Este es el pueblo más bonito de Jaén para 2025 según la revista ‘Viajar’

VIAJAR POR JAÉN

La gastronomía, sus fiestas y festivales son otro de los atractivos para visitar esta ciudad de la Sierra Sur de Jaén

Alcalá la Real, el municipio de Jaén incluido en la ruta Caminos de Pasión

La Fortaleza de La Mota es el emblema patrimonial, histórico y turístico de Alcalá la Real.
La Fortaleza de La Mota es el emblema patrimonial, histórico y turístico de Alcalá la Real.

Alcalá la Real/La revista Viajar acaba de publicar un artículo con los pueblos más bonitos de España para visitar en 2025, y en la provincia de Jaén destaca Alcalá la Real, de la que subraya la imponente Fortaleza de la Mota. Este municipio jiennense, ubicado en el extremo sur de la provincia, destaca por su impresionante patrimonio histórico, su belleza natural y una oferta turística que aúna cultura, tradición y hospitalidad.

Situada a 918 metros sobre el nivel del mar, en la confluencia de las provincias de Jaén, Córdoba y Granada, Alcalá la Real se alza majestuosa sobre la meseta que domina el cerro de la Mota, una posición estratégica que le confiere un perfil único entre olivares, montañas y un horizonte que respira historia.

La Fortaleza de la Mota: un emblema monumental

El principal icono que ha catapultado a Alcalá la Real a esta distinción es, sin duda, la imponente Fortaleza de la Mota, declarada Monumento Nacional en 1931. Este recinto amurallado conserva torres, murallas y calles que remiten al esplendor de la Edad Media, cuando la ciudad era frontera viva entre el mundo cristiano y musulmán.

Desde sus almenas, la vista de la ciudad es sobrecogedora. A sus pies se despliega un entramado urbano de origen árabe, con callejuelas empedradas, casas encaladas y rincones llenos de encanto.

Un casco histórico que enamora

El casco histórico de Alcalá la Real es un auténtico museo al aire libre. Pasear por sus calles es viajar al pasado. Iglesias como la de Consolación, San Juan Bautista o Nuestra Señora de las Angustias, el Palacio Abacial o el propio Ayuntamiento barroco, con su peculiar reloj que marca las fases lunares, dan cuenta de la riqueza artística y arquitectónica del municipio.

Otros rincones destacados son la fuente renacentista del Pilar de los Álamos o la iglesia de San Antón, con su original planta elíptica. Todo ello se combina con casas señoriales, viviendas modernistas de principios del siglo XX y un trazado urbano que conserva la esencia andaluza.

Una ciudad viva y acogedora

Más allá de sus monumentos, Alcalá la Real es hoy una ciudad moderna y cosmopolita, pero profundamente arraigada a su historia y tradiciones. Sus más de 22.000 habitantes (los alcalaínos) son conocidos por su hospitalidad, y han sabido preservar un estilo de vida tranquilo, marcado por el respeto al patrimonio, la cultura y la naturaleza.

El corazón de la vida social se encuentra en el paseo de los Álamos y en el entorno del Compás de Consolación, donde conviven el legado religioso, civil y festivo de la ciudad. Además, destaca el uso actual de edificios históricos como el antiguo convento de Capuchinos, hoy Biblioteca y Archivo Municipal, o la nueva Trinidad, centro cultural y gastronómico que se levanta sobre un antiguo convento del siglo XV.

Naturaleza y paisajes únicos

Alcalá la Real no solo ofrece historia y arquitectura: su entorno natural es uno de los grandes tesoros de la provincia de Jaén. Los cortados de los Tajos, los Llanos con sus paisajes lunares, o parajes como la Hoya de Charilla, la sierra de la Martina, Rompezapatos o la Camuña hacen de este municipio un destino ideal para los amantes del senderismo, la fotografía y la desconexión.

La diversidad ecológica de esta zona de la Sierra Sur de Jaén permite disfrutar de contrastes únicos en apenas unos kilómetros, desde olivos centenarios hasta bosques mediterráneos conservados.

Sabores con historia

Como no podía ser de otra forma en tierras andaluzas, la gastronomía alcalaína es otro de los grandes atractivos para el visitante. Productos tradicionales como el lomo en conserva, la morcilla, los chorizos caseros o los dulces navideños elaborados con manteca y almendra forman parte de su recetario más auténtico.

A lo largo del año, platos como el arroz caldoso, la secretaria (con salsa de tomate, champiñones, espárragos y pollo) o el peculiar "Relleno" de Carnaval —hecho con miga, carne y huevo cocido en cuajar de cerdo— son una invitación a saborear la tradición.

Además, el vino local y los dulces de Semana Santa, como los pestiños o los roscos de vino, ponen el broche de oro a una experiencia culinaria con identidad propia.

Si estás planeando una escapada para 2025, Alcalá la Real se posiciona como un destino imprescindible dentro del panorama nacional. Historia, naturaleza, cultura, gastronomía y hospitalidad se funden en un enclave que ha sabido adaptarse al presente sin renunciar a su esencia.

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