Así es el “Booking rural” que está atrayendo vida a estos cinco pueblos de Jaén con menos de 500 habitantes
Cinco pueblos de Jaén con menos de 500 habitantes participan en la iniciativa ‘Vive Más Andalucía’, el “Booking rural” que conecta a nuevos vecinos con oportunidades de vida, trabajo y emprendimiento en entornos llenos de naturaleza y vida salvaje
Cinco pueblos mágicos de Jaén que te harán viajar en el tiempo
El reto demográfico es hoy una de las principales preocupaciones de las administraciones públicas en España, y Andalucía no es una excepción. La despoblación rural afecta a decenas de municipios pequeños que, pese a su riqueza natural, patrimonial y cultural, ven cómo su población se reduce año tras año.
Frente a esta situación, la Junta de Andalucía ha impulsado la Estrategia frente al Desafío Demográfico 2025-2030, así como el portal ‘Vive Más Andalucía’, una especie de “Booking rural” que convoca a potenciales nuevos vecinos con 480 municipios andaluces, ofreciendo información práctica sobre servicios, comunicaciones, viviendas y medidas de apoyo.
En la provincia de Jaén, cinco pueblos de menos de 500 habitantes se han convertido en ejemplo de esta apuesta por atraer vida: Aldeaquemada, Benatae, Hinojares, Larva y Villarrodrigo. Y tienen mucho que ofrecer a quien se anime a formar parte de su población: desde paisajes naturales impresionantes hasta oportunidades de emprendimiento vinculadas al turismo, la agricultura o la vida comunitaria.
El “Booking rural” andaluz
Vivir, trabajar y emprender
La plataforma Vive Más Andalucía se presenta como un recurso integral que informa sobre los servicios disponibles en cada municipio, su conectividad digital, las viviendas vacías y las ayudas para quienes decidan instalarse allí. Además, pone rostro a esta nueva etapa con historias inspiradoras de familias que ya han elegido vivir en pequeños pueblos.
Su filosofía es clara: frente al estrés urbano, Andalucía ofrece pueblos con calidad de vida, naturaleza, relaciones cercanas y un menor coste de vida. En este contexto, los cinco pueblos jiennenses analizados buscan consolidar proyectos de repoblación, emprendimiento y turismo sostenible.
1. Aldeaquemada
Arte rupestre y cielos Starlight
Situada en la Campiña Norte de Jaén, Aldeaquemada se ubica en Sierra Morena Oriental, entre el Parque Natural de Despeñaperros y el Paraje Natural Cascada de la Cimbarra. De hecho, la Cascada de la Cimbarra, de 40 metros de altura, es uno de los enclaves más visitados, declarada Paraje Natural en 1989.
Aldeaquemada es un museo al aire libre gracias a sus pinturas rupestres esquemáticas y levantinas, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Yacimientos como la Tabla de Pochico o la Cueva de los Arcos forman parte de este legado.
Su casco histórico, baluarte urbanístico de las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena fundadas en el siglo XVIII por Carlos III y Pablo de Olavide, conserva la iglesia de la Purísima Concepción y el antiguo Pósito del Diezmo.
Aldeaquemada ha apostado por el astroturismo, al formar parte de la Reserva Starlight de Sierra Morena. La Casa Rural Navalacedra ofrece experiencias de observación astronómica con naturaleza y gastronomía. Con una renta media de 11.783 euros y un 77% de viviendas vacías, es toda una opción real para quienes buscan un pueblo acogedor, con servicios educativos y sanitarios y buena conectividad digital.
2. Benatae
Tranquilidad en la Sierra de Segura
Con unos 500 habitantes, Benatae es el municipio más pequeño de la Sierra de Segura. Su territorio está completamente integrado en el Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas. El monte Peñalta y el valle del Guadalimar forman parte de su entorno natural, donde abundan pinares, olivares y bosques de galería.
La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, iniciada en el siglo XV y finalizada en el XVII, cuenta con elementos góticos, renacentistas y barrocos. El castillo de Cardete, de origen islámico y declarado BIC, recuerda su pasado medieval. Además, conserva la plaza de toros semicircular y el castillo de Las Fuentes.
En Benatae, el turismo aún es incipiente, algo que propicia la tranquilidad de sus calles. El municipio se divide en varios núcleos: Benatae, Las Fuentes, Puente Honda y La Sierra (deshabitado). Su economía gira en torno al olivar y la explotación forestal, pero su futuro pasa también por el turismo de naturaleza y cultural. Con una renta media de 9.111 euros y un bajo porcentaje de viviendas vacías, se percibe como un destino de arraigo para quienes buscan paz y contacto directo con la naturaleza.
3. Hinojares
Casas-cueva y mosaicos de colores
Hinojares, con unos 400 habitantes, se ubica en el Alto Guadalquivir, al sur del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas. El río Turrillas vertebra su territorio, en el que destacan el Nacimiento del río Turrillas (Siete Fuentes) y la Cascada de la Vinatera, de más de 100 metros. También sobresalen las Salinas de Chíllar, de manantial.
El pueblo está dividido en tres barrios: Barrio Bajo, Barrio Alto y Casas Nuevas. En ellos abundan las casas-cueva, un hábitat troglodita de gran valor etnológico, caracterizadas por su temperatura constante y ambiente acogedor. La iglesia de San Marcos Evangelista (s. XVII) y el Ayuntamiento completan su patrimonio arquitectónico.
Hinojares es heredero del gran asentamiento íbero de Castellones de Ceal, clave en las rutas comerciales entre Levante y el Guadalquivir. Tras siglos de dependencia de Quesada y Pozo Alcón, obtuvo el título de villa en 1690.
En cuanto a la población actual, una cuarta parte de sus vecinos son extranjeros que han reformado casas y se han instalado de forma permanente, creando una comunidad multicultural en plena naturaleza. Su economía depende de la agricultura, la caza y la ganadería, pero su proyección está ligada al turismo activo: senderismo, barranquismo, rutas a caballo o kayak.
4. Larva
Paisaje semidesértico y legado íbero
Larva, con unos 450 habitantes, se sitúa en el corredor que separa la Sierra del Pozo y Sierra Mágina. Su paisaje se caracteriza por la escasez de lluvias, fuerte erosión y barrancos, dando lugar a un entorno casi estepario. El cultivo del olivar ha transformado progresivamente los antiguos campos de cereal.
Entre sus bienes destacan la iglesia de San Pedro Apóstol (s. XVII-XVIII), el Antiguo Ayuntamiento (hoy albergue municipal), el Tejar de los Moros y el yacimiento íbero del Castellón, una fortaleza ciclópea de los siglos II-I a.C. También sobresale la devoción a la Virgen de Majada Blanquilla, situada en el punto más alto del municipio, a 1.144 metros.
Desde Larva se divisan tanto la Sierra de Cazorla como la de Mágina, además de ciudades como Úbeda y Baeza. Destacan enclaves como El Pozuelo, con manantiales y cuevas, la Laguna estacional en La Cañada Real o la Zona Recreativa de La Cañada.
Su economía es agrícola y de subsistencia, pero su paisaje único y sus recursos patrimoniales ofrecen un potencial para el turismo de aventura y cultural.
5. Villarrodrigo
Olivar, ganado bravo y torre medieval
Villarrodrigo es el municipio más oriental de Jaén, en las estribaciones de la Sierra de Segura, lindando con Albacete. Su territorio combina olivares, campos de cereal, pastos para ganadería y zonas forestales.
Destacan la iglesia de San Bartolomé (s. XV-XVI), con un retablo inspirado en Vignola, y el Torreón Medieval (s. XIV), de planta cuadrada y arquitectura gótica militar.
El municipio se encuentra junto a la Vía Verde de la Sierra de Segura, antiguo trazado del ferrocarril Baeza-Utiel. Senderos como el de Siles a Villarrodrigo permiten conocer un entorno de baja y media montaña. Áreas recreativas como la Dehesa del Oso o Bayona completan la oferta natural.
Su economía gira en torno al olivar de secano y a la ganadería de reses bravas, con explotaciones tan destacadas como la de Samuel Flores.
Vive Más Andalucía: el paraguas estratégico
El reto demográfico
Andalucía afronta un reto demográfico marcado por el envejecimiento, la baja natalidad y la concentración urbana. Municipios como Aldeaquemada, Benatae, Hinojares, Larva y Villarrodrigo se ven afectados por la despoblación, pero también ofrecen oportunidades para fijar población gracias a su patrimonio y calidad de vida.
La I Estrategia frente al Desafío Demográfico en Andalucía 2025-2030, aprobada en julio de 2025, plantea un marco global que incluye medidas en empleo, vivienda, innovación, desarrollo rural, digitalización y movilidad. Entre sus iniciativas destacan las subvenciones a entidades locales para atraer nuevos residentes y el portal Vive Más Andalucía como escaparate de oportunidades.
Frente al reto demográfico, Jaén y Andalucía ofrecen un mensaje claro: hay futuro en los pueblos pequeños. Y ese futuro puede estar esperando a nuevos vecinos dispuestos a apostar por ellos.
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