El verano extremo de 2025 costará a Europa más de 126.000 millones de euros

Olas de calor, sequías e inundaciones golpearon a una cuarta parte de las regiones de la Unión Europea durante el verano de 2025, dejando secuelas económicas que se prolongarán en el tiempo

Las recientes olas de calor fueron las más intensa desde que hay registros.
Las recientes olas de calor fueron las más intensa desde que hay registros. / Salas / Efe
Ramiro Navarro

18 de septiembre 2025 - 13:25

Un nuevo estudio publicado en la revista European Economic Review y liderado por la investigadora Sehrish Usman, de la Universidad de Mannheim, junto a economistas del Banco Central Europeo, alerta de que los fenómenos meteorológicos extremos ya no son una amenaza futura, sino una realidad con efectos económicos y sociales inmediatos. Solo en 2025 las pérdidas ascienden a 43.000 millones de euros, y para 2029 se proyecta que el coste acumulado supere los 126.000 millones de euros.

El pasado lunes la Dra. Sehrish Usman y sus coautores presentaron los resultados del estudio a miembros del Parlamento Europeo, representantes de la Comisión Europea y destacados investigadores del clima en Bruselas.

El sur de Europa, el más afectado

El análisis, que evaluó datos climáticos de más de 1.160 regiones europeas, confirma que España, Italia, Portugal, Grecia y el sur de Francia fueron las áreas más castigadas por las olas de calor y la sequía. En cambio, países del norte como Alemania, Suecia o Dinamarca sufrieron menos este año, aunque ven aumentar la incidencia de inundaciones.

Las economías más pequeñas, como las de Chipre, Malta y Bulgaria, resultan especialmente vulnerables, ya que sus pérdidas representan un porcentaje mayor de su producción económica.

Agricultura, construcción y cadenas de suministro, en riesgo

El estudio señala que los impactos varían según el fenómeno: las olas de calor reducen la productividad laboral, especialmente en sectores como la construcción y la hostelería; las sequías afectan de forma directa a la agricultura y ponen en riesgo la seguridad alimentaria; y las inundaciones provocan daños en infraestructuras y viviendas, además de interrumpir las cadenas de suministro.

En Italia, las pérdidas alcanzan 11.900 millones de euros en 2025, y en Francia superan los 10.100 millones. Para ambos países, las previsiones a 2029 triplican esas cifras.

Daños subestimados y necesidad de adaptación

Los autores advierten de que los cálculos son conservadores, ya que no incluyen fenómenos como incendios forestales, granizo o tormentas, ni el efecto combinado de olas de calor y sequías, que puede ser aún más destructivo.

La conclusión es clara: adaptarse cuesta, pero no hacerlo cuesta mucho más. Los investigadores reclaman más inversión en protección frente al calor en las ciudades, gestión del agua y planes de resiliencia frente a inundaciones, aunque reconocen que estas medidas requieren una planificación económica precisa para ser socialmente justas.

“Los verdaderos costos del clima extremo emergen lentamente porque estos eventos afectan las vidas y los medios de vida a través de una amplia gama de canales que se extienden más allá del impacto inicial. Las estimaciones oficiales del impacto a menudo se retrasan. Nuestro marco utiliza datos meteorológicos actualizados y evidencia recientemente publicada de los impactos regionales de nuestro estudio anterior para proporcionar estimaciones oportunas de cómo los eventos extremos en el verano de 2025 afectaron la actividad económica”, dice la Dra. Usman.

El informe llega en pleno debate europeo sobre la estrategia de adaptación climática y refuerza la idea de que el cambio climático no solo amenaza ecosistemas y comunidades, sino también la estabilidad económica del continente.

📄 Enlace al estudio completo en SSRN

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