En las calles de Porcuna apenas ha transcurrido una semana desde que la Virgen de Alharilla procesionase por sus calles de regreso a su santuario como colofón al año jubilar concedido por la Santa Sede. Tras una larga estancia en la localidad, la patrona regresaba hasta su aldea con la certeza de reencontrarse con sus devotos en cuestión de días. Este segundo domingo de mayo, tal y como marca el calendario porcunero, la romería concentra de nuevo a los peregrinos de la comarca en torno a esta antiquísima devoción mariana.

Las reuniones y los actos se han sucedido casi en una vorágine durante los últimos 365 días, tanto que a Francisco Chiachio, Hermano Mayor de la Cofradía de Alharilla, no le ha dado tiempo a desempolvar las botas. “Afrontamos una nueva romería con mucha ilusión, especialmente después de vivir este año histórico en el que la Virgen ha estado presente en todo momento”. Con las calles aún engalanadas por la procesión de la patrona en su regreso, los primeros cohetes ya avanzan el preludio de un fin de semana marcado por la tradición romera.

A pesar de que los principales actos programados por la cofradía se centran en el Llano, las calles del municipio recogen estos días el ambiente propio de esta celebración de tanto arraigo. “El sábado tiene lugar el paseo de caballos desde hace infinidad de años, un desfile muy reconocido en toda Andalucía por su participación”, comenta Chiachio. Será a las seis de la tarde cuando los equinos pongan su trote sobre las calzadas de Porcuna en una singular procesión para los amantes de la montura. Posteriormente, a las once y media de la noche, se rezará el santo rosario por los alrededores de la aldea.

Paseo de caballos por las calles de la localidad.

Sin embargo, el día grande llega con el amanecer del domingo. Pasadas las nueve y media de la mañana, la cofradía parte en comitiva desde Porcuna hasta el santuario para efectuar su encuentro con el resto de hermandades filiales. Hablar de la Virgen de Alharilla es hablar de un icono mariano de atracción para su comarca, un hecho que queda patente en el devocionario de Arjona, Arjonilla, Escañuela y Lopera, que celebran una misa comunitaria cada segundo domingo de mayo.

Después de un año de intensa actividad extraordinaria, el Hermano Mayor de la corporación prevé que la romería transcurra con absoluta normalidad. “Después de las continuas visitas del Obispo de la Diócesis y del nuncio del Papa, en esta ocasión será el párroco de Porcuna quien presida la santa misa”, apunta. El encuentro con la patrona volverá a suceder llegadas las cinco de la tarde, cuando efectúe su procesión por las calles de la aldea en compañía de sus vecinos y devotos.

Sobre cómo responden las nuevas generaciones a cada nueva convocatoria, Francisco no duda en señalar los designios de la Virgen: “Ella no deja de ser el centro de la fe de esta comarca durante todo el año”. De hecho, las visitas al santuario se suceden en el calendario a través de diversos actos programados, como la presentación de los niños en la festividad de la Candelaria o el aniversario de su Coronación Canónica. “Invito a todo el mundo a que conozca nuestras costumbres, Porcuna es un pueblo muy hospitalario”, afirma. Este domingo, por lo pronto, sus habitantes tienen una nueva cita a la que acudir para rendir honor a su tesoro más preciado.