Precaución entre los ganaderos de Jaén ante la gripe aviar: "Un brote sería un desastre económico grandísimo"

Mientras en otras provincias del país se activan alertas por los brotes de gripe aviar, en Jaén los ganaderos avícolas afrontan la situación con cautela, pero sin casos. Sin embargo, los ganaderos no bajan la guardia y destacan que su flanco protector reside en que la mayoría de las naves son modernas y ya aplican protocolos de bioseguridad desde hace años.

Así lo explica a Jaén Hoy Juan Antonio Guerrero, ganadero de Quesada con una explotación de más de 180.000 pollos: "Las instalaciones son bastante herméticas y eso hace mucho más difícil que entre un patógeno como la gripe aviar”. Además, recalca que los controles veterinarios se aplican con rigor, lo que ha hecho que el sector "vaya un poquito por delante".

Desde Peal de Becerro, Cristóbal Granero coincide en que la clave está en la prevención constante y en el trabajo coordinado con los profesionales sanitarios. “Siempre estamos tomando precauciones, siguiendo las orientaciones que nos dan los veterinarios. Nos apoyamos mucho entre compañeros, compartiendo lo que funciona y lo que no”, explica. Aunque no se han detectado casos, asegura que el calor de las últimas semanas ha afectado al bienestar de los animales, algo que es normal, pero que los obliga a estar "más pendientes que nunca”.

El secretario general de UPA Jaén, Jesús Cózar, apunta que la provincia se mantiene fuera de las zonas de restricción establecidas por el Ministerio de Agricultura, pero insiste en no bajar la guardia. “Hay que estar alerta, porque si entra en una explotación, provoca bastantes fallecimientos y obliga a sacrificar a todos los animales por contacto", señala.

Cózar recuerda que la provincia “tiene zonas de paso migratorio”, lo que eleva el riesgo de contagio a pesar de no haber casos. Desde la organización agraria reclaman además que no se produzcan movimientos especulativos ni subidas injustificadas de precios en el mercado avícola. “Hay que evitar que algunos se aprovechen de la situación para sacar rentabilidad de las circunstancias”, advierte.

El ganadero de Quesada señala también la ventaja estructural del modelo jiennense. “Aquí el pollo lo manejan solo dos empresas integradoras grandes, Avinatur e Inasur, y eso facilita que haya una coordinación total y se cumplan los mismos estándares de seguridad en todas las explotaciones”, explica. Aunque mantiene la tranquilidad, Guerrero reconoce que un hipotético brote sería devastador. “Sería un desastre económico grandísimo. No quiero ni pensarlo", señala con el miedo de ver desaparecer años de trabajo y la inversión en su explotación.

Por su parte, el pealeño lamenta que, pese al esfuerzo diario del sector, la administración no siempre responda a los problemas reales. “Hay veces que ponen limitaciones absurdas y luego ignoran cosas más importantes. Por ejemplo, he pedido que controlen la presencia de palomas y tórtolas cerca de mi granja y no hacen ni caso”, protesta con resignación.

Además, Guerrero pide una mayor implicación de Agroseguro, la entidad pública que gestiona los seguros agrarios en España. “Tenemos seguros muy caros y con coberturas insuficientes. En el caso de una enfermedad como la gripe aviar, solo cubren la retirada de los animales muertos, pero no compensan económicamente las pérdidas. Debería ponerse las pilas y ofrecer pólizas más fuertes para no dejarnos desprotegidos”, reclama.