Mercadona viaja a La Real Carolina en busca del paté de perdiz de mayor calidad con sello jiennense

En La Carolina, cuando el aire baja cargado de humedad y aroma a tierra mojada, hay un sabor que resume toda esa esencia: el del paté de perdiz. Su textura cremosa y su aroma profundo a caza recuerdan a los fogones antiguos, a recetas que nacen casi por casualidad y acaban convirtiéndose en símbolo de un lugar. Así nació, hace más de medio siglo, el paté que hoy viaja desde Jaén a las estanterías de más de 300 tiendas de Mercadona de España.

Todo comenzó en un pequeño hotel de La Carolina, cuando unas perdices de caza sobrantes dieron lugar a una receta improvisada para rellenar canelones. El resultado sorprendió tanto que aquel experimento acabó convertido en un producto propio. Con el tiempo, esa receta tradicional se transformó en el alma de La Real Carolina, una empresa familiar que ha sabido unir artesanía, calidad e innovación.

“En nuestra fábrica no tenemos prisa”, explica José Manuel Marín, director de producción. “Seleccionamos cuidadosamente cada materia prima: aceite de oliva virgen extra, perdiz, hígado, cebolla, champiñón… todo natural y de primera calidad. Si los ingredientes son buenos y el proceso se hace con cariño, el resultado no puede fallar.” El proceso es completamente artesanal y cada lote pasa por distintos controles de laboratorio antes de llegar al consumidor. “El tiempo y el mimo son nuestros mejores aliados”, afirma Marín. “Esa es la clave para mantener la calidad año tras año”.

La gerente, Cristina Rodríguez, destaca cómo la relación con Mercadona ha permitido introducir mejoras progresivas en la empresa: las continuas visitas de la cadena sirve para detectar ajustes en los procesos y en el departamento de calidad, consolidando así un plan interno que antes carecía de una persona dedicada exclusivamente a esta labor. Como ella misma señala, Mercadona “nos indica mejoras que se han ido haciendo de manera progresiva”, subrayando cómo esta colaboración impulsa la mejora continua y la organización interna.

La innovación también tiene rostro femenino en La Real Carolina. Toñi Espín, responsable del departamento de calidad, presenta la gran novedad de la marca: un paté de perdiz con dátiles y tomate que une el sabor intenso de la caza con un toque dulce y natural. “Es un producto único porque combina el paté y su confitura en una sola lata. Creemos que va a gustar mucho por su sabor y su originalidad”, explica Espín. Este lanzamiento, reconocido como mejor paté popular de La Carolina, estará disponible esta Navidad en los lineales de Mercadona como símbolo de la apuesta compartida por la calidad y la innovación.

Espín subraya además la importancia de departamento de calidad: “Queremos que nuestros clientes confíen plenamente en lo que consumen. Por eso trabajamos con proveedores certificados, materias primas naturales y productos sin aditivos ni conservantes”. Además, gracias a los consejos del “Jefe” de Mercadona (los propios consumidores) La Real Carolina ha apostado por consolidar los controles, pues, tal y como reconoce Rodríguez, “aunque sí que teníamos una línea de calidad, antes no teníamos a una persona que se dedicase por completo a eso”.

En su afán por la sostenibilidad, Mercadona ha optimizado el formato de las cajas de paté, que pasaron de ser de 12 unidades a 24. “Así reducimos el uso de cartón, mejoramos la reposición en tienda y todo eso repercute en el precio”, señala Marín.

Sabores con sello jiennense

El modelo de colaboración de Mercadona con sus proveedores se basa en la confianza, la estabilidad y el crecimiento conjunto. En el caso de Jaén, la compañía realizó durante 2024 compras a proveedores por valor de más de 180 millones de euros, una cifra que supone un incremento de más del 25 % respecto al ejercicio anterior.

En la provincia, Mercadona colabora con 11 proveedores de productos y más de 100 proveedores no comerciales y de servicios, lo que refuerza su impacto positivo en el tejido empresarial jiennense.

Además de La Real Carolina, Mercadona acerca a sus clientes otros productos locales de gran calidad elaborados por empresas de la provincia, como Jaencoop, Aceites Oro Bailén (Aceite Casa Juncal), Alfonso Rivillas (licores sin alcohol), Aceitunera Jienense o Titos Bolívar, conocidos por su emblemática morcilla.

Con iniciativas como esta, Mercadona demuestra que su modelo de éxito se basa en crecer junto a las personas y las empresas de su entorno, impulsando la economía local y poniendo en valor los productos que nacen en Jaén para llegar a toda España.