Avance clave para obtener combustible de aviación electro-sostenible

Este combustible se puede utilizar en los aviones actuales sin modificaciones, reduciendo hasta en un 90% la huella de carbono frente al combustible convencional

El sector es responsable de alrededor del 3% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.
El sector es responsable de alrededor del 3% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. / Archivo
Ramiro Navarro

09 de septiembre 2025 - 10:32

El anuncio de que Moeve (antes Cepsa) se ha incorporado a la Global Impact Coalition (GIC) para impulsar una nueva ruta de producción de combustible de aviación electro-sostenible (e-SAF) marca un punto de inflexión en la transición energética del sector aéreo y químico. La compañía andaluza se une a gigantes como BASF, Covestro o Mitsubishi Chemical Group para explorar una tecnología alternativa a la tradicional Fischer-Tropsch: el camino del metanol a olefinas (MTO).

La iniciativa, estructurada como una spin-off bajo el paraguas de la GIC, persigue evaluar la viabilidad técnica y económica de levantar en Europa la primera planta capaz de transformar e-metanol (metanol obtenido a partir de hidrógeno verde y CO₂ capturado) en olefinas ligeras y, a partir de ellas, en e-SAF y productos químicos bajos en carbono. El objetivo es completar estos estudios a finales de 2026 y abrir la puerta a una industria más competitiva y sostenible en un continente marcado por altos costes energéticos y una exigente regulación climática.

Qué es el e-SAF y por qué importa

El combustible de aviación electro-sostenible (e-SAF) es un queroseno sintético fabricado con electricidad renovable, agua y dióxido de carbono capturado. A través de la electrólisis, se produce hidrógeno verde; ese hidrógeno se combina con CO₂ mediante diferentes rutas de síntesis para obtener hidrocarburos líquidos con propiedades equivalentes al queroseno fósil.

Lo relevante del e-SAF es que puede usarse en los aviones actuales sin modificaciones, reduciendo hasta en un 90% la huella de carbono frente al combustible convencional. En un sector responsable de alrededor del 3% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, supone una de las pocas soluciones viables a corto y medio plazo para cumplir los objetivos europeos de descarbonización, como el reglamento ReFuelEU Aviation, que obligará a que al menos el 70% del combustible utilizado en vuelos europeos en 2050 sea sostenible.

La ruta Metanol a Olefinas

La novedad de la apuesta de Moeve y la GIC radica en la elección de la ruta Metanol a Olefinas (MTO). Primero, se produce e-metanol a partir de hidrógeno verde y CO₂. Después, ese metanol se introduce en un reactor con catalizadores de zeolitas (como SAPO-34) a alta temperatura. El resultado: se obtienen olefinas ligeras (etileno y propileno), compuestos básicos que pueden transformarse tanto en combustibles como en productos químicos (plásticos, envases, textiles).

Frente al tradicional Fischer-Tropsch, que convierte directamente CO₂ e hidrógeno en un crudo sintético, la vía MTO ofrece mayor flexibilidad y modularidad. Permite diversificar la producción, escalar de forma más sencilla y aprovechar el metanol como vector intermedio en diferentes cadenas de valor.

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