Dejarlo todo para empezar de cero y emprender. La jiennense, Mar Liñán, muestra las dos caras de ser autónoma

Mujeres emprendedoras de Jaén.
Mujeres emprendedoras de Jaén.

Emprender es una decisión arriesgada e ilusionante, una montaña rusa de contratiempos, pero también de gratificaciones. Dar los primeros pasos con aplomo es complicado, y en Jaén hay un amplio grupo de mujeres que se atreven a abrir su propio negocio y trabajar por cuenta propia. El porcentaje de crecimiento de nuevas constituciones de autónomos es mayor en mujeres que en hombres, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Es el caso de Mar Liñán, la primera consultora y auditora especializada en protección de datos y privacidad de Jaén, que opera también a nivel nacional. La jiennense, con solo 29 años y un bebé recién nacido decidió dejar el trabajo que tenía y empezar de cero y sola. Reinventarse y ser la dueña de las decisiones que tomaría a partir de entonces en la nueva empresa.

"Me divorcié y no tenía quien me echara una mano con el bebé. No podía trabajar al ritmo que trabajaba antes, viajando mucho, pasando muchísimas noches fuera de casa, ya no me lo podía permitir porque además mi hijo era lactante, era imposible", expresa Liñán.

Una traba para las mujeres sigue siendo la conciliación familiar, a pesar de los nuevos permisos de maternidad. En Jaén se encuentra la Asociación Provincial de Mujeres Autónomas (Amet), de la que Liñán es la presidenta. Desde allí dan información para todas las mujeres que lo necesiten, ofrecen cursos, asistencia y realizan actividades. Está formada por 90 autónomas de todos los sectores, desde peluquerías, comercio, empresas de servicios como constructoras, empresas de asesoría, administración de fincas, incluso empresas que trabajan a nivel internacional. Entre ellas se encuentran dos socias que fundaron la primera constructora femenina de la provincia.

Clichés y prejuicios

Son mujeres valientes porque se enfrentan a clichés y a la sombra que todavía existe del techo de cristal, el poder de encabezar su propia empresa. Tienen que hacer el doble de esfuerzo por ganarse la confianza. A los que se suma la dificultad de arriesgarse en un proyecto nuevo. "En esa época había solamente hombres en el sector de la protección de datos. Todos me veían como la niña. La niña que ha puesto una consultora. Yo peleaba con muchísima experiencia. Pero la gente al final no te toma igual de en serio que al típico hombre, ya con una edad, y su traje de chaqueta. Me costó mucho que la gente confiara en mí", cuenta Liñán.

Con el fin de ayudar a otras personas que quieren arrancarse a ser autónomos, Mar Liñán ha escrito un libro, llamado 'Diario de una autónoma', donde cuenta su experiencia y los obstáculos que tuvo que sortear. "Estaba viendo que realmente el autónomo muchas veces se siente solo porque le suceden una serie de problemas en el desarrollo de la trayectoria empresarial, que o bien por vergüenza, o bien por no saber cómo buscar la solución comete errores", señala.

Mar Liñán estuvo a punto de tirar la toalla en muchas ocasiones porque no fue un camino fácil, sin embargo, luchó hasta conseguir lo que hoy tiene. "Para mí esto es como un hijo también. Tanto sacrificio, tantas noches sin dormir, tanto esfuerzo...Vuelves a sacar las fuerzas de nuevo y te levantas y tiras para adelante", explica.

Mar Liñán, presidenta de la Asociación de Mujeres Empresarias de Jaén.
Mar Liñán, presidenta de la Asociación de Mujeres Empresarias de Jaén.

Algunas se rinden porque no llegan a fin de mes

Lo más complicado de ser autónomo, para la jiennense, es el trato del personal ya que está trabajando con un equipo, y los impuestos. "La mayor preocupación es que la Administración es demasiado exigente. A la hora de la contratación es un problema muy grande para nosotras, prácticamente no hay ayuda, solamente para sectores muy específicos. Entonces, eso es un problema grande porque yo veo a muchas compañeras que están saturadísimas, trabajando de lunes a domingo, echando un montón de horas, pero económicamente no pueden pagarle a otra persona", cuenta Liñán.

Por ello, a pesar de que ha incrementado el número de altas de mujeres autónomas, también hay otras muchas que queriendo continuar no pueden debido a la gran carga de trabajo, y tampoco tienen la posibilidad de contratar a más personal porque no llegan a fin de mes o no pueden pagar el alquiler de los locales. Muchos autónomos llevan expresando un largo tiempo su malestar por las elevadas cuotas a las que tienen que hacer frente.

Aunque ser autónomo tiene otras muchas ventajas, que Liñán explica, como es la conciliación laboral con la familiar o la libertad a la hora de tomar decisiones. "Ahora el niño tiene las vacaciones del cole, pues yo esos días me los puedo coger, o si se pone malo puedo atenderlo". Eso sí, la desconexión de su trabajo no existe, pues tiene que estar atenta las 24 horas del día, los siete días de la semana.

En Jaén, según los últimos datos del INE de 2022 hay 12.725 autónomas, y en 2020 había 12.160, la tendencia ha sido ascendente desde entonces. En el caso de los hombres también han ascendido el número de autónomos, pero con una mayor inestabilidad y épocas de muchas bajas.

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