Ruta Ornitológica en la Sierra de Cazorla: el paraíso del birdwatching en Andalucía
NATURALEZA EN JAÉN
Se aconseja el uso de prismáticos para disfrutar de las mejores vistas a los habitantes de los cielos cazorleños
Descubre el tren turístico para conocer la fauna de Cazorla

Cazorla/Las aves y los pájaros forman una parte irreductible de la fauna de un parque natural. Con el objetivo de conocer y difundir la vida salvaje del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas se ha creado la Ruta Ornitológica de la Sierra de Cazorla, una experiencia recomendable para los apasionados de las aves, el senderismo y los paisajes de montaña. Con salida desde el histórico pueblo de Cazorla, este recorrido atraviesa algunos de los ecosistemas más ricos en biodiversidad de Andalucía, convirtiéndose en un enclave privilegiado para la observación de aves (en inglés ‘birdwatching’) y la conexión con la naturaleza.
Punto de partida: Cazorla, puerta del Parque Natural
La ruta comienza en el municipio de Cazorla, un enclave declarado conjunto histórico-artístico por su rica herencia patrimonial y arquitectónica. Desde aquí, tomamos la carretera A-319 en dirección al Parque Natural, atravesando los pintorescos pueblos de La Iruela y Burunchel, hasta alcanzar el Puerto de las Palomas y el Paso del Aire. En este punto, una parada es obligatoria para disfrutar de las impresionantes vistas del Valle del Guadalquivir y el contraste con la campiña olivarera.

Aquí, el cielo se llena de vida: es habitual observar el vuelo del Buitre leonado, nuestra rapaz más abundante, sobrevolando a escasos metros de las copas de los pinos. También se pueden avistar especies como el ratonero común o el águila calzada.
Segunda parada: Vadillo-Castril y Cerrada del Utrero
Continuando hacia el Empalme del Valle, nos desviamos hacia Vadillo-Castril, antiguo poblado maderero a orillas del joven río Guadalquivir. En esta zona, tanto desde el mismo núcleo urbano como por la senda de la Cerrada del Utrero, encontraremos especies típicas de ribera como el mirlo acuático, un excelente bioindicador de la calidad del agua, así como la lavandera cascadeña, el ruiseñor bastardo y la llamativa oropéndola, especialmente activa en primavera.
Los Collados y Nava del Espino
Dejando atrás el Puente de Hierro, nos dirigimos hacia las Navas. Pasamos los Lanchales de Linarejos, un terreno kárstico donde, además de la cabra montés, podemos observar aves forestales como el trepador azul, el carbonero garrapinos, el mito o el agateador común. Llegamos a la casa forestal de Los Collados, desde donde parte la pista hacia la Nava del Espino a través de la Cuesta del Bazar.

En esta ascensión el paisaje cambia: los pinos resineros dan paso a los pinos laricios, acompañados de quejigos centenarios, romeros, jaras y cornicabras. Esta zona alberga aves como el águila culebrera, el águila real y, en las alturas, puede verse el gamo pastando tranquilamente.
Nava de San Pedro y miradores ornitológicos
Siguiendo la pista forestal pasamos por la Fuente de la Garganta y alcanzamos La Esperilla, donde se ubica el mirador Félix Rodríguez de la Fuente. Este enclave ofrece vistas privilegiadas sobre la Nava de San Pedro y los Torcales del Lobo. Equipados con prismáticos, es posible avistar especies como el pico picapinos, el pito real y la corneja común, así como grandes rapaces como el halcón peregrino o el quebrantahuesos.
Cabe destacar el proyecto de reintroducción del quebrantahuesos, con un centro de cría en cautividad cercano, que ha permitido que esta emblemática especie vuelva a planear por los cielos de Cazorla.
Vistas hacia Sierra Nevada y formaciones kársticas
La ruta continúa hacia el Vado de las Carretas, desde donde, en días claros, se divisa el Parque Nacional de Sierra Nevada. Más adelante, cerca de Poyo Manquillo, encontramos un sendero que nos lleva a un tercer mirador, con panorámicas espectaculares de las lastras de caliza y cortados rocosos como los de los Torcales del Lobo o el Cerro de las Cabañas.
Aquí, es habitual ver muflones y machos monteses trepando por los riscos, y en los pinares, bandos de piquituertos, aves de pico retorcido especializadas en extraer piñones, junto al discreto pero precioso verderón serrano.
Última etapa: Navalasno y Campos de Hernán Perea
Avanzamos por la pista, cruzando la Fuente Acero y los farallones calizos de la Loma del Caballo de Acero y el Alto de la Cabrilla, último hábitat del quebrantahuesos antes de su desaparición en los años 80. Tras pasar el Collado de Fuente Bermejo y el Collado de la Zarca, donde un pino laricio centenario de más de 300 años nos da la bienvenida, llegamos a Ramblaseca, entrada a los extensos y solitarios Campos de Hernán Perea.
En estos páramos altos y de vegetación escasa por la presión ganadera, se pueden observar numerosas aves esteparias y alpinas: desde pinzones y zorzales charlos hasta el mirlo capiblanco o el llamativo roquero rojo. También se dejan ver el azor y el gavilán, siempre atentos al vuelo bajo y sigiloso en busca de presas.
Ideal para fotógrafos, naturalistas y familias amantes del ecoturismo, la Ruta Ornitológica de la Sierra de Cazorla es uno de los destinos más importantes para el turismo ornitológico en Andalucía.
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