Cuando los Reyes Católicos pusieron "firmes" a los alguaciles de Jaén: el documento del mes del Archivo Histórico

El Archivo Histórico Municipal de Jaén ha publicado este mes un valioso testimonio del pasado: una carta firmada de puño y letra por los Reyes Católicos el 24 de mayo de 1489 durante su estancia en la capital jiennense. El documento, dirigido a doña Teresa de Torres y a su hijo don Luis, ordena que ningún alguacil de Jaén pueda arrestar ni liberar a persona alguna sin el mandato expreso del corregidor.

Esta provisión forma parte de la iniciativa “Documento del Mes”, que enmarca sus publicaciones dentro de los actos conmemorativos del 1200 aniversario de la capitalidad de Jaén. El texto refleja cómo los monarcas buscaban atajar una práctica frecuente: que los alguaciles actuaran por cuenta propia, deteniendo, liberando o ejecutando deudas sin autorización, lo que suponía un agravio para la ciudad y una vulneración de las leyes del reino.

El oficio de alguacil, dependiente del corregidor, tenía entonces funciones muy similares a las de la actual policía judicial: perseguía delitos, identificaba a los culpables y velaba por el orden público. En la Jaén del siglo XV, el cargo estaba ligado a familias de gran influencia, como los Torres. Tras la llegada del Condestable Miguel Lucas de Iranzo a Jaén, éste heredó el título de alguacil mayor de su suegro, Carlos de Torres. Tras la muerte del Condestable en 1473, el puesto pasó a su hijo Luis hasta 1499, cuando abandonó la política para ingresar en la vida religiosa.

El documento también arroja luz sobre el peso político de la familia Torres en una etapa decisiva. La condesa Teresa de Torres se alineó con Isabel la Católica para conservar los privilegios de su difunto esposo, mientras que su hijo Luis fue perdiendo influencia conforme los Reyes Católicos reforzaban el poder de Antonio de Fonseca. La progresiva decadencia de esta poderosa casa simboliza el tránsito de la Edad Media a la modernidad en Jaén.

Con esta publicación, el Archivo Histórico no solo recupera una pieza clave del legado documental de la ciudad, sino que también ofrece a la ciudadanía la oportunidad de conocer cómo Jaén fue escenario directo de decisiones de los Reyes Católicos, protagonistas indiscutibles de la historia de España.