La primera fotografía del Santo Rostro y el primer fotógrafo que retrató el alma de Jaén

Jaén Retro

Primera fotografía del Castillo de Jaén de 1862. Aún en uso militar, con los pabellones añadidos durante la guerra de la Independencia.
Primera fotografía del Castillo de Jaén de 1862. Aún en uso militar, con los pabellones añadidos durante la guerra de la Independencia.

Higinio Montalvo Sastre (1815- ?) nació en Sangarcía, un pequeño pueblo de Segovia. Creció entre pinceles y lienzos bajo la influencia de su tío, Bartolomé Montalvo, reconocido pintor y artista de cámara del rey Fernando VII. Este entorno le permitió desarrollar desde joven habilidades pictóricas, pero su verdadera pasión lo llevó por otro camino, una nueva y revolucionaria tecnología que prometía transformar la manera de ver el mundo: la fotografía.

Llegó a Jaén en 1850 para ejercer como profesor interino de Dibujo Lineal y Topográfico en el Instituto Provincial de Segunda Enseñanza. Sin embargo, su pasión por la fotografía lo llevó, ocho años después, a abrir el primer estudio fotográfico profesional de la ciudad, que lo instaló en su propio domicilio particular situado en la Plaza de Santa María, desde donde impartió clases de fotografía a sus alumnos.

Aquel local no era solo un taller pictórico, funcionaba también como gabinete fotográfico, una práctica muy habitual en la época, ya que muchas fotografías se retocaban manualmente con pintura para colorearlas y darles mayor realismo. Entre su clientela destacaban influyentes personajes de la burguesía jienense y del clero, quienes posaron ante su lente.

Fotografía  de Nuestro Padre Jesús Nazareno, realizada por Higinio Montalvo en el patio del Convento de la Mercerd (Año 1872).
Fotografía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, realizada por Higinio Montalvo en el patio del Convento de la Mercerd (Año 1872).

El fotógrafo de las reliquias y la realeza

Montalvo pasó a la historia por capturar las primeras imágenes fotográficas de algunos de los símbolos más venerados de Jaén, como la primera imagen del Castillo de Santa Catalina o la primera fotografía tomada al Santo Rostro, nuestra reliquia más apreciada y custodiada en la catedral. Durante años, tuvo el exclusivo derecho de comercializar estas imágenes, ya que el Cabildo catedralicio prohibió a otros fotógrafos retratar la sagrada reliquia. Además, en 1872, la cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno le autorizó a fotografiar su talla, cuyas copias se vendían a precios accesibles (desde dos reales por una tarjeta de visita). Se transformaron en objetos de fervor popular, convirtiéndose en un éxito entre los devotos.

Primera fotografía realizada a la reliquia del Santo Rostro.
Primera fotografía realizada a la reliquia del Santo Rostro.

En 1862, el Ayuntamiento le encargó un regalo especial para la reina Isabel II, un álbum con los rincones más emblemáticos de nuestra ciudad. Fue así como sus imágenes de la catedral, las calles y los paisajes de Jaén, llegaron a manos de la reina. Gracias a sus fotografías, hoy podemos apreciar parte del patrimonio perdido de nuestra ciudad, como la desaparecida Puerta de Martos o el viejo acueducto romano del Carmen.

Higinio Montalvo Sastre´.
Higinio Montalvo Sastre´.

Un republicano en tiempos convulsos

Montalvo no fue solo un artista, también fue un hombre comprometido. Tras la Revolución de 1868 conocida por "La Gloriosa", que supuso el destronamiento y exilio de la reina Isabel II, llegó a ser regidor en el ayuntamiento de Jaén, pero su republicanismo lo puso en el punto de mira con la restauración borbónica (1875). Se dice que tuvo que abandonar la ciudad, y desde entonces, su rastro se desvanece. ¿Acabó sus días en el olvido? No lo sabemos.

Lo que sí perdura es su obra: imágenes que capturaron no solo edificios y rostros, sino la esencia de una Jaén en transición, donde la fe, la política y el arte se entrelazaban. Hoy, sus fotografías son ventanas a un tiempo en el que la luz de la lente comenzaba a sustituir a la del pincel.

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