OCIO JAÉN

Dos ecstatic dance que puedes hacer este fin de semana en Jaén

En Jaén capital y Los Villares tienes dos opciones para disfrutarlo este sábado.

En Jaén capital y Los Villares tienes dos opciones para disfrutarlo este sábado.

Si te gusta bailar y meditar, quizás no sepas todavía que existe una forma de hacer las dos cosas a la vez: se llama ecstatic dance, una actividad que consiste en concentrarse para dejarse llevar por la música, cuyo ritmo va cambiando durante la sesión guiada, con el objetivo de soltar lastre y liberarte de todo lo que te agobia. Cierra los ojos y que el ritmo siga a tu cuerpo.

Ecstatic dance en Jaén

Este fin de semana, a falta de uno, puedes disfrutar de dos talleres guiados de ecstatic dance. El de la capital se celebrará el sábado 16 de marzo en horario de 19:00 a 21:30 horas en la Sala Maeba Martínez. Con una inscripción de solo 15 euros, puedes reservar ya tu plaza antes de que se agoten en el 622 170 516. Félix Arjona dirige este taller, y además estará en el mismo espacio, por la mañana, en horario de 10:00 a 14:00 horas impartiendo un taller de danza 'Contact Improvisation'

Actividad de ecstatic dance en Jaén. Actividad de ecstatic dance en Jaén.

Actividad de ecstatic dance en Jaén.

Ecstatic dance en Los Villares

En la Sala Rosa Esencial de Los Villares tienes otra oportunidad de practicar el ecstatic dance el sábado 16 de marzo en horario matina. De 10:00 a 13:00 horas. Con una aportación de 15 euros, puedes reservar tu plaza en el teléfono 645 077 737. Para la actividad es fundamental llevar agua, ya que bailarás durante casi tres horas, además de ropa cómoda, algún pañuelo o antifaz para taparte los ojos en algún momento, una mantita y, como se trata de hacerlo descalzo, no está de más equiparse con algunos calcetines calentitos.

Actividad de ecstatic dance en Los Villares. Actividad de ecstatic dance en Los Villares.

Actividad de ecstatic dance en Los Villares.

El origen del ecstatic dance  

El ecstatic dance nació en Hawai, concretamente en Big Island, en el año 2000 y de la mano de Max Fathom, inspirado por los cinco Ritmos de Gabriell Roth. Es un viaje no verbal hacia la apertura y la expansión a través de la música y el movimiento. Un espacio más allá de la mente donde el cuerpo se puede expresar con libertad, conectando de forma íntima con uno mismo y con el grupo. 

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