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La cata de aceite de oliva es una experiencia sensorial única que permite apreciar los matices y atributos de este oro líquido. En Jaén, tierra de olivares, esta práctica cobra especial relevancia, especialmente en su amplio catálogo de experiencias de oleoturismo. Así que apunta los aspectos clave a tener en cuenta al realizar una cata de aceite de oliva virgen extra para descubrir los atributos que definen su calidad.
La cata de aceite de oliva es una habilidad especializada que requiere de catadores profesionales. Estos expertos emplean condiciones controladas, como la temperatura, para evaluar minuciosamente las características de los aceites.
Los cuatro atributos esenciales del aceite de oliva que hay que tener en cuenta a la hora de realizar una cata son la vista, el gusto, el tacto y el olfato. Además, conocerás cuáles son los atributos del sabor, tanto positivos como negativos.
Aunque los catadores profesionales no suelen valorar el color de los aceites de oliva vírgenes, es importante mencionar que su tonalidad puede variar del amarillo verdoso al amarillo pajizo. Aunque no determina la calidad, puede ser un primer indicio de su frescura.
Esta etapa es fundamental en la cata de aceite de oliva. Los sabores pueden ser afrutados, amargos o picantes, y su intensidad puede ser ligera, media o intensa. Los atributos positivos incluyen notas afrutadas, limpias, frescas, dulces, almendradas, piñonadas o vegetales.
Dentro de los atributos del sabor positivos están el frutado, que recuerda el olor y el sabor del fruto sano, fresco y recogido; el frutado maduro, en el caso de su obtención mediante frutos maduros, su sabor es distintivo; almendrado, ya que puede recordar al sabor de la almendra fresca o seca; hojas verdes, un sabor determinante de aceitunas excesivamente verdes o mezcladas con hojas y tallos; manzana; notas de hierba recién cortadao o el amargor, más característico de aceitunas verdes y frescas.
En cuanto a los atributos negativos del sabor, están el alpechín, causado por una mala decantación y contacto prolongado con las aguas de vegetación; el atrojado, con un sabor característico de aceite de oliva obtenido de aceitunas amontonadas con fermentación avanzada; el avinagrado, que causa una sensación que recuerda al vinagre; borras, el sabor del aceite recuperado de los lodos decantados en los depósitos; rancio, común en aceites que han sufrido oxidación prolongada; y apagado, que se aplica al aeite que ha perdido sus características debido al exceso de temperatura o envejecimiento.
La textura y consistencia del aceite se evalúan mediante el tacto en el velo del paladar y la lengua. Puede ser acuoso, fluido, suave o pastoso.
El aroma del aceite de oliva virgen extra es una parte esencial de la cata. Los aromas pueden variar desde manzana y hojas hasta hierba y frutos secos. Los catadores utilizan técnicas como tapar el vaso o calentar ligeramente el aceite para concentrar estos aromas.
La cata de aceite de oliva es un proceso detallado que nos permite apreciar la diversidad de sabores y atributos que este producto ofrece. Ya sea en una cata profesional o en casa, conocer los atributos y sabores del aceite de oliva nos permite disfrutar aún más de esta joya culinaria, especialmente en Jaén, famosa por la calidad de sus aceites de oliva virgen extra. Echa un vistazo a todos los planes de oleoturismo que te están esperando en esta página.
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