El único papa enterrado en España está en la Catedral de Jaén (y casi nadie lo sabe)

CURIOSIDADES DE JAÉN

Los restos del papa fallecido fueron enviados hasta Jaén en el siglo XVIII

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Los restos mortales del papa Pío I descansan en esta capilla de la seo jiennense.

Si la belleza arquitectónica de la Catedral de Jaén, uno de los monumentos más importantes del Renacimiento español, ya es suficiente motivo para visitarla, que cuente en una de sus capillas interiores con la tumba de un papa enterrado fuera de Italia es, sin duda, otra gran razón para no perdérsela.

Retrato del Papa Pío I por Pietro Perugino (c. 1483, Capilla Sixtina).

Y es que, aunque incluso muchos jiennenses no lo saben, en la Catedral de Jaén se hallan los restos de Pío I, nacido en Aquilea y fallecido en Roma en 155, quien fuera el décimo pontífice de la Iglesia Católica que ejerció como obispo de Roma entre los años 140 y 151.

La historia de las reliquias de Pío I en Jaén

Estas reliquias sagradas están sepultadas en una de las dieciocho capillas de la seo jiennense, concretamente en la Capilla catedralicia de San Eufrasio. Los restos del prelado llegaron a Jaén en el siglo XVIII, adonde fueron enviados como un regalo del papa Pío VI al entonces obispo de la diócesis, Agustín Robín de Ceballos, Inquisidor General, consejero del rey Carlos III y reconocido mecenas de arte.

Y es que, el obispado jiennense de la época tenía una importancia colosal, tal y como demuestra este gesto en forma de presente santo que ha dado lugar a que la ciudad de Jaén sea guardiana de sus restos, los cuales únicamente pueden verse una vez al año: cada 11 de julio.

La Capilla de San Eufrasio

Desde 1793, la Capilla de San Eufrasio de la Catedral de Jaén custodia con mucho celo el cuerpo del papa Pío I. Esto es un hecho poco habitual, ya que se trata de uno de los pocos papas sepultados fuera del Vaticano y el único nacido en la península itálica entregado a otra diócesis como reliquia.

La visita a esta capilla merece doblemente la pena si tenemos en cuenta el arte sacro que rodea a los restos mortales del sumo pontífice, ya que cuenta con un retablo neoclásico firmado por Manuel López que imita los mármoles polícromos para representar en relieve la Apoteosis de San Eufrasio, uno de los siete varones apostólicos, primer obispo de Jaén y patrón de la diócesis.

La Capilla de San Eufrasio de la Catedral de Jaén custodia la tumba del papa Pío I.

De hecho, sobre la mesa de altar de esta capilla se sitúa la urna con las reliquias de San Pío, papa y mártir, donadas en 1793 por el obispo don Agustín Rubín de Ceballos. Completando la composición, en el lateral derecho se custodian las ánforas que contienen los Santos Óleos (Santo Crisma, Óleo de los Catecúmenos y Óleo de los Enfermos), bendecidos por el obispo durante la Misa Crismal de cada Martes Santo. También podemos ver un lienzo del siglo XVIII que recrea el retablo de la patrona de Jaén, la Virgen de la Capilla, en la iglesia de San Ildefonso.

Lo que trajo al papa Pío I hasta a Jaén será siempre un misterio, a pesar de conocer el peso de la iglesia jiennense en el contexto histórico del que hablamos. Sin embargo, cada vez son más los visitantes, creyentes y curiosos que se acercan hasta esta capilla catedralicia para ver con sus propios ojos la tumba de un papa que, sorprendentemente, disfruta de la vida eterna entre el mar de olivos jiennense.

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