Ronte Alonso, una malagueña afincada en Quesada donde se enamoró del oficio del esparto
Provincia
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Quesada/Ronte Alonso es una malagueña que vivió en Madrid, hasta 2009, fecha en la que decidió mudarse a un pequeño pueblo de la Comarca de Cazorla, Quesada, y allí se enamoró de una profesión que se convirtió en su vocación: esparto. Una trabajadora social orgullosa de formar parte de un oficio "en peligro de extinción" con su taller Esparto Ronte.
Esta forma de arte la aprendió de forma autodidacta y de la mano de maestros y maestras del gremio en la provincia, con los que sigue manteniendo un "círculo espartero", en esta disciplina que le permite trabajar con sus manos, y sobre todo desarrollar su creatividad.
La delegada territorial de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo de la Junta en Jaén, Ana Mata, entregó este viernes en Quesada la Carta de Artesana a Ronte Alonso. Una visita a la que también asistió la alcaldesa, Yolanda Marcos. El Registro de Artesanos cuenta actualmente en la provincia con 120 inscritos, en concreto, hay 104 artesanos individuales, 14 son empresas artesanas y hay dos asociaciones).
Mata destacó la gran relevancia de este sector en la provincia, muy arraigado al territorio, a la cultura, a la historia y al patrimonio de cada municipio. "Se trata de un gremio que a su vez está haciendo un trabajo brillante aunando tradición con innovación, incorporando las TIC a los talleres y avanzando en la internacionalización", valoró.
Según la propia artesana, la versatilidad del esparto le inspira y le motiva. De hecho, tiene una gran variedad de productos: cestas, bolsos, lámparas, macetas, joyas o incliso pinturas con esparto, obras con intensos colores con tintadas naturales y con un mensaje con conciencia social, que ha mostrado ya en diversas exposiciones.
Trabaja los distintos tipos de esparto: crudo, picado sin cocer, y cocido y picado, aplicando diversas técnicas, como la del cordelillo de dos y tres ramales, tomiza y soguilla, quirneja de siete y nueve ramales, rejo, pleite de quince ramales, punto de cofin, recinchillo, punto de garbanzo y otras típicas de cestería.
Ronte recolecta su propio esparto
Ronte Alonso también disfruta profundizando en la extensa historia de un oficio que ya se usaba en la Prehistoria, que dominaban egipcios, griegos y romanos. Pero no solo le llena esta artesanía tradicional, también y sobre todo el hecho de que va urdida a un uso sostenible de los recursos naturales locales.
Una planta que recolecta ella misma de las sierras quesadeñas, con los permisos pertinentes, utilizando un palo de madera, arranca las hojas de esparto de una atocha, sin cortar jamás la planta entera, al contrario, le quita las ramas que permiten respirar y crecer a la planta. Una especie robusta, con tallos en forma de media luna perfectos para trenzar.
La artesana disfruta no solo del resultado, también y sobre todo del proceso completo que realiza sin prisa pero sin pausa con cada pieza artesana. A su vez, hace talleres y cursos en los que enseña a todo tipo de públicos a trabajar el esparto.
Ventajas de la Carta de Artesana
La delegada territorial explicó que la Carta de Artesana concedida "conlleva muchas ventajas y, además del reconocimiento oficial de calidad, es necesaria para acogerse a las convocatorias de ayudas a la artesanía de la Junta".
A su vez, los artesanos inscritos en este Registro, reciben el distintivo de marca única 'Artesanía hecha en Andalucía', que ahonda en identificar los productos artesanos para impulsar su promoción y comercialización, en proteger y mantener el prestigio de esta importante actividad económica en la provincia, la gran valía de sus profesionales y sus obras".
'Artesanía hecha en Andalucía acredita en definitiva que el producto que porta esta marca ha sido elaborado en un taller artesano inscrito en el Registro de Artesanos de Andalucía. Se utiliza de forma accesoria, sumándose a la marca o firma específica de cada artesano.
Punto de Interés Artesanal
La Consejería de Empleo tiene otras iniciativas para impulsar y prestigiar la artesanía. Como el distintivo de Punto de Interés Artesanal (PIA), que reconoce un taller (o varios) con especiales características de producción y comercialización de productos artesanos. En Jaén hay 11 PIAS (7 en Úbeda, 1 en Andújar, 1 en Baeza, 1 en Bailén y 1 en Orcera).
Además, la provincia posee una Zona de Interés Artesanal (ZIA), Úbeda, integrada por once talleres. Además, Jaén cuenta con nueve maestros artesanos. Consigue esta distinción quien tiene méritos extraordinarios por su experiencia profesional (15 años), el mantenimiento de un oficio, la promoción de la actividad artesana, la mejora de los métodos tradicionales, la investigación o la influencia en el desarrollo económico local. También la provincia tiene un taller que ostenta el distintivo Andalucía Calidad Artesanal, el del ubetense Pablo Martínez Tito.
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