Cinco lugares recomendados para disfrutar de las Cruces de Mayo de Jaén
CRUCES DE MAYO
Te proponemos una ruta por el centro de la ciudad y los Jardines de Jabalcuz para disfrutar de estas fiestas
Descubre dónde están todas las Cruces de Mayo de Jaén 2025 con este mapa interactivo
Durante los días 3 y 4 de mayo, la ciudad de Jaén se transforma en todo un espectáculo de color, música y tradición con la celebración de las Cruces de Mayo, una de las festividades más queridas por los jiennenses. La ciudad se llena de vida con la instalación de cruces decoradas por cofradías, hermandades, asociaciones vecinales y numerosos colectivos que, con gran esmero, convierten calles y plazas en auténticos jardines urbanos.
Cada cruz es reflejo de la creatividad y la identidad de quienes la elaboran. Si quieres comprobar su belleza en primera persona y, sobre todo, poder asistir al festín de olores y aromas que desprenden, no te pierdas esta pequeña ruta por cinco lugares destacados para ver las Cruces de Mayo de Jaén 2025.
1. San Ildefonso
Uno de los espacios más icónicos para disfrutar de las Cruces de Mayo es, sin duda, la Plaza de San Ildefonso. En este enclave cargado de historia, se instalan dos de las cruces más representativas: la de la Cofradía de la Virgen de la Capilla, ubicada en la fachada lateral de la Basílica de San Ildefonso, y la de la Cofradía del Resucitado, en la cercana calle Reja de la Capilla.
La plaza acoge una de las iglesias más emblemáticas de Jaén, cuya arquitectura se despliega en tres estilos diferentes: gótico, renacentista y neoclásico. Esta riqueza estilística convierte al templo en un referente visual y simbólico de la ciudad. La portada oriental, de factura gótica isabelina, rememora el histórico descenso de la Virgen en 1430. La portada norte, orientada hacia la actual plaza, sustituye a la original gótica que daba al cementerio, mientras que la fachada occidental, de estilo neoclásico, destaca por su sobriedad y sus columnas compuestas.
2. Claustro de la Merced
Otro de los espacios que destaca durante las Cruces de Mayo es el patio claustral de la Parroquia de la Merced, sede de la Cofradía de los Estudiantes. Este singular enclave, que conserva su estructura renacentista intacta, es un ejemplo excepcional de sobriedad arquitectónica y elegancia espacial.
La iglesia y el antiguo convento de Nuestra Señora de la Merced son testigos de siglos de historia religiosa en Jaén. El claustro, de planta cuadrada y dimensiones reducidas, exhibe dos alturas con vanos adintelados sobre arcos de medio punto, separados por pilastras toscanas. Este diseño, propio del último tercio del siglo XVI, crea una atmósfera recogida que aporta un marco especialmente solemne y armónico a la cruz instalada por la hermandad universitaria.
3. Jardines de Jabalcuz
A las afueras de la ciudad, los Jardines de Jabalcuz ofrecen una propuesta distinta, ideal para quienes desean disfrutar de las Cruces de Mayo en un entorno natural y patrimonial muy especial. En este paraje, la Asociación de Vecinos 'Paraje de Jabalcuz' instala su cruz en la explanada de las conocidas Casas Gemelas, integradas en los jardines.
Estos jardines, diseñados en 1925 por el prestigioso paisajista Cecilio Rodríguez, nacieron como parte del entorno del antiguo balneario de aguas termales, cuyo esplendor se extendió entre el siglo XIX y principios del XX. La presencia del agua es constante en el diseño, con estanques, cascadas y fuentes integradas en la vegetación. La riqueza botánica del lugar es notable, con especies como magnolios, cipreses, moreras, palmeras y laureles, entre muchas otras.
El resultado es un entorno idílico en el que naturaleza y tradición conviven armónicamente. La cruz, ubicada entre la arquitectura del balneario y la exuberancia vegetal, cobra una dimensión poética. Pasear por Jabalcuz durante estas fechas es reencontrarse con el pasado termal de la ciudad y experimentar una de las formas más singulares y relajadas de vivir esta festividad.
4. Plaza de San Francisco y Cripta de la Catedral
En pleno centro de Jaén, la Plaza de San Francisco es otro de los lugares imprescindibles para vivir las Cruces de Mayo. Aquí se encuentran dos cruces especialmente simbólicas: la organizada por la Delegación de Juventud de la Diócesis de Jaén, situada junto a la entrada de la Cripta de la Catedral, y la de la Hermandad del Silencio, instalada en el lateral del Palacio de la Diputación Provincial.
La Cripta de la Catedral de Jaén es un espacio singular, de planta equivalente a la del Sagrario superior, al que se accede desde la propia plaza o desde el interior del templo. Reformada en 1940, acoge los restos de cientos de personas fallecidas durante la Guerra Civil y cuenta con una imponente escultura del Cristo expirante realizada por Jacinto Higueras.
La Plaza de San Francisco, por su parte, es heredera del antiguo convento franciscano demolido en el siglo XIX. Hoy, en su lugar, se alzan el edificio de la Diputación y otros inmuebles históricos que conforman uno de los espacios urbanos más representativos de la capital.
5. Plaza Deán Mazas
La Plaza Deán Mazas, situada en pleno centro comercial de Jaén, es otro de los espacios destacados durante las Cruces de Mayo. Aquí instala su cruz el Grupo Biscuter Jaén S.L., ofreciendo una propuesta cargada de dinamismo y colorido.
Esta plaza peatonal, que en su origen formaba parte de la antigua Plaza del Mercado, fue dividida a finales del siglo XIX con la construcción del actual edificio de Hacienda. En su entorno se encuentran edificios tan emblemáticos como el Palacio de los Vilches, la Clínica La Inmaculada y el Hotel Xauen, que ocupa el solar de una antigua hospedería.
Conocida por su carácter animado, la Plaza Deán Mazas se convierte durante las fiestas en un punto neurálgico donde se mezclan vecinos y visitantes, creando un ambiente festivo y acogedor. Las terrazas, la oferta gastronómica y la cercanía con otros espacios de interés hacen de este lugar una parada obligatoria para quienes buscan disfrutar de las Cruces de Mayo en un ambiente más urbano y desenfadado.
Las Cruces de Mayo en Jaén no solo son una manifestación artística y religiosa, sino también una oportunidad para reencontrarse con la ciudad desde nuevas perspectivas. Cada cruz ofrece una experiencia diferente, vinculada al entorno en que se inserta y a la historia de quienes la organizan.
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