Las previsiones de tormentas para la jornada del sábado eran una apuesta segura. La borrasca Sancho iba a tronar, sobre todo, por las sierras, pero fueron muchos los municipios que se vieron sorprendidos por la fuerte descarga de agua y de aparato eléctrico. En este sentido, Alcalá la Real recogió datos muy por encima de la media y que, incluso, se pueden catalogar de históricos.
Así lo explicaba en un post el alcalde del municipio, Marino Aguilera: "Se ha registrado una importante tormenta con granizo y aparato eléctrico que ha tenido epicentro en Charilla, donde el observatorio de AEMET ha recogido más de 100 l/m², aunque pluviómetros particulares superan los 120". De igual forma, y en menor medida, Santa Ana y Ermita Nueva, y la ciudad de Alcalá también han recogido importantes cantidades que superan los 60 y 40 l/m² respectivamente.
El propio regidor aclara que se registraron cortes de luz en varias zonas de Alcalá y aldeas, que rápidamente notificamos a Endesa para su reparación.
"Bomberos han estado actuando en los accesos de varias aldeas, sobre todo en Charilla, limpiando las carreteras. A estas horas los principales accesos a las aldeas se encuentran despejados y se puede circular con precaución. Personal y maquinaría de Obras trabajará en la noche", anunciaba el munícipe por la tarde en su muro de Facebook.
Daños materiales
En una primera evaluación, el alcalde destacó que, afortunadamente, tal cantidad de agua no había ocasionado daños personales, "aunque los materiales si pueden ser cuantiosos en Charilla, donde varios domicilios se han visto afectados y se ha desplomado un muro causando daños a dos vehículos".
"La agricultura también se ha visto afectada. El desbordamiento de cauces ha anegado y arrastrado suciedad a numerosas fincas, deteriorando caminos rurales. Probablemente el cerezo haya sido el cultivo más dañado por el granizo, aunque a partir de mañana evaluaremos daños y obtendremos más datos", agrega.
Por último, el alcalde agradeció la labor de Bomberos, Policía Local, personal de Obras y de los alcaldes pedáneos y vecinos de las aldeas afectadas, que desde el primer momento trabajaron para minimizar el impacto de la tormenta.
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