El programa 'Vacaciones en Paz' afronta "un retraso inusual" en la llegada de los niños y niñas saharuis a Jaén

Realizan su labor de forma completamente desinteresada y, entre múltiples actividades durante todo el año, su campaña 'Vacaciones en Paz' se antoja un oasis de sosiego y esperanza para decenas de niños y niñas saharauis. Esta iniciativa que lidera Paco Gutiérrez desde el año 94 en la asociación Amigos del Sáhara Libre tiene su principal centro de actuación en Linares. No obstante, tal y como él mismo expone: "Estamos en toda la provincia, desde Noalejo, Andújar, Lopera, Marmolejo y un largo etcétera".

Lo cierto es que estos menores viven a menudo en condiciones infrahumanas con más de 50 °C en la mayoría de casos. "El problema existe desde hace más de 50 años", advierte el presidente de esta asociación, "cuando el Sáhara era aún una provincia española". Es por ello que desde su equipo abogan por la celebración de un referéndum para que "el pueblo saharaui decida si quiere integrarse en una parte o en otra". De celebrarse, asegura, "estamos seguros de que ganarían".

El proyecto se retrasa

Mediante un equipo humano de diez personas y un buen número de cooperantes ultiman ya los preparativos para recibir a los niños y niñas que vivirán unos meses de paz en familias de acogida. Este verano, no obstante, el proceso acumula un retraso inusual para esta fecha. "Hemos tenido una serie de problemas con los papeles de los menores", explica Gutiérrez. Por ello, compara el calendario actual con el de otros años: "El Ministerio de Asuntos Exteriores lo tendría que haber aprobado en torno al mes de marzo y, sin embargo, esto lo aprobaron en junio".

De momento, los Amigos del Sáhara Libre mantienen todos los programas a punto. Según confirma su presidente, un total de 51 niños y niñas de entre 8 y 12 años llegarán hasta la provincia de Jaén en las próximas semanas. Además, es habitual que estos menores que forman parte del programa 'Vacaciones en Paz' vengan "sabiendo castellano" para integrarse con mayor facilidad en la experiencia.

Más allá de esto, son múltiples las actividades que complementan estos linarenses en su labor altruista con el pueblo saharui. "Llevamos más de 23 años con un proyecto de urología", sostiene Gutiérrez. Junto con las continuas visitas a los campamentos, colaboran estrechamente en la reconstrucción de hospitales, tareas de agricultura como la construcción de invernaderos e, incluso, proyectos relacionados con la salud mental. A ello, por si fuera poco, se suman las plataformas de tráiler con las que llevan alimento a esta población. "Nos necesitan".