Vecinos de La Cerradura denuncian la falta de servicios básicos: "Es como si viviéramos en una burbuja de los años 80"
Provincia
La presidenta de la asociación alerta de la ausencia de luz e internet estable, depuradora y correo postal en esta aldea de Pegalajar
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A tan solo 20 minutos de Jaén y poco más de media hora de Granada, La Cerradura, aldea de Pegalajar, vive desde hace años una situación de abandono que sus vecinos califican de “insostenible”. Falta de alumbrado público, cortes continuos de luz, calles sin asfaltar y aguas residuales que llegan directamente a las huertas son solo algunos de los problemas que padecen a diario.
La presidenta de la asociación vecinal, María del Mar Muñoz, explica a esta Redacción que las peticiones “llevan planteándose al Ayuntamiento desde hace muchísimos años” sin que se haya dado respuesta efectiva. “Aquí había un alcalde pedáneo que, finalmente, lo dejaron caer y ya no se ha vuelto a nombrar. Esto al final no es tierra de nadie”, lamenta.
La situación resulta paradójica para Muñoz. El municipio se encuentra en Sierra Mágina, un entorno natural privilegiado, y muy próximo a la autovía entre Jaén y Granada. Sin embargo, cuando uno pasea por sus calles, la sensación es de que se ha usado una máquina del tiempo y se ha regresado a los años 80: “Estamos muy cerca de la capital de provincia, pero esto parece Marte”.
Los vecinos aseguran que sus demandas no son extraordinarias, sino de mínimos: luz, seguridad en las calles o un servicio de correo postal regular. “Me da hasta vergüenza reclamar un columpio para los niños cuando no tenemos ni farolas”, señala la representante.
Sensación generalizada de engaño
La frustración entre los vecinos es creciente. “Nos dicen a todo que sí, se comprometen y después no se cumple nada. Estamos a expensas de las migajas que quieran dejarnos”, sostiene la presidenta. En este sentido, denuncia que este problema se agrava en época de fiestas, que se celebran en las próximas semanas. Pese a haber acordado arreglar las calles antes del 15 de agosto, nada se ha cumplido: “El alcalde siempre contesta con buenas maneras, pero todo son promesas incumplidas”.
Mientras tanto, el día a día sigue marcado por la precariedad. “Pagamos impuestos como si fuéramos suelo urbano, pero se nos trata como si fuéramos suelo rústico. Es un agravio comparativo que no revierte en nada”, subraya Muñoz. Los vecinos intentan ahora elevar sus demandas a la Diputación de Jaén y otras instituciones para que su situación deje de ser “invisible”.
Discrepancia institucional
El alcalde de Pegalajar, Manuel Carrascosa, manifiesta a Jaén Hoy su descontento con la situación con la asociación vecinal, ya que defiende que el Ayuntamiento ha atendido gran parte de sus demandas. “Se han colocado farolas, cámaras de seguridad, se han hecho arreglos y hasta aprobado el nombre de las calles, que antes ni existían. Incluso hemos numerado las viviendas, algo que llevaban reclamando desde hace años”, señala.
El regidor sostiene que la relación con la directiva ha sido “muy buena”, llegando a mantener incluso reuniones en la propia pedanía en lugar del ayuntamiento y lamenta que ahora hayan optado por denunciar sus quejas a los medios de comunicación. “En dos meses nos hemos reunido tres veces con la nueva junta directiva. Hemos tenido contacto con Confederación por el problema del barranco y con Fomento por la carretera nacional”, insiste.
El alcalde comprende que “los ciudadanos quieren las cosas corriendo”, pero recuerda que muchas actuaciones requieren tiempo y trámites. También defiende el esfuerzo económico que el consistorio destina a la pedanía, con 90 vecinos durante todo el año: “Preparamos sus fiestas, aunque obviamente no pueden compararse con las de Pegalajar, pero hacemos un esfuerzo proporcional y tratamos de que tengan sus servicios básicos”.
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