Cabra del Santo Cristo, Guarromán, Venta de Pantalones y otros nombres curiosos de pueblos jiennenses
¿Conoces el origen y la historia de los nombres más curiosos de pueblos jiennenses? Larva, Jódar o Aldeaquemada son algunos de ellos. Toma nota y haz una ruta diferente por la provincia de Jaén
Hay pueblos que no olvidaremos jamás, incluso si nunca los hemos visitado. Y es que el nombre que se le da a algunos de ellos queda para siempre en la memoria. Es el caso de esta selección de pueblos de Jaén, que sorprenden no solo por su denominación, sino también por la historia toponímica que encierran.
Cabra del Santo Cristo
Aunque parezca la invocación propia de una sesión de espiritismo, realmente Cabra del Santo Cristo es un pueblo totalmente inofensivo. Ubicado en la comarca de Sierra Mágina, se encuentra a 942 metros de altitud y a 73 kilómetros de Jaén capital.
El municipio se convirtió en centro de devoción en 1637, cuando llegó una copia del Cristo de Burgos. A partir de entonces, atrajo a numerosos peregrinos y para diferenciarlo de otros lugares con el nombre Cabra, como el cordobés, adoptó la advocación religiosa “del Santo Cristo”, ya que antes era conocido como Cabrilla o Villa de Cabra.
Entre sus tesoros patrimoniales, además de su santuario, conserva un castillo con restos romanos, islámicos y cristianos, rodeado de paisajes de Sierra Mágina que te dejarán sin respiración.
Venta de Pantalones
Esta aldea que curiosamente pertenece a Martos (a 15 kilómetros) y se ubica a solo 6 de Alcaudete tiene historia propia, la que le da nombre. Si pasas por la carretera entre Málaga y Jaén tendrás que atravesarlo, verás que es pequeño y con apenas unos pocos habitantes.
El nombre se debe a una antigua venta, un lugar de parada y descanso para los viajeros, que pertenecía a un hombre apodado “el Tío Pantalones”. Su sobrenombre se debía a que vestía pantalones muy grandes para su tamaño. Con el tiempo, la denominación pasó de “Venta del Tío Pantalones” a “Venta de Pantalones”, conservándose hasta hoy como un topónimo curioso.
Guarromán
Si hay algún nombre célebre de un pueblo de Jaén, ese es el de Guarromán. Como si de un vocablo en espanglish se tratara, muchos creen que alude a una supuesta falta de higiene masculina. Nada más lejos de la realidad.
Su origen procede del árabe andalusí Wādī-r-rummān, que significa “río de los granados”. Con el paso de los siglos, la evolución fonética dio lugar a la forma actual, Guarromán fundado en 1767 por Carlos III como parte del proyecto de Nuevas Poblaciones de Sierra Morena.
Larva
A pesar del nombre, Larva no es conocido por gusanos ni mariposas. Este pueblo, situado en un entorno semiárido con paisajes que recuerdan a los de un desierto, guarda un origen toponímico ligado al comercio medieval.
Durante el periodo andalusí se conocía como Ullaraua, derivado del árabe al-‘arbía (“miércoles”), porque aquí se celebraba un mercado semanal ese día. La evolución popular de la lengua transformó Ullaraua en Larva, conservando el signo de su pasado mercantil.
Frailes
Junto a Alcalá la Real se encuentra Frailes, en la Sierra Sur de Jaén. Curiosamente, a pesar de su nombre, no cuenta con conventos ni monasterios.
El nombre proviene de Alfralyas, denominación usada durante al-Ándalus, y tras la conquista de Alcalá la Real en 1341 quedó incorporado a su alfoz. Existe una leyenda que lo relaciona con “fraude”, pero se considera un mito sin base histórica.
Jódar
Algunos creen que Jódar es una palabrota, jugando incluso con frases como “¡No me Jódar!”. Sin embargo, su origen es muy antiguo y con trasfondo histórico.
El topónimo aparece en fuentes árabes como Sawd ar → Xódar → Jódar, posiblemente con raíces íberas ligadas a “montaña boscosa”. En cualquier caso, conserva una de las denominaciones más antiguas de Sierra Mágina.
Aldeaquemada
Para visitar Aldeaquemada no hace falta extintor ni crema termo protectora. Este bello enclave del Parque Natural de Despeñaperros es un oasis de naturaleza y tranquilidad.
El topónimo podría proceder de “La Dehesa de Aldea Quemada”, o de un incendio de una aldea anterior llamada Aldehuela. En ambos casos, la memoria de aquel fuego quedó fijada en el nombre actual.
En la actualidad, Aldeaquemada es uno de los pueblos creados en 1767 dentro del proyecto de Nuevas Poblaciones de Sierra Morena impulsado por Carlos III.
Los nombres de pueblos como Cabra del Santo Cristo, Guarromán o Venta de Pantalones son algo más que una anécdota pintoresca. Constituyen un viaje por la historia de Jaén, desde la época íbera hasta la colonización de Sierra Morena en el siglo XVIII. Sus topónimos hablan de mercados medievales, devociones religiosas, apodos populares o impronta árabe. Un patrimonio inmaterial que enriquece la identidad de la provincia y la convierte en un lugar muy especial que hay que visitar.
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