Municipios de Jaén se preparan para medir el gas radón: "Estamos buscando profesionales que lo analicen"
El Consejo de Seguridad Nuclear pide y recomienda controlar el gas radón en 24 localidades de la provincia
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Linares, Guarromán, Santa Elena y Andújar son los municipios que más bajo la lupa están por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) debido al gas radón y algunos ya se están preparando para medir su incidencia. El riesgo sanitario de este gas comenzó a estudiarse seriamente a mediados del siglo XX, sobre todo a raíz de casos de mineros expuestos en Europa Central y Estados Unidos con cáncer de pulmón y la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo clasificó como cancerígeno humano en 1988. En España, el CSN comenzó a desarrollar mapas de exposición y estudios más completos en los años 2000.
Sin embargo, no ha sido hasta los últimos años cuando se ha definido áreas más específicas sobre los lugares de afectación. Recientemente, el CSN dentro del Plan Nacional contra el Radón ha elaborado el mapa oficial de potencial de radón y ha entrado en vigor la Instrucción IS-47 del CSN, que identifica por primera vez los municipios con medición obligatoria.
Jaén es una de las provincias afectadas por la presencia de gas radón con 24 municipios en total en los que se ha detectado más presencia de esta sustancia natural, invisible e inodora, pero con efectos directos sobre la salud. Este gas radiactivo se genera por la desintegración del uranio en suelos y rocas. Así, estas localidades aparecen dentro del Plan Nacional contra el Radón.
Se filtra desde el subsuelo y se acumula en espacios cerrados, como viviendas, sótanos o centros de trabajo. Puede incluso estar presente en el agua. A pesar de que en exteriores suele disiparse fácilmente, en interiores puede alcanzar niveles peligrosos sin que nadie lo perciba. En España, se calcula que el radón es responsable de más de 1.500 muertes por cáncer de pulmón cada año, especialmente en personas no fumadoras. “Hay muchos domicilios en esta zona que son prioritarios, donde hay más acumulación, que tienen en sus casas medidores. Y cuando el nivel es alto la única medida que se puede tomar es abrir ventanas, abrir puertas para que el gas salga”, explica Sergio Ocaña, responsable de Prevención de Riesgos Laborales de CSIF Jaén.
La aprobación de la Instrucción IS-47 del CSN, junto con la actualización del Código Técnico de la Edificación (CTE), da por fin forma legal a una serie de obligaciones para proteger a la población trabajadora. En todas las instalaciones laborales ubicadas en municipios de Zona II, se deberá medir el radón en las zonas interiores donde haya personal, quedando excluidos únicamente los espacios al aire libre.
Los municipios de Andújar, Guarromán, Linares y Santa Elena han sido clasificados como Zona II, es decir, zonas de actuación prioritaria. Esto implica que todos los centros de trabajo cerrados, especialmente aquellos ubicados en planta baja o bajo rasante, deberán medir obligatoriamente la concentración de radón en el aire. La normativa busca reducir la exposición de los trabajadores a este gas. El alcalde de Guarromán, Alberto Rubio, explica a Jaén Hoy que contactaron con ellos a través del sindicato CSIF, aunque según tenían conocimiento las nuevas construcciones tienen que tener en cuenta en su edificación este aislamiento por el gas radón.
Recientemente, CSIF en Jaén ha llevado a cabo una serie de actuaciones para solicitar información sobre qué intervenciones se han realizado en los centros y lugares de trabajo situados en zonas de la provincia con mayor probabilidad de presencia de gas radón. El sindicato ha presentado escritos en los ayuntamientos que pudieran verse afectados y en centros dependientes de la Junta de Andalucía, con el fin de conocer de primera mano cuáles son las actuaciones que se están desarrollando sobre este tema.
"Desde el sindicato nos han comunicado que tenemos que tomar mediciones en el Ayuntamiento, aunque hay que tener en cuenta que nosotros somos un Ayuntamiento pequeño, no tenemos capacidad. Estamos buscando a ver si hay alguna empresa especializada que nos pueda hacer ese tipo de medición porque claro, lo que no podemos es comprar un medidor de gas radón en internet sin saber la fiabilidad que pueda tener”, cuenta Rubio.
El alcalde asegura que están intentando coordinarse con otros municipios de la provincia para encontrar soluciones conjuntas: “Nosotros hemos llamado a Linares porque como ellos tienen la misma situación que nosotros, estamos intentando ver si nos puede dar un poco de luz para ver con qué empresa se puede trabajar para que nos hagan las mediciones.”
Por su parte, Ocaña, explica que es un riesgo que hay que medir como cualquier otro, y por eso tomaron esa iniciativa, preguntar primero si se habían hecho las mediciones y, si no, pedir que se cumpla la obligación.
El representante sindical señala que algunas familias y empresas en Andújar y Linares ya cuentan con medidores instalados: “Hay familias en Andújar, en Linares, que tienen en su casa un medidor porque se sabe que los niveles son altos, y también algunas empresas lo tienen”, añade.
Desde el sindicato aseguran haber remitido escritos tanto a la Junta de Andalucía como a los ayuntamientos afectados. Según Ocaña, la Consejería de Justicia ya ha dado respuesta afirmando que se realizarán mediciones en todos los juzgados andaluces. “Nos han confirmado que se ha dado orden de que en todos los juzgados, no solo de Jaén, sino de todas las provincias, se hagan esas mediciones, porque hay juzgados también en Linares y Andújar”, afirma el representante sindical.
El alcalde también muestra su preocupación por la falta de claridad en la aplicación práctica de la norma: “Quienes hacen este tipo de instrucciones deberían explicar cuál es el procedimiento que se debe hacer, explicado claramente y con qué instrumento se tiene qué hacer. A veces son cosas que no llegamos. No queremos hacerlo tampoco con cualquier medidor, tendrá que ser uno homologado y fiable. De gas radón no se conocía nada aquí en Guarromán.”
Rubio muestra la inquietud de los pequeños ayuntamientos ante la nueva obligación, que requiere mediciones técnicas y recursos especializados para cumplir con la normativa. Por su parte, el alcalde de Santa Elena, Ramón Coloma, explica que los aparejadores del Consistorio ya están al tanto de esta nueva medida para las nuevas construcciones.
Desde CSIF coinciden en que la falta de medios en los municipios pequeños puede dificultar el cumplimiento de la norma. “Los ayuntamientos grandes tienen técnicos en prevención, pero los más pequeños pueden contratar el servicio con una empresa especializada. Es simplemente seguir las instrucciones y plantear un calendario de mediciones”, señala Ocaña.
Además, otros 20 municipios de Jaén han sido incluidos en la denominada Zona I, donde, si bien la medición no es obligatoria, sí se recomienda por la significativa presencia potencial de radón en el subsuelo. Estos municipios son: Aldeaquemada, Arroyo del Ojanco, Baños de la Encina, Cabra del Santo Cristo, Carboneros, Chiclana de Segura, Génave, Ibros, La Puerta de Segura, Lupión, Marmolejo, Montizón, Navas de San Juan, Pozo Alcón, Puente de Génave, Santiago-Pontones, Torreblascopedro, Torres de Albánchez, Vilches y Villanueva de la Reina.
Instalaciones más expuestas
La medición deberá realizarse durante un mínimo de tres meses, preferiblemente entre octubre y mayo, o a lo largo del año completo si no hay interrupciones de actividad. Las instalaciones más expuestas incluyen oficinas, comercios, gimnasios, spas, laboratorios, aparcamientos subterráneos, e incluso espacios turísticos como cuevas y minas. Aunque los niveles tienden a disminuir en pisos más altos, también se ha detectado radón en alturas elevadas debido a factores como el uso de ciertos materiales de construcción o el conocido “efecto chimenea”.
En total, en Andalucía la medida afecta a 89 municipios (un 11 % del total) como Zona II, y 147 municipios adicionales en Zona I, lo que supone que cerca del 30 % del suelo andaluz está afectado por este riesgo invisible. Esta nueva clasificación de municipios se aprueba un año después de que entrara en vigor la obligación general de medición en zonas de riesgo. Por primera vez, el CSN ha oficializado el listado de localidades donde estas obligaciones deben cumplirse de forma estricta. La decisión se ha tomado tras un proceso de audiencia pública en el que participaron municipios, comunidades autónomas y entidades científicas y profesionales, como la Sociedad Española de Protección Radiológica (SEPR).
El gas radón no es exclusivo de Jaén, se ha detectado en casi 4.000 municipios de toda España, es decir, en aproximadamente el 50 % del territorio, aunque solo aquellos clasificados como Zona II están sujetos a esta exigencia legal inmediata. El resto queda a recomendación, aunque el Plan Nacional busca avanzar progresivamente hacia un control más amplio.
Es importante destacar que la concentración de radón en las viviendas no sólo depende del tipo de fuente de exposición, sino que existen otros factores ambientales que influyen en las concentraciones de radón, como son: Las infiltraciones de aire producidas por el viento pueden modificar las concentraciones de radón; una mayor presión atmosférica ayudará a disminuir la entrada de radón en las viviendas debido al descenso del gradiente de presiones que existe entre el terreno y el interior de la vivienda; el radón es más pesado que el aire, por lo que la altura respecto del suelo influye en la probabilidad de encontrar radón en las viviendas; la humedad ambiental y las lluvias saturan los suelos; la temperatura afecta a los movimientos convectivos del aire como medio de transporte del radón, favoreciendo un incremento de las concentraciones de radón por las noches respecto del día, o en función de la estación del año.
Existen medidas para prevenir la filtración del radón en los edificios de nueva construcción y para reducir su concentración en los edificios existentes. Al construir una edificación hay que tener en cuenta la posible exposición a este gas, sobre todo en las zonas donde esté muy concentrado. Algunas de estas son: aumentar la ventilación del forjado, instalar un sistema de evacuación mecánica del radón en el sótano o bajo los pisos sólidos, evitar que se filtre desde el sótano hasta las habitaciones, sellar pisos y paredes, y mejorar la ventilación del edificio, sobre todo en el contexto del ahorro energético.
Con estas obligaciones y recomendaciones, Jaén se suma oficialmente a las provincias donde el radón comienza a formar parte de la agenda sanitaria y laboral y en la que algunos ayuntamientos ya están trabajando.
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