Las obras de la lavandería de la Ciudad Sanitaria marchan a buen ritmo

Los trabajos para levantar el primer edificio de la futura Ciudad Sanitaria de Jaén, su lavandería, comenzaron en mayo y desde entonces no se han detenido. Hablamos de una obra para nada menor, de más de ocho millones de euros (financiados con fondos Feder del Programa Andalucía 2021-2027) y un plazo de ejecución de año y medio que está ejecutando la empresa jiennense Vialterra.

Este edificio auxiliar ocupará una superficie total de 4.548,40 metros cuadrados que se distribuirán en dos grandes áreas: la de administración, con unos 500 metros cuadrados, y la de lavado, con más de 4.000 metros cuadrados. Su capacidad de procesado será de 10.000 kilogramos de ropa diaria.

Fuentes cercanas a la obra explican a Jaén Hoy que el ritmo de trabajo es el adecuado y que se están cumpliendo los plazos. De hecho, en las imágenes a las que ha tenido acceso esta Redacción puede verse el avance de unas obras que ya han levantado la estructura del futuro edificio.

Además, el proyecto se ha enfocado para la máxima eficiencia energética, desarrollando una edificación soterrada con el fin de minimizar el estrés térmico de este tipo de edificios y con una cubierta ajardinada con claraboyas que permitan un trabajo diurno sin necesidad de iluminación artificial, además de disponer de placas fotovoltáicas en las zonas exteriores de aparcamiento.

Desde la Junta, se apuntó al pasado enero para el inicio de las obras, según se puso de relieve en la presentación de las cuentas autonómicas para 2025, donde se contemplan 3,6 millones de euros de la inversión total de este edificio.

El resto del proyecto

En cuanto al complejo de la Ciudad Sanitaria, la Junta de Andalucía estudia en estos momentos la propuesta que le han realizado en conjunto las empresas Vialterra y OHLA de un proyecto de edificio que, bajo las premisas de la administración autonómica, si esta lo acaba haciendo suyo, podría salir a licitación a medio plazo para que se construya a través de una colaboración público-privada.

Esta fórmula permite que las administraciones no tengan que adelantar la financiación de los proyectos de infraestructuras básicas sino que son las empresas que finalmente salen adjudicatarias las que soportan el peso íntegro de la obra y, una vez acabada, es cuando el sector público (dueño en todo momento de la infraestructura) empieza a pagarla con un interés acordado de antemano.