Fue una antigua mezquita y ahora es la iglesia más antigua de Jaén en el barrio más castizo
El interior puede visitarse durante los horarios de misa habituales
Esta es la leyenda del Lagarto de La Malena de Jaén

Jaén/Que bajo los cimientos de una iglesia moderna se escondan vestigios árabes no es algo que a muchos pueda sorprender, ya que fue una práctica constante que ha dejado bajo tierra muchos tesoros arquitectónicos aún por descubrir. Tampoco lo es descubrir que donde a día de hoy dan la misa se puedan contemplar arcos árabes, como sucede, por ejemplo, en la afamada Mezquita-Catedral (o Catedral-Mezquita) de Córdoba. Por suerte, la historia está siempre ahí para echar una mano y aclarar datos cruciales para conocer el origen de estos templos olvidados que, sin embargo, nunca debieran caer en el olvido.
Algo parecido sucede en pleno centro de Jaén, en el casco histórico, concretamente en uno de los barrios con más soleras de la ciudad: el barrio de la Magdalena. Considerada la más antigua de la ciudad, su origen se remonta al siglo IX, cuando el emir Abderramán II ordenó la construcción de una mezquita en esta ubicación. Posteriormente, con la conquista cristiana, el templo islámico fue reconvertido en iglesia, manteniendo algunos elementos arquitectónicos originales, como su patio y el antiguo alminar, que hoy sirve de campanario.
Arquitectura gótica con vestigios andalusíes
El actual edificio está encasillado dentro del gótico tardío, construido sobre los cimientos de la antigua mezquita. Se estructura en cuatro naves, con una principal de mayor anchura, separadas por pilares de disposición irregular. Estos soportan arcos apuntados que sostienen bóvedas de nervios.
Uno de los elementos arquitectónicos más llamativos es la portada principal, en la que destaca una robusta puerta de doble hoja, mandada hacer en 1555 por el obispo Diego Tavera Ponce de León. A pesar del paso del tiempo, sigue conservando su majestuosidad y constituye uno de los mayores atractivos del templo.
Un legado artístico de gran valor
La Iglesia de la Magdalena alberga un destacado patrimonio artístico. Entre sus piezas más valiosas destaca un relieve del antiguo retablo del Corpus Christi, representando el Calvario, atribuido a Jacobo Florentino o Jerónimo Quijano. Además, se encuentran esculturas de gran importancia, como el Cristo de la Clemencia, obra de Salvador de Cuéllar (1593), y La Magdalena Arrodillada, de Mateo Medina (1572). A pesar del deterioro sufrido por el paso de los siglos, en algunos muros aún pueden apreciarse restos de pintura cristiana que evocan la historia del templo.
La leyenda del Lagarto de la Magdalena
A escasos metros de la iglesia se encuentra el Raudal de la Magdalena, un manantial natural de origen romano que ha abastecido de agua a la ciudad durante siglos. Este enclave está muy ligado a una de las leyendas más famosas de Jaén: la del Lagarto de la Magdalena. La historia cuenta que una criatura monstruosa habitaba en estas aguas, aterrorizando a los vecinos, hasta que un valiente local logró acabar con ella, convirtiéndose en héroe de la ciudad. La figura del lagarto sigue muy presente en la cultura popular y en la iconografía de Jaén.
Un espacio de fe y tradición
La iglesia es sede de la Antigua e Ilustre Cofradía del Santísimo Cristo de la Clemencia, Nuestro Padre Jesús de la Caída, Santa María Magdalena y María Santísima del Mayor Dolor, que procesiona cada Martes Santo en la Semana Santa jiennense. Este templo sigue siendo un referente de espiritualidad y devoción para los habitantes de la ciudad.
Información para la visita
El acceso al templo es gratuito, aunque su interior solo puede visitarse durante los horarios de misa. Las celebraciones litúrgicas tienen lugar los martes, miércoles y viernes a las 20:00 horas, los sábados a las 20:30 horas y los domingos a las 12:30 horas.
Situada en la Plaza de la Magdalena, la iglesia está rodeada de un entorno histórico y cultural incomparable. Frente a ella se encuentra el nacimiento de agua que inspiró la leyenda del lagarto, así como restos arqueológicos que pueden admirarse en el Museo Provincial de Jaén.
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