David Uclés, el escritor revelación de Jaén que continúa su conquista literaria y pregona en su tierra

CULTURA

Su novela 'La península de las casa vacías' alcanza ya la 19ª edición entre los libros más vendidos de todo el país en el último año

David Uclés, escritor: "No voy a poder componer nunca una carta de amor tan grande a Jaén como este libro"

David Uclés, reconocido en la modalidad de novela. / Macarena de Rocío / Siruela

Su historia, la de este país, se recrea en los tiempos convulsos que terminaron por modelar el argumento de sus personajes. La semilla de su obra estaba plantada desde un principio hasta que el riego de un realismo mágico terminó de enaltecer este brote de literato que hoy se impone en las estanterías. El ubetense David Uclés y su novela 'La península de las casas vacías' alcanzan ya la 19ª edición como uno de los libros más vendidos de España en el último año.

Este hito que parece difícil de alcanzar para alguien desconocido hasta hace prácticamente unos meses aspira ya a convertirse en el referente literario de toda una generación. Su trama es altamente compleja, tanto como su autor, hasta el punto de que sus cerca de 700 páginas albergan el desarrollo de toda una genealogía familiar. Hay espacio para todo: para el conflicto político, para la tensión militar, el escenario bélico, el amor romántico y la comedia más irónica.

Hay quienes la definen como "una novela total", seguramente por todo cuanto abarca. Uclés, sin embargo, se recrea en la sencillez de la tragedia para poner en su sitio a cada uno de los personajes que engloba su obra. El resultado, desde luego, acumula ya notables éxitos en su ruta: el Premio Cálamo Libro del Año 2024, el Premio Andalucía de la Crítica, candidato español al Premio Literario de la Unión Europea, Premio Kelvin 505 del Festival Celcius 232 a la mejor novela original en castellano publicada por primera vez en España en 2024 y el Premio Espartaco en la Semana Negra de Gijón a la mejor novela histórica escrita en español, entre otros reconocimientos.

Jándula y Quesada

En estos meses de verano en los que un libro se convierte en el navío perfecto para viajar a la orilla de cualquier playa, el de este jiennense también se emplea a fondo con la representación de su tierra. Jándula, ese pueblo de nombre ficticio desde donde parte su prólogo y concluye su epílogo, se inspira sin complejos en Quesada. Allí el autor se reconoce en cada una de sus calles y costumbres, tanto que ha sido nombrado pregonero de las fiestas del municipio. Así mismo lo compartía en sus redes sociales hace unas semanas:

Su apuesta por esta versión alternativa del pueblo quesadeño ha servido incluso para captar el interés de nuevos visitantes que, enamorados de su historia, han querido desplazarse hasta la localidad para sentirse parte de esta escenografía tan peculiar. Así, mientras Uclés prosigue su conquista literaria en las estanterías, aún hay quien se sorprende al descubrir su mágica novela: una ficción (o no ficción, más bien) sin precedentes.

Sinopsis de la novela

He aquí la historia de la descomposición total de una familia, de la deshumanización de un pueblo, de la desintegración de un territorio y de una península de casas vacías.

La historia de un soldado que se raja la piel para dejar salir la ceniza acumulada, de un poeta que cose la sombra de una niña tras un bombardeo, y de un maestro que enseña a sus alumnos a hacerse los muertos; de un general que duerme junto a la mano cortada de una santa, de un niño ciego que recupera la vista durante un apagón, y de una campesina que pinta de negro todos los árboles de su huerto; de un fotógrafo extranjero que pisa una mina cerca de Brunete y no levanta el pie en cuarenta años, de un gernikarra que conduce hasta el centro de París una camioneta con los restos humeantes de un ataque aéreo, y de un perro herido cuya sangre teñirá la última franja de una bandera abandonada en Badajoz.

He aquí pues la historia total de la Guerra Civil española y de una Iberia agonizante donde lo fantástico apuntala la crudeza de lo real; donde los anónimos miembros de un extenso clan de olivareros de Jándula cruzan sus destinos con los de Alberti, Lorca y Unamuno; Rodoreda, Zambrano y Kent; Hemingway, Orwell y Bernanos; Picasso y Mallo; Azaña y Foxá; donde lo épico y lo costumbrista se entrelazan para tejer un portentoso tapiz, poético y grotesco, bello y delirante.