De la A a la Z: Diez palabras 'jaeneras' muy curiosas de nuestro abecedario
Descubre esta decena de expresiones propias de la tierra del ronquío
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El riquísimo patrimonio lingüístico de Jaén nos regala palabras y expresiones que hacen a los jienenses estar orgullosos de su identidad cultural. Estas palabras, algunas con siglos de historia, reflejan la creatividad y el carácter de los que habitan la provincia. Puede que algunas te suenen de oídas y otras quizás no las conozcas a no ser que hayas visitado la tierra del “ronquío”, que no quiere decir otra cosa que, a diferencia del resto de Andalucía, en Jaén la jota no se aspira, sino que se pronuncia con especial hincapié.
Agonías
Este término se utiliza para describir a una persona avariciosa o codiciosa, alguien con un afán desmedido de poseer riquezas, aunque sea sin trabajar por ellas. En Jaén, podría decirse: “Paco es un agonías, quiere melón tajá en mano”, una forma pícara de retratar su deseo de obtenerlo todo sin esfuerzo.
Asaura
“Asaura” designa a alguien antipático o malintencionado, cuyo comportamiento resulta molesto. Además, también describe a personas insistentes hasta el punto de ser pesadas. En Jaén, podría decirse: “Mira, déjame ya, que eres un asaura”.
Biscúter
Quizá una de las palabras más originales y queridas por los jiennenses. Un “biscúter” es el formato más pequeño de cerveza, equivalente a lo que en otros lugares se llama “quinto” o “botellín”. La expresión remonta su origen al pequeño coche “biscúter” de la posguerra española, tan reducido como esta botella de cerveza.
Cacharricos
Con la llegada de las ferias de San Lucas o la Virgen de la Capilla, los “cacharricos” se convierten en el destino favorito de los más pequeños. Este término se refiere a las atracciones de feria, desde el sapito loco hasta la noria, y en Jaén es sinónimo de diversión familiar.
Cenutrio
“Cenutrio” es una palabra coloquial para referirse a alguien torpe o estúpido. Aunque se usa en toda España, en Jaén tiene un tono muy característico. Históricamente, este término se relaciona con “ceniza”, simbolizando energía negativa o mala suerte.
Chavea
En Jaén, los “chaveas” son los niños o chavales. Este término, de uso frecuente y cariñoso, también ha dado nombre a eventos como el ‘Chavea Fest’, dedicado a la diversión en familia. Un ejemplo más de cómo las palabras trascienden generaciones.
Ea
Versátil y breve, “ea” es una expresión muy usada en Jaén para confirmar un hecho o resignarse ante una situación. Se puede escuchar en frases como: “Ea, se acabó la discusión” o simplemente como una exclamación de asentimiento. Su significado puede variar según el contexto, pero siempre transmite espontaneidad.
Jarrucheo
“Jarruchear” es un verbo que describe el acto de trapichear o cotillear, con un tono jocoso. En Jaén, es común decir: “¡Cómo te gusta un jarrucheo!” para aludir a alguien que disfruta socializando y mirando lo que sucede a su alrededor.
Japuana
Este término tiene un carácter rural y puede referirse tanto a un golpe físico, como un tortazo, como a una advertencia verbal contundente. Frases como “Te voy a dar una japuana” son comunes y, aunque suenan severas, suelen emplearse en contextos familiares o amistosos.
Sonsolico
Un “sonsolico” es alguien que aparenta ser dócil y pasivo, pero que en realidad actúa con astucia y doble intención. Este término describe a las personas que van de “mosquitas muertas”, engañando con su falsa modestia.
El vocabulario jaenero, rico en matices y expresiones coloridas, es legado del ingenio y la calidez de sus habitantes. Incorporar estas palabras al habla cotidiana es una forma de preservar y compartir una herencia cultural que merece ser conocida y valorada más allá de sus fronteras.
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