La pedanía de Jaén que triplica su población en verano

Provincia

Esta población del Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas cuenta con la mayor concentración de viviendas turísticas de la provincia

En agosto de 2021 se alcanzó un pico histórico superando los 7.300 turistas en el término municipal

Guía para recorrer las ferias y fiestas de la provincia de Jaén de este verano

Vista de pájaro de Arroyo Frío
Vista de pájaro de Arroyo Frío / Efetur/Escapadarural Carmen Sanz Cabedo

Jaén no es la provincia favorita en verano de los turistas, ni de extranjeros ni de españoles. No ocurre como en otras poblaciones de costa donde la llegada es tan grande en época estival, buscando el mar, que se produce una masificación y no es raro que sus habitantes noten como sus ciudades y pueblos aumentan su población. No obstante, el territorio jiennense cuenta con un caso muy particular.

La provincia tiene un reclamo que desde hace décadas ha sabido aprovechar y explotar, y que aunque no tiene mar, si aguarda piscinas naturales muy frías, es el Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas. Un turismo de naturaleza que ha aumentado en los últimos años de manera exponencial, especialmente desde la pandemia, cuando muchos ciudadanos buscaban zonas menos masificadas.

Esto se refleja en la proliferación también de viviendas turísticas en los pueblos que abarca esta área. De hecho, hay una pedanía del Parque de Cazorla, en la que sus vecinos han notado este incremento del turismo. Aunque históricamente ha estado ligada a él, en 2020 fue el pueblo más buscado para hacer turismo rural. Se trata de Arroyo Frío.

Más de 7.000 turistas para una población de 1.935 habitantes

Esta población perteneciente al término de La Iruela, no llega a los 300 habitantes y en épocas de estacionalidad puede triplicar su población, incluso cuadriplicarla superando los 2.000 turistas. En agosto de 2021 se alcanzó un pico histórico superando los 7.300 turistas en el término municipal, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

A nivel provincial, se trata del municipio con mayor número de viviendas turísticas en relación con la población. La capital jiennense que se sitúa primera en el ranking de viviendas turísticas, con 113.457 habitantes, cuenta con 176 pisos y 696 plazas; La Iruela con 1.935 habitantes cuenta con 97 viviendas y 467 plazas, superando así a municipios como Baeza que tiene 15.902 habitantes y 91 viviendas y 408 plazas; o a Cazorla que tiene 7.574 habitantes y 92 viviendas y 458 plazas.

Paz Garrido lleva viviendo más de 30 años en La Iruela y administra el alojamiento rural El Cantalar. En estos años ha visto cómo ha crecido el turismo en la zona y afirma que es necesario un turismo responsable. "Compartimos el problema estacional, el uso de viviendas turísticas ha crecido de manera desorbitada en las poblaciones, esto ha hecho que se encarezca la vivienda para los propios habitantes de los pueblos y sobre todos los cascos históricos se están vaciando de gente joven y se están llenando de viviendas turísticas. Las poblaciones pierden muchísima identidad" señala.

La Iruela tiene 17 pedanías, con solo echar un vistazo a google maps se puede apreciar a simple vista que Arroyo Frío alberga la mayor concentración de alojamientos, ya sean hoteles, casas rurales o campings. Más de 40 alojamientos se encuentran en la zona, según ha analizado este periódico, ya que ha resultado imposible hablar con el Ayuntamiento de La Iruela, tras intentar contactar en varias ocasiones.

Julia Briviesca regenta la única peluquería de Arroyo Frío, se fue a vivir por su marido y expresa que a ella no le afecta mucho el turismo, pero puede sostener su negocio. "Aquí todos se dedican al turismo, quien no tiene un primo, un tío o cualquier familiar que se dedica a esto", cuenta. Aunque el turismo sea el gran sostén de las familias de Arroyo Frío esto no ha hecho que gane o arraigue población. En 2011 el número de habitantes era de 264. En 2023, según los últimos datos del INE, los habitantes alcanzan los 255.

La evolución de los habitantes en la zona no ha ido de la mano con el aumento de las viviendas turísticas y personas como Garrido están a favor de tomar ciertas medidas. "A veces mucho no es mejor, de algún modo tenemos un recurso que es fantástico, pues hay que gestionarlo como cualquier otra cosa. Es necesario una buena gestión del turismo para que siga reinvirtiendo en la economía local", expresa, añadiendo que sobre todo no se puede perder la identidad de estos pueblos.

"Eso es fundamental, las políticas tienen que ir en primer lugar orientado a los ciudadanos y después a la gente que nos visita que son un recurso fantástico para nuestra economía", cuenta. "Si nos quedamos solo con el sector turístico, corremos el riesgo de que la población no pueda vivir con solo cinco o seis meses de trabajo, sino que la población más joven busque opciones laborales fuera de nuestros pueblos", concluye esta vecina.

stats