Dos estudiantes tosirianos a punto de estudiar Bachillerato al otro lado del Atlántico: "Tengo más ilusión que nervios"
EDUCACIÓN
Su estancia en el segundo país más grande del mundo se prolongará durante los próximos diez meses gracias a la beca concedida por la Fundación Amancio Ortega a 450 jóvenes de toda España
El alumnado de los Cursos de Verano de la UNIA en Baeza define la formación como “un aprendizaje experiencial”
Estudiar Bachillerato tan lejos de casa no es algo que estuviese entre los planes de María Melero. Escuchó hablar de las becas ofertadas por la Fundación Amancio Ortega a través de una amiga y decidió probar suerte. Ahora, varios meses después y tras superar las distintas fases, ella y Javier Pérez están a punto de cruzar el Atlántico para seguir su formación en Canadá.
Estos dos jóvenes estudiantes de Torredonjimeno viajarán en unos días a la otra punta del mundo después de haber resultado seleccionados entre las 450 becas disponibles en toda España. “No me esperaba en ningún momento que me la fuesen a dar”, expresa Melero mientras ultima los detalles de su traslado inminente. Frente a las cerca de 10.000 solicitudes registradas este año, su nota media de 10 en la ESO y las pruebas han determinado que sea una de las becadas.
Desde que salieron las listas oficiales el pasado mes de diciembre, su madre ha tenido tiempo de sobra para asimilar la noticia. “Tengo sentimientos encontrados, pues siento una alegría enorme y a la vez tristeza de saber que no estará aquí en algunas fechas señaladas”, lamenta Susana Mármol. Para ella, sus hijos son un apoyo incondicional, aunque entiende la necesidad de coger las oportunidades que vengan. “Yo he perdido muchas en la vida”.
Y aunque María ya estuvo en Polonia durante unos días, asegura que será la primera vez que pase tanto tiempo en el extranjero: diez meses, ni más ni menos. No obstante, su juventud la empuja a trazar un plan de ruta más que sólido. “Cuando vuelva de Canadá me gustaría seguir la rama sanitaria y, si me da la nota, estudiar Medicina”.
Sin miedo a alzar el vuelo
Por su parte, Javier está a punto de cumplir un sueño. “Tengo más ilusión que nervios”, admite. Siente una alegría inmensa de contar con esta oportunidad que le ha brindado su propio esfuerzo y es que, a pesar de tener solo 16 años, tiene claro que “desde que tenía 5 años decía que me quería ir de viaje a estudiar”.
Desde 2022 ha querido Pérez echar su solicitud para terminar cursando Bachillerato en el segundo país más grande del mundo. La casuística ha querido que tanto él como María vayan a compartir esta misma experiencia, si bien lo harán en dos localizaciones completamente distintas: una viajará hasta una isla pesquera y el otro lo hará en un pueblo cercano a Otawa.
Javier ya ha estado en Irlanda y sabe lo que es estar fuera de casa. “Me seleccionaron para un Erasmus de larga movilidad a un pueblo de Irlanda durante cuatro meses”, cuenta. Si bien el proceso de adaptación es complicado, tiene grandes expectativas por delante para llegar a ser ingeniero informático. “Él está encantado y tiene que aprovechar esta ocasión”, incide su madre, Gloria Caravaca. “Es bastante duro, pero tenemos que dejar que sean lo que quieran ser”.
¿En qué consiste la beca?
La beca de la Fundación Amancio Ortega es un programa dirigido a estudiantes españoles de 4º de ESO que desean cursar 1º de Bachillerato en Canadá o Estados Unidos. Su objetivo es ofrecer a jóvenes con buen expediente académico y recursos limitados la oportunidad de vivir una experiencia educativa y personal en el extranjero, mejorando su formación, su nivel de inglés y sus competencias interculturales.
La beca cubre prácticamente todos los gastos: matrícula y estancia en un instituto público norteamericano, alojamiento con una familia de acogida, seguro médico, viaje de ida y vuelta y una asignación mensual para gastos personales. Además, la Fundación proporciona seguimiento y apoyo durante toda la estancia, facilitando la adaptación del alumnado y garantizando una experiencia segura y enriquecedora.
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