Así es la catedral civil de Úbeda, testimonio del genio de Vandelvira

El Hospital de Santiago, conocido como la catedral civil de Úbeda, es una obra maestra del arquitecto Andrés de Vandelvira que sirvió en un comienzo para curar ‘bubas’ y capilla funeraria y ahora alberga actividades culturales todos los días del año

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El Hospital de Santiago es uno de los monumentos imprescindibles en tu visita a Úbeda.
El Hospital de Santiago es uno de los monumentos imprescindibles en tu visita a Úbeda. / FM Schmitt

Quien llega a Úbeda, la ciudad renacentista de piedra dorada, percibe enseguida la magnitud de su legado histórico. Entre sus monumentos, uno domina el horizonte y simboliza el esplendor del siglo XVI andaluz: el Hospital de Santiago, conocido popularmente como “la catedral civil de Úbeda”.

Diseñado por Andrés de Vandelvira, el gran maestro del Renacimiento en Andalucía, este edificio resume la grandeza de una época en la que la arquitectura era sinónimo de fe, poder y saber.

Un proyecto nacido de la ambición y la caridad

El origen del Hospital de Santiago se remonta a 1562, cuando Diego de los Cobos y Molina, obispo de Ávila y Jaén, concibió la idea de levantar en su ciudad natal un hospital bajo la advocación de Santiago Apóstol, patrón de España.

El prelado, pariente de los influyentes Vázquez de Molina y Francisco de los Cobos, pertenecía a una familia que transformó la fisonomía de Úbeda con un conjunto de obras civiles y religiosas que la convertirían en un baluarte del Renacimiento español.

El 17 de septiembre de 1562, Diego de los Cobos firmó los estatutos fundacionales del hospital, donde dejó clara la autoría del proyecto: “Mandamos que la dicha casa y hospital se acabe según el orden y traza que tiene dada Andrés de Vandelvira, maestro de cantería, conforme a la cual la dicha obra está comenzada”.

El conjunto debía cumplir varias funciones: servir como hospital para enfermos pobres, albergar una iglesia para el culto, convertirse en lugar de sepultura del fundador y disponer de estancias residenciales para su propio uso.

El hospital que curaba el mal de bubas

El edificio se levantó extramuros, junto a la ermita de San Lázaro, como era habitual en los hospitales de la época. Su función principal fue la atención a enfermos de “bubas”, término con el que se designaban afecciones cutáneas y venéreas, especialmente la sífilis.vCon el tiempo, su asistencia se amplió a otras patologías, convirtiéndose en un centro sanitario y espiritual de referencia.

La construcción comenzó en 1562, aunque se interrumpió temporalmente durante dos años. Finalmente, las obras concluyeron en 1575, una década después de la muerte del obispo fundador. Desde entonces, el hospital se consideró como uno de los mayores símbolos arquitectónicos de Úbeda y de todo el Renacimiento español.

Una fachada que anuncia grandeza

El Hospital de Santiago impresiona desde su acceso principal, una fachada de dos plantasprecedida por una amplia lonja elevada respecto a la calzada. Cuatro columnas dóricas coronadas por leones sostienen el escudo del fundador, mientras que la portada central luce un relieve de Santiago Matamoros, símbolo de la fe que inspiró la obra.

El patio central: armonía y proporción

Tras la fachada, se accede a un gran patio cuadrado que constituye el corazón del edificio. Está formado por dobles arcadas en sus cuatro lados, con cinco arcos de medio punto apoyados sobre columnas corintias de mármol blanco. El equilibrio geométrico del espacio refleja los ideales humanistas de la época y la maestría técnica de Vandelvira.

Desde el lateral izquierdo parte la escalera monumental, una de las más admiradas del Renacimiento andaluz. Su bóveda colgada, sin apoyo central, es una muestra del ingenio estructural del arquitecto. El conjunto está decorado con frescos manieristas de Pedro de Raxis y Gabriel de Rosales, que representan reyes, vírgenes y santos.

En el frente de la escalera se encuentra el gran escudo del obispo Diego de los Cobos, recordando al visitante que este lugar fue tanto una obra de caridad como una afirmación de poder.

La capilla: una innovación arquitectónica

En el eje de la puerta principal se sitúa la iglesia del hospital, una de las aportaciones más singulares de Vandelvira a la arquitectura religiosa del siglo XVI.

Se abre al patio mediante tres grandes rejas realizadas por el maestro Juan Álvarez de Molina entre 1573 y 1575. A través de ellas, los fieles podían asistir al culto desde el patio, sin necesidad de acceder al interior.

El diseño de la iglesia rompe con los modelos tradicionales. Su planta rectangular, atravesada por dos torres que actúan como tribunas interiores, genera una disposición en forma de H, con una capilla mayor destacada y una cuidada distribución de volúmenes.

El espacio central se cubre con bóvedas baídas, mientras que las capillas laterales utilizan bóvedas de cañón, creando un juego de luces y alturas que intensifica la espiritualidad del lugar.

Las pinturas al fresco de las bóvedas y sacristías, también obra de Raxis y Rosales, reproducen escenas bíblicas como el pecado original o la expulsión del Paraíso, junto a elementos decorativos de inspiración clásica.

Arte y rejería: un conjunto excepcional

El Hospital de Santiago fue concebido como una obra total, en la que arquitectura, escultura, pintura y rejería se integran de forma armónica. Además de las tres rejas que aún se conservan, el edificio contó con un retablo mayor (destruido en 1936) tallado por Blas Briñón y Luis de Zayas, y una sillería coral de gran calidad, también de Briñón, cuyos restos se conservan hoy en la capilla mayor.

El programa pictórico, desarrollado a finales del siglo XVI, se extiende por la escalera, la iglesia, la sacristía y la antesacristía. En él aparecen escenas religiosas, alegorías morales y figuras de reyes hispanos, componiendo uno de los conjuntos murales más importantes del manierismo andaluz.

Cuatro siglos de historia y restauraciones

El edificio funcionó como hospital durante más de cuatrocientos años. En 1767 se transformó en hospital general, y en el siglo XIX albergó la Casa Cuna y dependencias de la Beneficencia Municipal. Las guerras del siglo XIX y XX dañaron gravemente su patrimonio, pero no su estructura, que sobrevivió a saqueos y desamortizaciones.

A lo largo del siglo XX se emprendieron varias restauraciones. En 1904 se intervino en la escalera, en 1927 en una de las torres, y en 1962 comenzaron las primeras obras de consolidación bajo la dirección de Francisco Prieto Moreno

Finalmente, entre 1982 y 1990, los arquitectos Andrés Perea y Carmen Mostaza realizaron una restauración integral que lo convirtió en Palacio de Exposiciones y Congresos. Se eliminaron añadidos, se reforzaron estructuras y se adaptó el edificio a nuevos usos culturales.

Desde entonces, el Hospital de Santiago se ha consolidado como uno de los espacios más activos de la provincia, sede de congresos, conciertos, exposiciones y actos institucionales. En su antigua capilla se ubica un auditorio de gran valor acústico, donde se celebran eventos como el Festival de Música Antigua de Úbeda y Baeza (FeMAUB) o la Semana Sanjuanista.

Así que, en tu próxima visita a la Ciudad Patrimonio de la Humanidad, no pases por alto este punto turístico, patrimonial y cultural que, más allá de la belleza de su arquitectura y de la curiosa historia que aguarda, es un espacio lleno de vida propia en el que encontrarás eventos prácticamente todos los días del año.

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