos se unen a la misa de campaña. La mañana se convierte así en historia viva de la ciudad. Jaén revive el eco de aquella Magna Mariana de 1950 y lo trasciende en comunión, esperanza y unidad.
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