El puente de Ariza, una obra con la firma de Vandelvira envuelta por la maleza y víctima del olvido

Fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) el pasado año, pero ni siquiera esa catalogación logran salvarlo del olvido. Este monumento con casi cinco siglos de historia constituye toda una referencia entre las obras civiles llevadas a cabo por el afamado arquitecto Andrés de Vandelvira, el mismo que trazase las líneas de la Catedral de Jaén. Su factura, además, se suma al amplio catálogo de edificios renacentistas que atesora la ciudad de Úbeda.

A pesar de su importancia, algunos usuarios como José Márquez lamentan en las redes el aspecto de abandono que ofrece en la actualidad: "La maleza, el olvido y el maltrato humano lo van convirtiendo lentamente en triste ruina". Las fotografías que acompañan a su publicación evidencian la presencia descontrolada de la vegetación en sus cimientos, si bien la estructura del propio puente parece resistir con firmeza al tiempo.

Sin funciones

Su ubicación sobre el río Guadalimar permitía a esta obra de ingeniería canalizar la riqueza cerealística y ganadera de la Ciudad Patrimonio hacia la meseta. Construido en la segunda mitad del siglo XVI, este puente fue financiado por el obispo de Jaén, Diego de los Cobos y Molina. Presenta cien metros de longitud, su fábrica es de sillería en piedra arenisca, con cinco bóvedas de cañón, superando la central los 31 metros de luz. Pertenece al tipo de puentes de bóvedas de gran luz que se construyeron en esa época, sobre todo en la zona septentrional de Andalucía y, además, conserva el sello de Úbeda en su versión medieval, con una imagen del arcángel San Miguel.

El puente de Ariza, sin embargo, quedó inutilizable en 1998 con la entrada en funcionamiento del embalse de Giribaile, en un entorno que depende de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico). A pesar de ello, su localización ciertamente aislada determina que su estructura solo aflore en periodos prolongados de sequía, por lo que puede garantizarse en cierta manera su conservación. Con esta tesitura hay quien se cuestiona si su valor patrimonial podría diluirse a merced del olvido.

Presente en la Lista Roja

Esta vía de comunicación histórica se encuentra registrada desde agosto de 2012 en la llamada Lista Roja que recoge la Asociación Hispania Nostra de aquellos monumentos en peligro de desaparición. "Está considerado como la más bella e importante obra de ingeniería de este insigne arquitecto", exponen en su web, "sin uso para tránsito e inexplicablemente sumergido bajo las aguas".

Aunque el puente de Ariza se expone hoy completo y en razonable estado de conservación "por las intervenciones de 1868 y de los 80 del siglo XX", desde Hispania Nostra apuntan a una necesaria intervención para evitar su pérdida irreparable. En este sentido, recuerdan incluso cómo existió un proyecto de traslado a finales de los 90 por un importe cercano a los cinco millones de euros, una iniciativa que nunca fue llevada a cabo.