Sala de espera
Jesús Vicioso
El día en el que no compré nada
Inmersos ya en los cuarenta días antes de la pasión y muerte de Jesucristo, tiempo religioso que popularmente conocemos como Cuaresma, la cocina encuentra en estas fechas la excusa perfecta para tirar de cuchara: el tiempo cambiante, con días extremadamente fríos y lluviosos que dan paso a otros soleados y más templados.
De ahí que hacer una buena olla llena de condumio listo para servir e incluso congelar para días más desapacibles sea una gran idea. Para ello, te recomendamos visitar Cocinando entre olivos, Degusta Jaén o Carmina en la Cocina, tres de los estandartes de la gastronomía jiennense. En cada una de sus webs encontrarás decenas de recetas con raíces en la cultura de Jaén, tanto dulces como saladas. Es el caso de los tres guisos que hoy te contamos cómo hacer paso a paso: el Potaje Carmelitano, el Potaje de garbanzos con espinadas y albóndigas de bacalao y todo un clásico como es el Potaje de Vigilia.
La facilidad de este potaje radica en que puedes optar por cocer tú mismo los garbanzos o directamente usar de bote, y su secreto, en el majado de yema de huevo y pan frito que le da ese sabor característico tan de cocina sureña.
Para hacerlo, necesitas los siguientes ingredientes:
La preparación es sencilla: una vez cocidos los garbanzos, haz lo propio con dos huevos, para después pelarlos y separar claras de yemas, las cuales llevarás al mortero, donde lo reservaremos. En paralelo, fríe las rodajas de pan con aceite de oliva virgen extra y añádelo al mortero para hacer el majao.
Las verduras para picar incluyen cebolla, ajos y puerros. Utiliza la misma sartén donde freíste el pan para hacerlas hasta pocharlas por entero. Es el momento de incorporar las espinacas, ingrediente estrella del plato, y añadir tomate rallado o triturado para rehogar durante unos minutos. Añade el pimentón e incorpora a los garbanzos todo el sofrito de verduras junto al delicioso majao para cocinarlo unos quince minutos. Un punto que le da aún más potencia al plato es picar las claras de los huevos por encima del guiso. Espectacular.
Seguramente te suene el típico potaje de garbanzos y espinacas, pero en esta receta de Cuaresma con sabor a Jaén se intensifica cada cucharada gracias a la incorporación de unas albóndigas de bacalao, además de contar con el mejor aceite de oliva virgen extra de variedad Picual.
Ingredientes
Para elaborarlo, comienza por freír y apartar el pan en una sartén, donde después harás lo mismo con las albóndigas de bacalao y gambas que puedes conseguir aquí. A continuación, cuece los huevos. En una cazuela con aceite, cocina la cebolla y los ajos hasta que se doren, momento en el que hay que incorporar pimentón, cominos y tomate rallado. Tras un buen rehogado, incluye las espinacas y los garbanzos para cubrirlo todo con agua.
Extrae un poco de caldo y tritura el pan y la yema de huevo para añadir este majao al potaje junto con las albóndigas y las claras picadas. Solo queda esperar un cuarto de hora y servir bien caliente.
El típico potaje de bacalao, también conocido como Potaje de vigilia o Potaje de Cuaresma, es propio para comer los viernes en estas fechas.
Ingredientes
Para hacer este reconfortante plato comienza por freír los ajos pelados, las almendras y el pan, que macharás después en el mortero con un poco de azafrán. En la cazuela pon tomate, espinacas y bacalao desalado en trozos junto a los cominos para rehogar unos minutos. Añade el majao y cubre con agua, para cocinar durante quince minutos y disfrutar de todo un clásico en tu mesa. ¡Buen provecho!
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