El pistacho irrumpe con fuerza entre olivares: "El mercado es más estable"

Estanislao Henares empezó plantando algunos árboles de pistacho junto a sus olivares en 2014 y en los últimos años ha aumentado su plantación. Ahora tiene la mitad de su terreno de cultivo de olivos y de pistacias. Un cultivo que se remonta al siglo VI a. C., donde pueblos como asirios y persas ya consumían su fruto, y que llegó a España durante la edad media, pero que terminó desapareciendo. Ahora irrumpe con fuerza en Jaén, situándose como la segunda mayor productora de Andalucía.

Aunque la provincia jiennense es el paraíso del aceite, el pistacho se abre hueco entre tanta aceituna porque ofrece ventajas que no tiene el olivo, como una mayor estabilidad en el mercado o unas tareas menos laboriosas. Además, el método de recogida es como el del olivar y se adapta perfectamente a la tierra y clima de Jaén.

El atractivo de este árbol llamó la atención de un pequeño grupo de agricultores que apostaron por diversificar el monocultivo y arriesgar su bolsillo. "También buscaba otro soporte económico, salir de la rutina, encontrarte con otro tipo de cultivo, cambiar un poco el chip a la hora de trabajar". "Este producto es más estable, su precio en el mercado", cuenta Henares a Jaén Hoy. Pese a la alta inversión que supone este fruto seco por hectárea, en torno a 6.000 euros, en los primeros años, su recuperación puede doblarse en cuestión de una década.

Al tiempo que se plantaron los primeros árboles de pistahos nació la asociación Appistaco, con sede en Navas de San Juan, cuando el precio del aceite era muy bajo. Allí, tienen su propia planta de procesado donde se seca el fruto y se separa el defectusoso del óptimo. Superando las 1.000 hectáreas de pistacho plantadas, cuentan con más de 300 socios repartidos por diferentes puntos de la geografía española como son Jaén, Granada, Córdoba, Almería, Sevilla, Albacete, Murcia, Ciudad Real, Badajoz y Madrid.

"Año a año va incrementando la producción porque van entrando en producción nuevas plantaciones. El problema es que el año pasado fue un año agrícola muy malo debido a la climatología y la producción se redujo. Pero salvo por eso, lo normal es que cada año se vaya produciendo más pistachos, porque las plantaciones se van desarrollando más y algunas van entrando en producción", explica el secretario general de la asociación, José Luis del Roig.

Los árboles empiezan a producir con siete años, y a partir de ahí están sobre cinco o seis años incrementando la producción y luego ya son árboles adultos y es cuando se va manteniendo ya la producción. Por lo que en estos momentos se encuentran a punto de iniciar ese incremento en la fase adulta.

"En Jaén, concretamente, es un cultivo que ahora mismo tiene una media de liquidación entre 5 y 6 euros por kilo de producto. Y el clima también es favorable, es un segundo cultivo. No pretendemos competir contra el olivar, se trata de que aquí en Jaén todo el que tiene pistacho tiene olivar", cuenta el secretario general.

Ventas a toda Europa

El cultivo del olivar y del pistacho no se solapa, todo lo contrario, su recogida son en épocas diferentes por lo que se puede realizar el trabajo sin dificultad. "El pistacho son seis meses de trabajo. Empezamos con la poda en febrero y terminamos con la recogida a finales de septiembre. A partir de ahí, el cultivo permanece ya como en standby, se queda durmiendo, y ya no despierta hasta la primavera. Luego tiene menos labores", aclara Henares.

Los tratamientos fitosanitarios son muy similares y la máquina de recogida es la misma que se utiliza en el olivar. En cuanto a su comercialización, durante las tres campañas se han realizado ventas a granel en toda Europa, principalmente en países como Italia, Alemania, Austria y Francia y ahora también el Reino Unido y pequeños comercios a nivel nacional.

Sin embargo, la asociación pretende continuar expandiéndose con un proyecto de envasado del producto para incluirlo en los lineales de los supermercados de toda la provincia. "No le veo mucho inconveniente a este cultivo y estoy contento de haber tomado esa decisión de tener ambos cultivos", afirma Henares.